Durante el transcurso de la octava etapa del Tour de Francia, Chris Froome no solo venció en solitario convirtiéndose en el nuevo maillot amarillo, sino que también fue protagonista al propinarle un manotazo a un aficionado.
En el ascenso al puerto del Peyresourde, un aficionado con una peluca amarilla y una camiseta de la selección de fútbol de Colombia se situó a la altura del ciclista británico y empezó a correr a su lado. Ante la insistencia y los girtos del seguidor de Quintana, Froome no se lo pensó dos veces, soltó el brazo izquierdo del manillar y se deshizo del seguidor atizándole un manotazo en la cara.