La Copa del Rey de baloncesto ha dado para mucho. Tal y como llegó, se fue, coronando al FC Barcelona como nuevo campeón, que toma el mando dejado por un Real Madrid fulminado por las bajas y por el cansancio antes de poder presentar batalla en la gran final. Cory Higgins fue el mejor jugador de un torneo que volvió a brindar los minutos de baloncesto de mayor calidad y emoción de toda la temporada.
Sin embargo, algunos asuntos siguen coleando todavía, horas después de que el Barça celebrara su título en la pista del Wizink Center tras vencer al equipo de Pablo Laso por 73-88 en un partido absolutamente incontestable de los de Sarunas Jasikevicius, el mejor equipo del torneo.
Ese asunto tiene que ver precisamente con el equipo culé y con la posibilidad de que no hubieran podido jugar esa final y, ni siquiera, su semifinal frente al Baskonia de Ivanovic, Henry, Vildoza y compañía. Ese asunto tiene que ver con una más que posible eliminación del FC Barcelona en los cuartos de final si los árbitros hubiera tenido la vista suficiente y necesaria que requería una jugada clave, la última de ese duelo de cuartos.
Esa acción se produjo en el encuentro que disputaron el FC Barcelona y el Unicaja, duelo que estuvo dominado en un primer momento por el equipo malagueño, pero que luego los catalanes supieron remontar y dar la vuelta. Sin embargo, el arreón final del conjunto andaluz provocó que el choque llegará empatado a la conclusión de los 40 minutos, marchándose a la prórroga.
Sin embargo, en los segundos finales del partido, cuando todo estaba por decidir y con el Barça acariciando el pase a las semifinales, con el reloj de final del partido tocando a su fin, Tim Abromaitis se sacó una espectacular bandeja enfrente de Brandon Davis que ponía el empate a 88 y que mandaba el partido a la prórroga.
La entrada a canasta del jugador de Unicaja y el impresionante rectificado en el aire permitieron a los malagueños tener cinco minutos más para intentar la machada. Esa canasta llegó cuando todo estaba casi perdido y cuando la jugada decisiva moría en las manos de los jugadores del equipo de Fotis Katsikaris.
No obstante, Abromaitis se vistió de Michael Jordan para anotar una canasta espectacular cuando todo parecía perdido, mandado el partido al tiempo extra, pero a la vez, desatando toda la polémica, ya que en esa misma jugada se produjo una clamorosa falta de Davies sobre el propio Abromaitis.
El pívot del Barça agarró de forma muy visible de la camiseta a Abromaitis justo cuando este se encontraba en su acción de tiro. Sin embargo, los árbitros del encuentro no vieron, o no quisieron ver, esta falta flagrante sobre el jugador de Unicaja. No solo no estuvieron los suficientemente atentos, sino que además se negaron a revisarla en el Instant Replay como pedían algunos jugadores de Unicaja y el técnico Katsikaris.
Quejas de Unicaja
El enfado del entrenador provocó que unos minutos más tarde, antes de la conclusión de la prórroga, fuera expulsado por dos técnicas y tuviera que ver el final del encuentro lejos de su banquillo. Tras el choque, no dudó en mostrar su malestar: "La última jugada, la canasta de Abromaitis, era falta, clarísima. Le agarran la camiseta. Se ve en la foto, en los vídeos. Y ahí ya el partido se va a la prórroga. Nos deben un tiro libre".
Katsikaris y los propios jugadores de Unicaja no paraban de repetirse que ese tiro libre podría haberles dado el partido y el pase a la siguiente ronda, así como haber cortado de raíz el camino del Barça en una Copa que terminarían ganando tras arrollar a los malagueños en una prórroga en la que no pudieron ofrecer su mejor versión debido al desgaste físico.
Ahora, tras la conclusión del torneo, Unicaja ha decidido llevar más lejos su queja teniendo una iniciativa que está siendo muy comentada y viral en las redes sociales. El conjunto malagueño ha decidido poner a la venta una camiseta graciosa y reivindicativa para protestar por esa ya famosa decisión arbitral, la enésima en marcar una Copa en favor del Barça, dando la posibilidad a todos los compradores de entrar en un sorteo para obtener la camiseta de Tim Abromaitis, protagonista de la jugada, de la presente edición de la Copa del Rey.
Sin duda, una graciosa y ocurrente iniciativa por parte de un equipo que no esconde su enfado y su cabreo debido a una decisión que consideran profundamente injusta y que a su juicio, y al de casi todos, no era difícil de arbitrar. Simplemente bastaba con revisar una jugada tan clave que se produjo sobre la bocina final.
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