Más de 5.000 personas, entre ellas los dirigentes y compañeros del Astana, se concentraron este martes en el campo de deportes de Filottrano, en la región de Las Marcas, para participar en el funeral del ciclista italiano Michele Scarponi, que murió el pasado domingo atropellado por una furgoneta mientras se entrenaba.
Filottrano, la pequeña localidad donde nació Scarponi y por cuyas carreteras se entrenaba, se volcó para dar el último saludo al campeón del Giro de Italia de 2011.
En el campo deportivo de la localidad se instaló el altar para celebrar la misa, que ofició el cardenal Edoardo Menichelli. El féretro, sobre el que se colocó uno de los maillot del Astana, fue acompañado por un fuerte aplauso entre los asistentes, entre los que se encontraban los dirigentes y todos los compañeros del equipo de Scarponi como Stortoni, Segan, Petacchi, Tosatto, Benatti, Sabbatini, Capecchi. También participó el presidente de la Federación Italiana de Ciclismo, Renato Di Rocco, y el exfutbolista y entrenador Roberto Mancini, gran aficionado del ciclismo y nacido en Las Marcas.
En primera fila, la mujer de Scarponi y sus hijos gemelos, de 5 años, y el resto de familia del ciclista, como su hermano, que leyó un emocionante discurso sobre la historia y los orígenes de Scarponi.
Scarponi perdió la vida pasadas las ocho de la mañana, cuando fue arrollado por una furgoneta en un cruce de calles, que le golpeó frontalmente provocando su muerte inmediata. El ciclista, que se hizo con el Giro de Italia en 2011 después de la sanción al español Alberto Contador, había sido elegido capitán del equipo Astana para el próximo Giro de Italia, del 5 al 18 de mayo, tras la lesión de su compatriota Fabio Aru.
"Ciao capitano" (Adiós capitán), comenzó su recuerdo durante el funeral también un conmovido Davide Cassani, exciclista y seleccionador italiano y que habló en representación del mundo del ciclismo. "Has muerto como capitán, pero capitán lo has sido siempre", dijo Cassani, quien repasó la carrera del corredor italiano, pero también su generosidad como "gregario".
Cassani despidió a Scarponi como uno de los mejores del pelotón, por la generosidad que siempre derrochó durante su carrera y, de forma especial, por su buen humor. Una cualidad que le valió el cariño de sus compañeros y de la mayor parte de los aficionados al ciclismo. Cariño hacia él y hacia su loro Frankje, fiel compañero de fatigas durante las interminables horas de entrenamiento, como el propio ciclista dejó reflejado en sus redes sociales.