Aunque proscritos de la élite porque fueron ejecutados sin juicio en el altar de chivos expiatorios, los viejos (nombres que aparecían en los titulares de la prensa en los 90) siguen presentes e influyentes en el ciclismo español. Continúa Manolo Saiz, alma máter del gran equipo ONCE, recién regresado a la escena pública con el proyecto de Aldro Team. Pese a las ilusiones renovadas y a la firme promesa de volver al pelotón profesional en dos o tres temporadas, le sigue temblando la voz cuando recuerda todo lo que le quitaron y jamás recuperará.
Continúa Vicente Belda, figura del mítico Kelme, inconfundible por su metro y medio de estatura y sus maneras afanosas. Estos días es el anfitrión de la fiesta del ciclismo: él es quien ha pergeñado el primer Campeonato de España en muchos años que no ha sido ubicado a última hora sino con meses de adelanto.
Lo acogerá la provincia de Alicante y, orgullo de anfitrión, Belda ha colocado el evento principal en su pueblo, Cocentaina. Ahí se disputará la carrera profesional masculina, el sábado en lugar del domingo porque las fuerzas de seguridad tendrán que estar ese día desplegadas en las elecciones y no cortando cruces para una carrera ciclista.
Se antoja que el ciclismo nacional hubiera sabido agradecer el empeño de Belda y los suyos, uno de los grupos más activos del panorama en lo que a mover el deporte se refiere. De repente, aquellos que jamás venían están. Se va a presentar Alberto Contador, ausente desde la cita castellonense de 2011; ganó la contrarreloj, pero la sanción del clembuterol borró el resultado. Estará Purito Rodríguez, que desde que ganó en Cuenca 2007 no había regresado. Incluso Mikel Landa, que jamás había participado aquí.
¿Por qué de repente todas las estrellas del pelotón nacional se unen a Alejandro Valverde, uno que nunca falla, para dar caché a los Campeonatos de España? ¿Será que quieren hacer méritos para entrar en la convocatoria para de Juegos Olímpicos? “Anda que, si ese fuera mi criterio…”, responde socarrón el seleccionador Javier Mínguez.
¿No se les ha dado ningún toque para pedirles presencia, reivindicación histórica de quienes siempre están viendo el histórico desdén de los grandes por esta prueba? “No. Se les pidió en su día y la mayoría hicieron oídos sordos”, resuelve Mínguez. “Este año, en cambio, prácticamente todos han decidido venir espontáneamente”.
Y sin embargo, el duelo en la cumbre sobre recorridos gustosos diseñados para el espectáculo no será retransmitido en directo por televisión. “Han faltado 100.000€”, explican fuentes de la federación. “Teledeporte no se moja con la producción; pedimos un presupuesto para sufragar nosotros el directo y no salieron las cuentas”.
Así, sólo un resumen en diferido llegará el sábado por la tarde a las pantallas. En él se verá la inauguración del jueves en Ibi, donde se disputarán las contrarrelojes femenina y masculina. El evento rey, la profesional masculina, llegará por la tarde. En él participarán Mikel Landa (Sky) y Alejandro Valverde, capitán de una delegación de Movistar en la que especialistas como Jonathan Castroviejo tratarán de quedarse el rojigualda en detrimento de Luis León Sánchez (Astana) o del local Rubén Plaza (Orica-GreenEdge).