Su agente Misko Raznatovic confesaba hace poco que el Barcelona lo tuvo fichado y lo dejó escapar hace apenas dos años. Él lo confirma y añade “que firmé el peor partido de la historia. Anoté 4 puntos”. Pero la verdad es que su temporada en el KK Mega Leks serbio, lanzadera que el agente referente en Europa utiliza para foguear a sus jóvenes promesas, le valió para que un viejo conocido de la afición blaugrana -Arturas Karnisovas- viera en él trazas que ya recordaban al zar lituano, lo que le llevó a Denver, donde comparte vestuario con Juancho Hernangómez, y acaba de firmar un nuevo triple doble (19 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias) para otra gran victoria en una sorprendente temporada, esta vez ante Chicago a domicilio.
PARA DIVAC SERÁ “MUCHO MEJOR QUE YO”
Muchos lo ven en la NBA como el sucesor de Arvydas Sabonis, al que aún recuerdan como el “center” con mejor visión de juego que ha pasado por la liga. Otros lo comparan con el “General Manager” de los Kings, Vlade Divac, quién cree que su compatriota “será mejor que yo. Es más rápido, ha llegado a la liga más joven y tiene mucho margen de crecimiento”.
Precisamente su amigo Sasa Djordjevic, seleccionador serbio, espera contar con Jokic el próximo verano en un EuroBasket donde Serbia será una de las favoritas. Para el exjugador de Real Madrid y Barcelona Nikola es “tan dotado para este deporte como Vlade. Con él podemos formar un gran juego interior en el próximo compromiso de nuestra selección”. Y es que entre otros allí se encontrará con el 2.22m. Boban Marjanovic, otro serbio NBA con el que compartió sensaciones de rookie en la mejor liga del mundo la pasada campaña.
¿MÚSCULOS? LOS DEL CEREBRO
Jokic fue un niño con sobrepeso y nunca ha sido muy aficionado a las pesas. "Cuando empecé a jugar era gordo y pequeñito”, desvela. Sus limitaciones físicas le ayudaron a desarrollar una extraordinaria visión de juego. Querido por sus compañeros por su carácter bromista e irónico, afirma que “cuando me draftearon estaba durmiendo. Mi hermano me llamó con champagne y le dije: ‘venga hombre que estoy durmiendo’ y me fui a la cama”.
Fue etiquetado al llegar a la NBA la temporada pasada como un jugador blando para pelear con las torres norteamericanas. Una crítica que se ha encargado de destrozar recorriendo la pista a una velocidad de vértigo -llegó a ser un importante “runner” amateur y ama las carreras de caballos-, deleitando al público del Pepsi Center con asistencias imposibles y demostrando una solidez extraordinaria para un jugador de 22 años que roza los 7 pies. Al ser preguntado sobre su presencia física declaró sin tapujos que “los únicos músculos que necesitas ejercitar en el baloncesto son los que tienes en el cerebro”.
Aunque se pone serio tras una exhibición en el Madison, donde masacró a los Knicks con el tope anotador de su carrera (40 puntos), agradeciendo “a mis compañeros el rendimiento de esta temporada porque ellos me buscan y me pasan el balón para poder hacer partidos como este. Cuando tus compañeros confían en ti es realmente fácil jugar”.
CONVERTIR LA DESGRACIA EN OPORTUNIDAD
La plaga de lesiones que ha asolado a los Nuggets en la presente temporada ha demostrado que se puede convertir crisis en oportunidad. Lo evidenció Juancho Hernangómez con su exhibición ante los Warriors (27 puntos, 6 triples) y lo está aprovechando un Jokic que reconoce ser “más agresivo esta temporada. Estoy atacando más a mis defensores, incluso más lejos del aro que nunca. Así les hago trabajar más en defensa y llegan más cansados al ataque…”.
Es consciente de que está “mejorando los números porque siento la confianza de mis compañeros. También al haber lesionados se han reducido o variado las opciones ofensivas y ellos confían en mí, lo siento en cada partido, por lo que estoy mejorando gracias a ellos”.
HÉROE NACIONAL DE LOS EXPATRIADOS
Tras unos partidos en los que su nivel bajó por la resaca del AllStar se habló de cansancio físico, algo que desmiente. "No estoy cansado. Quizás he notado un poco la presión de los defensores que ahora están más pendientes de mí, pero tengo 22 años. No me voy a cansar a estas alturas...”, comenta. Y de las palabras pasó a los hechos ante un público entregado en el United Center de Chicago firmando uno de sus partidos más especiales.
“Creo que Chicago tiene la mayor población serbia tras Belgrado. Hay muchos serbios viviendo aquí y para mí era agradable poder jugar bien ante una multitud de banderas de mi país. Eso me dio unas grandes sensaciones para hacer un partido como este”, reconoció tras firmar otro triple doble y llevar a Denver a la victoria ante unos desdibujados Bulls.
"Este es el Nikola Jokic que todos estábamos esperando ver en Denver” declara el “coach” Malone, quién cree que “ha estado jugando un más que aceptable baloncesto. No espero que haga 20-10 cada noche. Pero con sus puntos, rebotes y asistencias ha vuelto a demostrar el jugador completo que lleva dentro”.
VERSATILIDAD Y PASIÓN, LA LLAVE DEL BASKET MODERNO
Y es que pese a las ausencias durante muchos partidos de Gallinari, Faried o Mudiay, Nikola Jokic ha dado un paso al frente en la exigua rotación de los Nuggets. “Me da igual no anotar mucho o, incluso, no rebotear demasiado en un partido. Soy un jugador de equipo. Me gusta pasar el balón y, sobre todo, trabajo para ganar partidos. Para nosotros cada noche es importante. Necesitamos estar muy concentrados porque somos un equipo joven y eso es lo que estamos haciendo”.
Sabe que “esto es un trabajo. Pero para mí es otra cosa. Es mi pasión. Es lo que me motiva y lo que quiero seguir haciendo, cada día mejor”. Y es que la nueva esperanza serbia parece haber heredado también del mítico Arvydas Sabonis la pasión y clarividencia de los genios del basket.
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