Cualquier carrera de tres semanas da para mucho. Y si es una como la Vuelta, por definición una prueba más descontrolada que el Tour –donde los patrones ejercen un dominio mucho más férreo, y para muestra los últimos años de Sky- todavía más. Una vez acaba la competición es momento de hacer balance y destacar lo más llamativo que nos ha dejado esta carrera. Sobre todo la jornada de Formigal y Lagos de Covadonga han sido las que han decidido, pero más allá de centrarnos en una etapa concreta, aquí están las principales claves de estas 21 jornadas de carrera.
Un duelo por reeditar
Suena repetitivo, pero lo cierto es que uno de los puntos álgidos de 2016 iba a ser el Tour de Francia. El del Sueño Amarillo para Nairo Quintana. Pero no estuvo a la altura. Regresó mejor en la Vuelta y, esta vez sí, pudo con Chris Froome. La carrera fue un duelo a dos con el resto de candidatos como meros invitados, aunque en algunas jornadas no se resignasen a ser simples actores de reparto. Froome tiene 31 años y Nairo 26. Uno en su plenitud, el otro aún con margen para seguir madurando. Tenemos años por delante para repetir este enfrentamiento, y además hay muchas opciones de que vuelva a ser en España. Quintana quiere afrontar pronto el doblete Tour-Vuelta, y Froome ansía ganar el rojo en Madrid.
Contador, gloria sin premio
Seamos realistas. No estuvo al nivel requerido para disputar esta Vuelta. Encima, se dejó un tiempo en la crono inicial por equipos que ya le ponía las cosas difíciles. En Ézaro dio la pincelada que luego se acabó confirmando: estaba un peldaño por debajo de sus principales rivales. Pero como es quien es, tampoco se resignó a convertirse en convidado de piedra. En Formigal lanzó una apuesta que cogió a Froome desprevenido y volcó mucho la balanza en favor de Quintana, que sí estaba en su sitio. Para el madrileño no hubo premio, pero sí la gloria de una afición que lo adora.
Orica: el valor de la táctica
Esteban Chaves se acabó metiendo en el podio gracias, primero, a sus buenas piernas y su mentalidad atacante. Pero también merced al buen trabajo táctico de Orica sobre todo a partir de la segunda semana. Las dos jornadas de alta montaña con muchos puertos fueron dominadas tácticamente por los 'aussies'. En el Aubisque con Simon Yates y, luego en Aitana con el propio Chaves. Ataques desde lejos, corredores en las fugas grandes para servir de puente después… un sobresaliente trabajo táctico.
Una esperanza llamada De la Cruz
El ciclismo español está falto de alegrías estos años. Y cuando aparece un corredor como De la Cruz que gana una etapa –la única española de la Vuelta- el subidón es aún mayor. Pero no sólo eso: el catalán se puso el maillot rojo, lo defendió como un verdadero titán en los Lagos aunque terminase por perderlo y se ha terminado colando en el top 10 de la general como séptimo clasificado. A sus 27 años es toda una experiencia y ha experimentado un tremendo crecimiento estas tres semanas. A él se unen la gran primera semana de Rubén Fernández y la victoria, por segunda vez, de Omar Fraile en la clasificación de la Montaña. Los jóvenes empiezan a volar solos, para gozo del ciclismo patrio.
Donde nacen las estrellas
Hay quien critica la nómina de ganadores de etapa en esta Vuelta a España. En cualquier caso, está claro que muchos de ellos no son nombres de los más conocidos a nivel internacional. Pero Valerio Conti, Lilian Calmejane o Pierre Latour son ciclistas que en el futuro estarán ocupando lugares centrales en las portadas dedicadas a este deporte. Corredores que, como ya ocurriese con Tom Dumoulin o Esteban Chaves el año pasado, se han destapado en la ronda española para el gran público, pero de los que se lleva hablando en los círculos más especializados e internos del ciclismo. Atentos a ellos porque darán mucho que hablar.
Trece ganadores de estreno
De 21 etapas, hasta 13 se las han llevado corredores que nunca habían ganado en una grande. Algunos de ellos veteranos –y ciclistas de gran nivel- que no habían encontrado la gloria en las pruebas de tres semanas, otros jóvenes valores. En total, han sido Latour, Mathias Frank, Robert Gesink, Calmejane, Conti, Simon Yates, Van Genechten, Sergey Lagutin, Jean Pierre Drucker, Gianni Meersman, Jens Keukeleire, Magnus Cort Nielsen y David de la Cruz.
Pasión colombiana
Ya no se trata sólo de Nairo Quintana o Chaves. El ciclismo colombiano, gracias a ellos, ha conseguido el hito de meter a un corredor en el podio de las tres grandes y, además, duplicar en una con primero y tercero. Un punto de inflexión que deja al país latinoamericano en lo más alto de este deporte. Pero además de ellos han estado Darwin Atapuma que se ha vestido cuatro días con el maillot rojo, y Jonathan Restrepo ha rendido a gran nivel con una fuga de gran nivel en la Camperona. Les queda el 'pero' de Miguel Ángel López, que tras su caída en Ézaro tuvo que bajarse de la bicicleta.
Repescas, bolardos y otras oscuridades
Evidentemente, no todo va a ser positivo, y por desgracia también en la Vuelta se han visto episodios que no se pueden repetir más bajo ningún concepto. Por ejemplo, el bolardo sin señalizar contra el que se empotró Kruijswijk en la etapa de Lugo. O la actitud de medio pelotón llegando 20 minutos después del cierre de control en Formigal, así como la pasividad con la que se tomaron la jornada de Urdax. También la controversia entre algunos ciclistas por el recorrido, divididos entre aquellos que aseguraban que el pelotón “quería acabar para no volver” y otros que defendían el modelo de la organización. Hay cosas debatibles y otras, como lo del bolardo, que no pueden volver a darse.
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