Tom Dumoulin ha empezado el Giro de Italia de 2018 de la misma forma en la que terminó la pasada edición: con la maglia rosa. El ciclista holandés del Sunweb se llevó la etapa prólogo que dio inicio a la carrera este viernes en Jerusalén con gran facilidad: último en tomar la salida de la contrarreloj, finalizó primero con un tiempo de 12' 02", dos segundos mejor que el del australiano Rohan Dennis y el belga Victor Campenaerts [Así te hemos contado la primera etapa del Giro].

Aunque la mayor renta fue la obtenida con respecto al otro gran favorito para llevarse la Corsa Rosa, Chris Froome, ya que el vigente ganador de la prueba le sacó 37 segundos al británico. Quizá influido por la caída sufrida por la mañana en el mismo escenario de la crono, el líder del Sky perdió un tiempo considerable para tratarse del día inicial de la carrera. De hecho, ni siquiera se clasificó entre los 20 mejores corredores de la jornada: acabó vigesimoprimero.

Tampoco fue el día más lúcido para otros dos hombres llamados a, quizá, animar la carrera: Thibaut Pinot perdió 33 segundos y Fabio Aru cedió 50. Aún salió peor parado Miguel Ángel López (56"). Tal fue la exhibición de Dumoulin, que rodó a una velocidad de 48,3 kilómetros por hora para batir el mejor tiempo provisional que había marcado Dennis. Mientras él volaba sobre el trazado de Tierra Santa, Froome nunca dio la sensación de poder disputar el triunfo [Así está la clasificación general del Giro].

La mejor noticia para el ciclismo español fue la sexta posición de Pello Bilbao, que acabó a 18 segundos de Dumoulin. El golpe sobre la mesa del campeón del mundo desde el minuto uno inicia una guerra que se prolongará hasta el próximo 27 de mayo. En tan sólo 9,7 kilómetros, el neerlandés ha dejado claro que peleará por emular a Miguel Indurain y ganar dos Giros consecutivos. De momento, la jugada le ha salido a la perfección: líder a la primera.

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