Egan Arley Bernal Gómez nació el 13 de enero de 1997 en Bogotá, Colombia. Desde el día siguiente de su venida al mundo, Bernal ya era ciclista. En ser un campeón solo tardó unos años más, pero pocos, ya que el cóndor de Zipaquirá se ha convertido, a sus 24 años, en el mejor ciclista latinoamericano de toda la historia. Y eso, teniendo en cuenta que su carrera deportiva acaba de empezar, es un gran logro.
De tierra de escarabajos, Bernal es mucho más que eso como acaba de demostrar en el presente Giro de Italia, carrera que ha dominado con puño de hierro para volver a colocarse entre los mejores del mundo. Bernal no solo es bueno cuando la carretera se empina y los ciclistas se retuercen. Tiene una gran facilidad para colocarse dentro del pelotón en los momentos delicados, goza de una punta de velocidad que le permite sacar segundos en cualquier rincón y además es potente y hábil sobre la 'cabra'. Por ello, es uno de los ciclistas más completos del mundo y un favorito siempre para las grandes vueltas.
Despejando las dudas
Pocas victorias en su carrera le habrán dejado mejor sabor de boca que este Giro de Italia. Seguramente incluso por encima del Tour de 2019, su primer gran logro. Esta batalla por la 'Maglia rosa' ha sido la de la rabia, la del honor y la de la casta de un campeón al que muchos dieron por muerto a las primeras de cambio. Su 2020 fue un auténtico calvario, pero Egan ha sido rehacerse para resurgir de sus propias cenizas como el Ave Fénix. Volando en sus días buenos y resistiendo en sus días malos, Bernal ha ganado un Giro que le sirve para, entre otras cosas, despejar todas las dudas.
El corredor colombiano ha reconocido en varias ocasiones que los dolores de espalda que padece de manera crónica no han desaparecido del todo. Bernal tiene una pierna casi dos centímetros más larga que la otra, lo que le provoca una escoliosis. Uno de sus discos vertebrales presiona al nervio que va hacia el glúteo y hacia la pierna, provocando que el dolor se extienda, algo que como él mismo ha afirmado, lleva sintiendo muchos años, pero nunca a la intensidad de lo sufrido durante el Tour 2020.
Sin embargo, ha hecho un trabajo incansable con su equipo médico para que estos dolores remitan y, además, para aprender a seguir compitiendo a pesar de estas molestias. Con esta incontestable victoria, Bernal ha borrado todas las dudas que había sobre su presente y sobre su futuro. A pesar de haber tenido un año malo, el de Bogotá ha vuelto a situarse en lo más alto demostrando su valía como ya lo hizo en el año de 2019, el de su explosión vestido de amarillo en el Tour de Francia.
Nada más agarrar el rosa, maillot que desde entonces no ha soltado, Bernal rompía a llorar de la emoción con la necesidad de soltar todo lo que había padecido durante estos meses. Llegó al Giro casi sin competir y ha demostrado que su calidad y que su clase están fuera de toda duda. Esos problemas de espalda seguirán y le darán mayor o menor lata, incluso se podrán repetir situaciones como la del 2020, pero lo que nadie podrá poner en duda jamás es que Bernal es uno de los grandes y que está en el ciclismo para hacer historia.
Un Giro 'todoterreno'
Si por algo va a ser recordado este Giro de Egan Bernal es por su capacidad para adaptarse a cualquier situación de la carrera y a cualquier terreno que le presenta el recorrido. Y eso no lo hace un ciclista que está acabado ni lesionado. Eso lo hace un campeón con mayúsculas. Cierto es que Egan no ha arrasado, a pesar de que ha terminado con una renta considerable en la clasificación general. También ha tenido sus momentos de debilidad y ha sido precisamente ahí donde ha demostrado toda la raza y todo ese gen de campeón que lleva dentro. Mientras otros hubieran perdido minutos por dejarse ir a merced de los bajones, él se ha agarrado a cada centímetro de asfalto para volver a esperar su momento.
Se podría decir que Bernal ha sido el mejor ciclista en la montaña. Desde el primer día, con aquel sorprendente ataque de Mikel Landa en la etapa 4 con final en Sestola, Egan siempre ha estado con los mejores. El de Murguía tuvo que decir adiós a la carrera y Bernal siguió con su paso triunfal en unas dos primeras semanas en las que estuvo imperial. Primero doblegó al que parecía ser su primer rival, Remco Evenepoel, y después fueron pasando por sus fauces oponentes como Caruso, Ciccone, Simon Yates, Vlasov, Carthy, Almeida y quien se pusiera por delante. En las alturas nadie pudo con él.
Así lo demostró en Ascoli Piceno, en el Zoncolan o en el Passo Giau, en esa famosa etapa que se tuvo que recortar por las malas condiciones climatológicas. Sin embargo, sus mayores exhibiciones, quizás también por inesperadas, han estado en el sterrato italiano donde Bernal ha sacado su casta de corredor de mountain bike. Las etapas de Campo Felice y Montalcino han sido las dos grandes jornadas en las que Bernal empezó a cimentar su victoria en el Giro de Italia, una victoria todoterreno.
Por si esto fuera poco, el líder del Team INEOS Grenadiers ha contado con el equipo más fuerte de la carrera al que ha sabido usar en todos los terrenos y el que le ha empujado para conseguir su victoria. Ya fuera creando abanicos en subidas y rompiendo la carrera en las carreteras blancas, los Ganna, Castroviejo,Moscon y sobre todo Daniel Felipe Martínez han sido un apoyo impagable para él. Por no sufrir, ni siquiera ha sufrido contra el crono.
El rey de Colombia
Este triunfo de Egan Bernal no solo le sirve para callar bocas y tapar críticas, o para despejar las dudas sobre su situación física real. Le sirve incluso para algo más que confirmarse a sí mismo que está de vuelta y que es uno de los mejores. Con esta victoria, Egan Bernal toma de lleno el cetro del ciclismo colombiano, una posición muy codiciada a lo largo de la historia del deporte de la bicicleta.
Con esta victoria en el Giro de Italia, Bernal escribe su nombre en lo más alto de la lista de grandes ciclistas de su país, con solo 24 años y con toda una carrera por delante. Con eñ triunfo en Milán, Egan se convierte en el tercer ciclista latinoamericano en ganar el ganar la 'Maglia rosa' tras Nairo Quintana y Richard Carapaz. Además, es el segundo colombiano que lo logra tras el ciclista del Arkea.
Después de levantar el trofeo Senza Fine en Milán, Egan ha sumado su segunda victoria en una gran vuelta, igualando así a Quintana como el ciclista que más triunfos de este tipo atesora en su palmarés. Nairo venció en el Giro de 2014 y en La Vuelta de 2016, pero nunca ha conseguido triunfar en el Tour de Francia, algo que sí consiguió Bernal en su segunda participación en la ronda gala. Por ello, con su nuevo triunfo, el jefe del equipo INEOS Grenadiers asalta por pleno derecho el trono del ciclismo colombiano por encima de nombres como el del propio Nairo Quintana el de míticos como Lucho Herrara, ganador de La Vuelta en 1987, o el de Fabio Parra, con varios podios en grandes vueltas.
Dentro de un país que vive el ciclismo con gran pasión y que siempre ha tenido nombres de mucho peso en la montaña como los de Rigoberto Urán, Esteban Chaves o 'Superman' López, el de Egan Bernal vuelve a resonar con toda la fuerza del mundo y es que el cóndor de Zipaquirá vuelve a alzar el vuelo con la mirada puesta en los primeros puestos y con la mente llena de sueños por cumplir.
La Triple Corona
Nadie sabe lo que le va a deparar el futuro a Egan Bernal aunque viendo su gran potencial y su corta edad, es difícil pensar que este éxito cosechado en el Giro no se vaya a repetir más veces a lo largo de su carrera. Quien sabe si volverá a acudir a la carrera italiana para revalidar su título el año que viene o si a partir de ahora centrará todos sus esfuerzos en llegar siempre lo más lejos posible en el Tour de Francia.
Lo que está claro es que tras haber ganado en Italia y en también en la ‘Grand Boucle’, Bernal está a un paso de poder completar un reto mayúsculo, el de la Triple Corona del ciclismo moderno, ganar las tres grandes vueltas. Con un Giro y un Tour en el bolsillo, el único junto a Eddy Merckx capaz de hacerlo antes de cumplir 25 años, triunfar en La Vuelta es un reto que, tarde o temprano, tendrá que afrontar. Hasta el momento, solo siete ciclistas han conseguido poner estos tres títulos en su palmarés. Si Bernal culmina este reto, uniría su nombre al de leyendas como Jacques Anquetil, Felice Gimondi, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Alberto Contador, Vincenzo Nibali y su expcompañero Chris Froome.
Este reto podría tener pronto su primera oportunidad de cumplirse ya que tras triunfar en Italia y después de anunciar que este año no contempla correr el Tour de Francia, la Vuelta a España es una posibilidad que se dibuja con mucho peso en su futuro. De conseguirlo, sería el más joven en la historia en ganar la Triple Corona. Ahora tiene meses por delante para poder descansar y para poder volver a prepararse para su gran objetivo.
Además, puede ser el momento de volver a afrontar grandes luchas contra enormes rivales. A muchos los habrá tenido ya en este Giro, algunos sin opción de brillar como Mikel Landa o Remco Evenpoel. Sin embargo, otros pueden llegar procedentes del Tour de Francia. Tadej Pogacar ya ha reconocido que tiene la carrera española como objetivo y Primoz Roglic no descarta volver a España para defender su trono de las últimas dos ediciones. De ser así, Bernal tendría su primer gran duelo contra todos ellos en una carrera que puede ser épica y que le podría servir para cerrar el círculo de la Triple Corona junto con los otros siete magníficos.
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