En el segundo día de montaña en los Alpes llegó la primera exhibición de SKY. Faltaban solo 600 metros para la línea de meta, Mikel Nieve (MTS) marchaba en cabeza y Geraint Thomas estaba a medio minuto del español. El ciclista de SKY atacó y se llevó la victoria y el maillot amarillo, ese que durante algunos minutos de la etapa iba a recaer en Alejandro Valverde (Movistar). [Así te hemos contado la undécima etapa del Tour de Francia].
En una etapa corta como la de este miércoles, de 108,5 kilómetros, una escapada nada más comenzar podía llevarse el premio del día. Lo sabían casi todos. Lo vieron ayer. Más de 30 ciclistas aprovecharon el Montée de Bisanne (HC, 12,4 km al 8,2%) para sacar más de tres minutos al grupo de los favoritos, que comenzó la etapa con la misma idea que el martes: guardar fuerzas y medirse en el último puerto. Esta vez sí que les funcionó.
Marcaron su ritmo. Fueron dejando a algunos de sus rivales fuera de carrera. El primero que cedió fue Greg Van Avermaet (BMC), que el martes ya avisó que esta etapa sería su última con el maillot amarillo.
Pero cuando el belga cedió, Valverde aprovechó las mediciones entre los líderes para probar un ataque. Nadie le siguió. Delante, en la escapada, tenía a su compañero Marc Soler, que se descolgó para apoyarle y llevarle lo más lejos posible. Llegaron a sacar 2 minutos al grupo de los favoritos tras subir el Cormet de Roselend, ese puerto en el que el murciano consiguió su primera victoria de etapa en el Tour hace ya 13 años.
En esa bajada se relajaron. Aprovecharon para comer y beber. Tom Dumoulin (SUN), en cambio, prefirió atacar en el descenso y les cazó en las faldas de La Rosière. Quedaban 17,6 kilómetros de subida y la situación era la siguiente: en cabeza, un grupo de cuatro corredores entre los que se encontraba Mikel Nieve; después, Jesús Herrada y Dani Navarro, los dos españoles de Cofidis; un poco más atrás, Valverde, Soler y Dumoulin; y, a medio minuto, el resto de favoritos con Castroviejo tirando de SKY para reducir distancias.
El equipo británico, que siempre marca el ritmo de la carrera, metió una marcha más. Dumoulin, que les veía llegar, avisó a Valverde para que colaboraban pero el murciano, que en el puerto anterior estuvo bromeando con Alaphilippe, ya no podía más. Nieve, sin cambiar el ritmo, sacaba un minuto al grupo de los favoritos a 6 kilómetros de meta.
Entonces atacó Thomas. Los favoritos solo miraron a Froome. Él es el objetivo a batir y si el no se mueve, aquí nos quedamos. El gales se juntó con Dumoulin y siguió remontando. Estaba a 30 segundos de Nieve a falta de 3 kilómetros. A 20 segundos cuando solo quedaban 2000 metros. A su nivel a falta de 300 metros. Por delante en la línea de meta.
También atacó el tetracampeón del Tour. Froome sacó tiempo a todos sus rivales, menos a Dumoulin, con quien cruzó la meta, y ya es segundo en la general. A partir de ahora le basta con jugar a la defensiva, como ha hecho en todas sus victorias.
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