“El sábado será complicado hacer diferencias”, dijo Alberto Contador el jueves. Acababa de terminar sin novedad la quinta de las ocho etapas de la París-Niza, reanudación de la carrera tras la anulación de la cuarta jornada, final en alto, por la nieve y el frío. La pelea por la general final quedó así reducida a los segundos del prólogo, los segundos de las bonificaciones y los huecos que pudieran abrirse este domingo en la media montaña alrededor de Niza y este sábado, en las largas y amables pendientes hasta la cima de La Madonne d’Utelle.
Así pues, hoy era sábado. Geraint Thomas (Sky), líder in pectore toda vez que el amarillo Michael Matthews (Orica-GreenEdge) es de todo menos escalador y Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) carece de la jerarquía y los gregarios necesarios para tomar responsabilidades, lo tenía claro: “Esperar a que Contador ataque y contestar lo mejor posible”.
En efecto, Sky mandó en el grupo de favoritos hasta que Contador apareció en cabeza con su coequipier polaco Rafal Majka ejerciendo de lanzadera. El superclase pinteño despegó a seis kilómetros de meta. Thomas aguantó la acometida 15 segundos; cuando flaqueó, apareció su gregario colombiano Sergio Henao para salvarle la vida y atrapar a Contador. Después llegaron Richie Porte (BMC), Ilnur Zakarin (Katusha) y Simon Yates (Orica-GreenEdge).
Pese a las ocasionales explosiones de Contador, los seis llegaron juntos al kilómetro definitorio. En ese concurso de agonía y ácido láctico se impuso Zakarin, un ciclista ruso que la pasada temporada enarcó cejas imponiéndose con suficiencia en el Tour de Romandía sin apenas bagaje.
Se confirmó al mes siguiente ganando una etapa en el Giro d’Italia y desde entonces se ha convertido en un habitual del paisanaje de la élite mundial. Su país le considera candidato al oro olímpico; el ciclismo sigue dudando, por más que su consistencia disperse el aroma de ‘sputnik’ que dejó su repentina irrupción.
Alberto Contador fue tercero en meta por detrás de Zakarin y Thomas, que se colocó líder legítimo de la París-Niza con 15” sobre el español, 20” sobre el ruso y otros siete rivales a menos de un minuto de su posición. Los diez, y sus gregarios, resolverán la carrera este domingo en la tradicional jornada matutina de Niza, una ruleta rusa de la táctica que suele deparar un espectáculo excelente y plagado de alternativas. Se afrontarán cinco subidas puntuables antes de que el Col d’Éze y su descenso oficien de jueces de paz.
"Increíble satisfacción. Mis compañeros estuvieron genial. Pude responder a un par de ataques de Contador, y después fue Sergio Henao quien se comprometió para evitar que se marchara. Encima he conseguido unos segundos sobre Contador y Porte. Eso ha sido buenísimo. Esperamos a que Contador atacara y tratamos de responder lo mejor posible. Lo logramos. Las diferencias son muy estrechas y Contador es un gran ciclista”, comentó Thomas en meta, delatando su temor. “Y Porte y Zakarin también, claro”.