RCS Sport, empresa organizadora del Giro de Italia, planteó esta edición de la corsa rosa en dos mitades con un eje claro: la etapa 9, contrarreloj de 40 kilómetros por las rutas del Chianti disputada el domingo. Hasta ella, terreno para los velocistas y jornadas incómodas donde se podían tirar fuegos artificiales. En ella, diferencias importantes que colorearan un escenario divertido para el espectador. Desde ella, la montaña que dirimirá la contienda.
Sin embargo, a veces los guiones no salen bien ni en los productos televisivos. La crono del Chianti resultó al revés por culpa de la lluvia, que propició la victoria del antiguo saltador de esquí Primoz Roglic (que salió antes de que empezaran las precipitaciones) y evitó que los grandes motores de los rodadores se impusieran de forma elocuente a los pequeños de los escaladores. “Se convirtió más en una cuestión de manejar bien la bicicleta que de pedalear fuerte”, contó el italiano Domenico Pozzovivo. “En estas condiciones era imposible ganar ni meter tiempo”, comentó el favorito a priori, el neerlandés Tom Dumoulin, despidiéndose de sus opciones de ganar la general.
“Lo condicionó todo. Provocó que nadie arriesgara y, con ello, las diferencias fueron menores”, aporta Xabier Artetxe, entrenador de Sky y supervisor de la preparación física del gran beneficiado del día, Mikel Landa. El escalador inexplicable esperaba perder dos minutos respecto de los favoritos según declaró en la víspera su director Dario David Cioni. Sin embargo, apenas le concedió un minuto al mejor de los aspirantes a significarse en la general del Giro, Andrey Amador (Movistar Team); 7 segundos a Vincenzo Nibali (Astana), el gran favorito; e incluso le ganó 4 segundos al otro miembro de la tercia de principales contendientes, el también español Alejandro Valverde (Movistar Team).
El resultado fue sorprendente, y así lo reconocen desde Sky. “Esperábamos que Mikel hiciera una buena contrarreloj, pero se dieron circunstancias favorables que la convirtieron en fantástica”, cuenta Artetxe. No sólo fue cuestión de suerte. El propio Landa habló de cómo había sacado partido de su habilidad sobre la bicicleta y del trabajo específico desarrollado junto a los técnicos del conjunto británico en el invierno ciclista, entrenando en el velódromo para mejorar su posición aerodinámica y los otros mil factores que influyen en el rendimiento rodador.
Hace sólo un año, el alavés cedió cuatro minutos respecto de Contador en la crono larga del pasado Giro. “Su mejora ha sido palpable a pesar de que sus problemas de salud en este inicio de temporada han impedido que hiciéramos todo el trabajo específico que deseábamos. Tiene margen de mejora en esta disciplina”, se jacta su entrenador.
De esta forma, Landa encara la segunda semana del Giro en una posición inmejorable. Es uno más entre los once ciclistas, desde el esforzado Brambilla hasta el ‘sputnik’ Zakarin, que están empatados en apenas dos minutos con un mundo de montaña por delante. Nibali y Valverde sólo tienen 25 y 23 segundos de ventaja sobre él.
“Ha sido un inicio de Giro muy bueno, mejor de lo que esperábamos”, analiza Artetxe. “Contábamos con una pérdida de tiempo, principalmente en esta crono del Chianti, que no se ha producido. Sus opciones de victoria en la general han salido muy reforzadas”. Así lo han sabido reconocer los apostantes. Landa ya es el favorito número uno en la mayoría de casas, con Nibali a su estela. Tercero, algo más lejos en las cuotas, es Valverde.
Lejos quedan las dudas que suscitó Landa el jueves y el sábado de la semana pasada. En las subidas a Roccaraso y Alpe di Poti, las de mayor entidad afrontadas en estos primeros compases de corsa rosa, no concursó de los ataques de Dumoulin, Zakarin o Valverde. “No formaba parte de la estrategia; más bien fue cosa del momento”, aclara Artetxe. “Yo diría que la montaña de verdad llega en la segunda semana y que todos los ataques de la primera sirven de poco a largo plazo”, asevera.
El director titular de Sky en este Giro, Dario Cioni, declaró tras la crono que esta segunda semana era “la más propicia” para que Landa distanciara a sus rivales. El propio ciclista aseveró que “lo mejor del Giro está por venir”. Artetxe rechaza elaborar dónde buscará hacer daño su corredor tirando de ‘cholismo’: “En una gran vuelta hay mucho de día a día. Todos sabemos las etapas decisivas: esencialmente, las de alta montaña y la cronoescalada. Cuando lleguen, las plantearemos y las afrontaremos”.
El menú planteado por RCS para esta segunda semana inicia el martes con un final en alto en Sestola previo paso por Pian di Falco. Se trata de terreno relativamente amable; la última vez que se afrontó, hace sólo dos años, dos docenas de ciclistas llegaron juntos en el grupo de favoritos. Tras dos previsibles sprints en Asolo y Bibione llegarán los platos fuertes: media montaña hasta Cividale del Friuli el viernes; altísima montaña dolomítica con varios puertos legendarios y final en Corvara el sábado; cronoescalada hasta Alpe di Siusi el domingo. Territorio para escaladores como lo son Landa y la mayoría de aspirantes a la maglia rosa.