Marc Gasol, Harden e Ibaka lideran el terremoto de la nueva NBA contra la hegemonía de los Lakers
Tras una temporada muy complicada a nivel económico debido a la crisis sanitaria, la liga ha actuado de forma eficente y permitirá grandes traspasos.
25 octubre, 2020 23:59Noticias relacionadas
Contra todo pronóstico, la NBA consiguió dar por finalizada su temporada, algo que parecía imposible tras el estallido de la pandemia y los numerosos conflictos sociales surgidos en Estados Unidos que incluso paralizaron la postemporada. Después del confinamiento y del positivo de muchos jugadores, la organización de la liga se planteó la posibilidad de crear una 'burbuja' sanitaria muy similar a la que había tenido éxito en España.
De esa forma, crearon un torneo final en Orlando entre los equipos que estaban en playoffs y aquellos que todavía tenían opciones de clasificarse, con la clara intención de poder concluir la temporada de alguna forma. El plan, aunque difícil, era muy ambicioso y se pudo llevar a cabo con muchísimo éxito. Y Adam Silver pudo coronar al mejor equipo de la liga.
Los Angeles Lakers se proclamaron campeones de la NBA por 17ª vez en su historia y LeBron James conquistó su cuarto anillo de campeón, llevándose también el premio de MVP de las finales. 'El Rey' se queda a dos anillos de su rival histórico, Michael Jordan, y consigue vencer con tres equipos diferentes tras sus conquistas con Miami Heat y los Clevland Cavaliers.
La pareja formada entre LeBron y Anthony Davis ha terminado siendo imparable para el resto de equipos, los cuales ya piensan en la próxima temporada, que no tiene fecha de comienzo, pero sí objetivo, derrocar a los grandes campeones. Por ello, ya se están produciendo numerosos movimientos de mercado y rumores de grandes fichajes que pueden transformar la liga y todo para poder derribar a los campeones de 2020.
Marc, Ibaka y los Warriors
Si hay un equipo que este año se le ha echado de menos en la NBA o, mejor dicho, en la lucha por el anillo, es al conjunto que ha dominado las últimas temporadas, el considerado ya como una de las mejores plantillas de la historia por calidad y resultados. Golden State Warriors ha tenido una temporada de transición, pero promete volver más fuerte que nunca.
El proyecto de Golden State para esta temporada es realmente bueno, lo suficiente para amenazar el liderazgo de los actuales campeones. El equipo de Steve Kerr recupera este año a sus dos grandes estrellas. Stephen Curry y Klay Thompson han pasado gran parte de la temporada lesionados y eso ha provocado el descalabro de resultados de su equipo. Sin embargo, este año vuelven a estar a pleno rendimiento, totalmente recuperados y con la ambición de recuperar su cetro de la NBA.
Además, cuentan con grandes jugadores como Draymond Green o Andrew Wiggins y los posibles fichajes que puedan llegar este año. El primero de ellos llegará procedente del draft, donde poseen la segunda elección para llevarse a uno de los mejores jugadores de la nueva generación. Uno de los jugadores que podrían entrar en las pretensiones de los Warriors podría ser el israelí Deni Avidja, que ha deslumbrado al cuerpo técnico del equipo de la Bahía y que podría estar dentro de sus planes. En caso de recibir a un jugador que no concuerde del todo con sus planes, no dudarán en usarlo para intentar obtener un gran fichaje que les complete la plantilla.
Además, el equipo de Steve Kerr busca un jugador interior potente y dominante para completar su quinteto y en el horizonte se dibujan dos nombres españoles. El perfil está claro, un jugador grande, capaz de rebotear, que sea buen defensor y que tenga mano desde fuera para cultivar esa faceta de equipo con amenaza en el tiro exterior.
Marc Gasol es uno de esos jugadores que concuerdan perfectamente en ese hueco que quieren ocupar los Warriors. El jugador termina contrato y será agente libre, por lo que podría negociar su llegada cualquier equipo, aunque seguramente lo tenga que hacer a la baja. La dificultad de su negociación es la decisión que tome Marc, que tiene en mente abandonar la mejor liga del mundo para regresar a Europa. Sin embargo, la posibilidad de firmar un año por un equipo con grandes aspiraciones al título puede ser una buena despedida.
El otro jugador español que entraría perfectamente en el perfil que demanda Steve Kerr sería Serge Ibaka. El compañero de Marc en los Raptors también termina contrato, aunque ya ha manifestado su deseo de seguir. Sin embargo, la llamada de un equipo que cuenta con estrellas como los 'Splash Brothers' podría hacerle cambiar de opinión. Su crecimiento en la liga ha sido exponencial en los últimos años, mejorando mucho sus porcentajes de tiro, se sitúan por encima del 50%, y su efectividad en el triple, rondando el 40%. Además, se trata de un excelente reboteador y de uno de los mejores taponadores de la liga.
Buenos nombres para el nuevo proyecto de los Warriors que quieren volver a llevar a Stephen Curry hacia el anillo y a competir con su archienemigo las últimas temporadas, LeBron James, tras una temporada en blanco que ha sido de descanso y transición.
La destrucción de Houston
Los Houston Rockets ha sido uno de los equipos peor parados de la 'burbuja' de Orlando. Tras formar una excelente pareja de estrellas con James Harden y Russell Westbrook, no han conseguido acercarse a las grandes franquicias de la NBA ni a la pelea por el anillo o las finales de conferencia. De hecho, fueron barridos por Los Ángeles Lakers en la segunda ronda tras superar de milagro a los Oklahoma City Thunder. Esto ha provocado un seísmo en la franquicia.
De momento, ya se ha producido la salida de Daryl Morey, el antiguo General Manager del equipo y que era toda una institución en los Houston Rockets. Esto va a provocar, casi con total seguridad, un auténtico terremoto en el equipo con grandes salidas y, habrá que ver, con qué llegadas.
Uno de los jugadores que más papeletas tiene para salir es su gran estrella, uno de los mejores jugadores en la historia de la franquicia, James Harden. El considerado como uno de los mejores anotadores de todos los tiempos podría estar apalabrando su llegada al otro gran aspirante al título y que también ha decepcionado este año, Los Angeles Clippers.
El equipo que ahora mismo lidera Kawhi Leonard estaba considerado como una de las plantillas más completas de la liga, si no la que más, y parecen haber cambiado el paso para este año. Quieren abandonar la idea de un gran equipo e ir a por grandes estrellas para obtener resultados inmediatos y habrían pensado en unir a Leonard con James Harden en lo que podría ser una dupla estratosférica.
El otro jugador de los Houston Rockets que podría tener las horas contadas sería Russell Westbrook, la otra gran súper estrella del equipo y que no ha cumplido sus expectativas en su unión con Harden, la cual estaba ideada para asaltar el título o por lo menos estar inmerso en la pelea. La 'burbuja' de Orlando ha dejado señalados en los Rockets y Westbrook podría ser el otro gran sacrificado de un equipo que busca renovarse e iniciar un nuevo proyecto.
Paul George, el deseado
Esta temporada se presenta apasionante en la NBA. Muchos equipos se han propuesto intentar derribar a Los Angeles Lakers y para ello existe la amenaza de conformar grandes súper equipos. Junto a los Clippers y a los Warriors, otra franquicia que amenaza con ser puntera este año son los nuevos Brooklyn Nets, que sueñan con alcanzar otro gran fichaje.
La franquicia neoyorquina, que tendrá a la leyenda Steve Nash como su nuevo entrenador, espera con ansia el retorno de su gran estrella, fichada el pasado año, pero que no pudo jugar por una grave lesión en el tendón de Aquiles. Se trata de Kevin Durant, que llegó a los Nets para formar dupla con Kyrie Irving. Esta pareja amenaza con ser una de las nuevas formaciones que aspire al título en el nuevo curso.
Sin embargo, los dirigentes de la franquicia quieren seguir sumando estrellas al equipo y estarían pensando en pescar en el río revuelto de los Clippers, donde intentarían llevarse a su otra gran estrella, Paul George. El jugador que se hizo líder histórico de los Indiana Pacers y que ahora está considerado como uno de los grandes de la liga, promete ser una de las piezas más codiciadas, ya que varios equipos lo pretenden. En los Nets ya se frotan las manos con la posible creación de este enorme ‘Big Three’.
Sin embargo, a Paul George no le faltan novias, y es que en las últimas horas ya ha salido a la luz otro posible traspaso que quizás guste más a su actual equipo, Los Ángeles Clippers. Se trata de un posible cambio con los Philadelphia 76ers, quienes estarían dispuestos a ofrecer a una de sus jóvenes estrellas, Ben Simmons, a cambio de Paul George, que llegaría a esta nueva franquicia para tener un papel más protagonista junto a Joel Embiid.
El equipo angelino está dispuesto a romper el mercado para intentar una reconstrucción que les devuelva una temporada más a la lucha por el anillo y Paul George parece ser la moneda de cambio que les abra la posibilidad de cerrar una gran operación. Al igual que los Rockets, su batacazo cayendo en segunda ronda de los playoffs en la 'burbuja' de Orlando frente a los Nuggets va a suponer un auténtico seísmo que ya se ha cobrado la primera víctima, la salida de Doc Rivers y la llegada de Tyronn Lue al banquillo. El fichaje de un gran base o una nueva estrella que acompañe a Kawhi Leonard es prioritario.
La situación de la NBA
Este mercado prometía ser un absoluto desastre para la NBA teniendo en cuenta las grandes pérdidas que se produjeron el curso pasado. La liga se detuvo y se perdieron muchos partidos, aunque la reanudación en la 'burbuja' supuso un soplo de aire fresco y un salvavidas al que muchos se agarraron con fuerza para intentar sobrevivir. Sin embargo, los ingresos decrecieron considerablemente y la falta de público en las gradas se notó demasiado.
Estos contratiempos han terminado provocando que las pérdidas de la NBA hayan llegado a ascender a un total de 1.000 millones de dólares, lo que ha supuesto un agujero económico tremendo. Además, a estas pérdidas hay que añadir el gran costo que ha tenido para la organización de la liga la creación de la hermética 'burbuja' sanitaria de Disney World, que entre manutención, pruebas para detectar la Covid-19, el alojamiento y demás gastos ha ascendido a un total de 180 millones de dólares.
Sin embargo, la gran labor del equipo liderado por Adam Silver, a pesar de haber tenido este contratiempo tan grande, ha podido salvaguardar la buena integridad de la competición, ya que, de haberse suspendido la temporada por completo, las pérdidas podrían haber superado los 2.000 millones de dólares. De hecho, algunas fuentes aseguran que se han salvado cerca de 1.500 millones de dólares, lo que podría suponer un auténtico triunfo teniendo en cuenta los tiempos que corren.
Gracias a esta enorme labor económica, el presente mercado de fichajes y de agentes libres tendrá un mayor movimiento y se podrán realizar traspasos de entidad como los que ya se rumorean y que prometen crear un auténtico terremoto en la liga que pretende llevarse por delante a los actuales campeones, Los Angeles Lakers de LeBron James y Anthony Davis.
Además, surge ahora otro problema para Adam Silver y todo su equipo, aunque este se lo van a tomar con mucha más calma. Se trata del regreso de la competición, la cual no parece estar fechada para antes de que termine el año. La idea de la NBA es que todo regrese cuando se pueda garantizar la vuelta del público a las gradas para así seguir minimizando las pérdidas.
Sin embargo, la situación sanitaria no parece poder realizar pronósticos en estos momentos, por lo que el regreso de la competición es toda una incógnita y, por consiguiente, cuándo finalizará la misma y si los jugadores podrán llegar, por ejemplo, a una cita tan importante como los Juegos Olímpicos. Una de las fechas que se baraja para el regreso es el 18 de enero, aunque habrá que esperar para que Adam Silver se pueda pronunciar sobre este tema.
No obstante, los últimos avances que está haciendo la liga para su regreso podrían adelantar la fecha de inicio hasta el 22 de diciembre, la cual sería la última propuesta de Adam Silver para establecer el reinicio de la NBA, pero con la particularidad de una temporada que sería de 72 encuentros, y no de 82 como la habitual. Esta medida podría ahorrar a la liga y a las franquicias alrededor de 500 millones de dólares en pérdidas, pero la misión de Silver no solo es convencer a los propietarios, sino también a la Asociación de Jugadores, con quienes se reunirá próximamente. Por lo tanto, queda todavía mucha tela por cortar.
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