Óscar Pereiro: "¿Ayuso y Carlos Rodríguez? En unos años vamos a tener corredores ilusionantes"
EL ESPAÑOL habla con el campeón del Tour 2006 sobre la Vuelta a España, la situación del Movistar Team y el papel de España en los Mundiales.
18 septiembre, 2021 23:47Noticias relacionadas
Habían pasado once años sin victorias españolas en el Tour de Francia hasta que llegó un joven pontevedrés para hacer historia. Fue en el año 2006 cuando Óscar Pereiro (Mos, 1977) consiguió tocar el cielo y alcanzar la cima del ciclismo mundial. Su nombre quedará escrito para siempre en las páginas más brillantes del universo de la bicicleta y es que consiguió ser el primer español tras Miguel Induráin que se hacía con el maillot amarillo de la Grand Boucle.
No pudo disfrutar de él hasta el 15 de octubre del año 2007, cuando recibió su merecido homenaje en Madrid después de haber sido declarado vencedor de la ronda francesa el 20 de septiembre de ese mismo año tras el positivo de Floyd Landis. Con ese triunfo se dio el pistoletazo de salida a la segunda mejor racha de triunfos nacionales en el Tour, ya que después llegaron las victorias de Alberto Contador en 2007, 2009 y 2010 y entre medias la de Carlos Sastre en el año 2008.
Ahora, ya retirado de la bicicleta, Pereiro sigue siendo una persona muy activa. Se ha pasado a la radio y a la televisión para seguir comentando los deportes que más le gustan, el ciclismo y el fútbol, pero todavía sigue dando pedales y muy ligado al pelotón.
Cuando no figura en actos de grandes marcas como embajador se sube a la caravana de La Vuelta para recorrer la carrera española de la mano de Ecovidrio, patrocinador de la prueba. Este año incluso ha podido participar en el diseño del recorrido de la ronda nacional creando al trazado que constituiría la vigésima y penúltima etapa, con salida en Sanxexo y final en Mos, Castro de Herville. Óscar habla con EL ESPAÑOL para repasar lo que ha sido la carrera, su nuevo papel como personaje multidisciplinar y el momento del ciclismo español en vísperas del Mundial de Flandes.
¿Qué significa para ti tener la oportunidad de seguir La Vuelta tan de cerca con una compañía como Ecovidrio que mira tanto por el medioambiente, un tema que están tan de actualidad?
Para mí es un placer, sobre todo después de llevar tantos años. Yo soy el primero al que Ecovidrio le hizo un favor enorme en cuanto a cultura del cuidado medioambiente y entender el porqué de la importancia del reciclaje, de que todos seamos conscientes de que un pequeño gesto puede ayudar a salvar el planeta. Estoy contento, pero más que eso es que hay que explicar que Ecovidrio no es un patrocinador al uso. Es un colaborador que propone ideas cada año y cada edición añadimos cosas a La Vuelta porque siempre vamos a más. Ha quedado una Vuelta a España increíble en cuanto a ese reflejo medioambiental de por qué tenemos que hacer las cosas y cómo tenemos que hacerlas.
¿Cuánto bien crees que le hacen al ciclismo como deporte estos proyectos como los que lleva a cabo Ecovidrio que intentan limpiar la imagen que se ha vendido de que era una disciplina que dañaba el medioambiente por sus residuos?
Es cierto que la Unión Ciclista Internacional ya lleva un par de años poniendo medidas contra los residuos, sobre todo con los bidones que podían quedar olvidados, algo que por otro lado es prácticamente imposible porque siempre son como un trofeo o un tesoro para el público. Pero también están los papeles de las barritas y demás que antes, yo el primero, lo tirábamos, ahora ha cambiado todo eso.
Primero porque la UCI así lo rige, ya que ahora hay unos puntos limpios donde todos los ciclistas tiran sus desechos de lo que van consumiendo durante la etapa. Pero Ecovidrio lo que hace es, además de darle visibilidad, organizar la recogida de todos estos desechos. El bien que hacen con estos trabajos es darle visibilidad para que en el futuro nuestros hijos no tengan que ver un cartel de recicla o de tira aquí tus desechos, sino que lo entiendan como algo natural después de haber vivido muchos años de una manera que no era la adecuada.
¿Desde dentro del ciclismo, en algún momento se ha visto esta amenaza como un ataque peligroso al deporte como lo han sido otros históricamente otros como el dopaje o la precariedad económica?
No, no, para nada, o yo por lo menos no lo he sentido así en ningún momento. Sí que es verdad que había cosas instauradas desde hacía muchísimos años y que había que cambiar, pero creo que nadie se ha sentido atacado así como en el tema del dopaje sí se puso al ciclismo como el deporte feo o que pagó más los platos rotos.
¿Se ha exagerado, sobre todo desde la UCI, con la polémica de los bidones? ¿Provoca eso una ruptura peligrosa con los aficionados que siguen las carreras a pie de carretera?
Yo no sé hasta qué punto afecta eso, pero lo cierto es que no podía quedar ningún desecho en la carretera y en ese aspecto se ha trabajado bien. Pero sí que es verdad que dónde va a estar mejor un bidón que en la casa de un aficionado que muchas veces son museos de todo lo que recogen a pie de carretera. No hay ningún ciclista, salvo porque pilles un bache o se te caiga involuntariamente, que tire un bidón donde no haya gente porque sabemos el valor que tiene para los aficionados el poder llevarse un recuerdo así.
Creo que hay que luchar porque no queden desechos en la carretera, pero a la vez me parece absurdo que esos bidones en lugar de ir a un centro de reciclaje no vayan a las casas de las personas y que no se pueda mantener ese hilo tan bonito que había en este deporte con el espectador. Mantengamos la cultura del cambio y la sostenibilidad, pero hasta el punto de no llegar a fastidiar ese matrimonio tan bonito que hay entre ciclista y aficionado.
¿Cómo le llega al ciclista ese momento de ver que hay personas esperando durante horas para verles pasar un segundo y poder recoger algo que para él no deja ser de un desecho o incluso un peso en la bici?
Yo lo sentía como cuando tenía 12 años y fui a ver mi primera carrera profesional y sentí eso. El mero hecho de saber que hay millones de aficionados en las cunetas durante todas las grandes carreras y que solo hay 200 ciclistas en el pelotón con bidones, entonces va a ser un premio para llevarse a su casa. Yo recuerdo esa felicidad que tuve la primera vez que conseguí un bidón de un ciclista profesional y es la leche.
Cuando ya eres corredor había muchos momentos en los que tú lo tirabas sin saber muy bien quien lo iba a recoger, pero sabes que al menos vas a hacer feliz a una persona. Es una satisfacción muy grande y creo que no se debería romper eso. Luchemos por la limpieza y la sostenibilidad, por cuidar el planeta, porque el ciclismo sea ese deporte que no contamina, pero no rompamos el patrimonio ni esa historia tan bonita con el aficionado.
¿Cómo has vivido esta Vuelta a España?
Fue una Vuelta a España que una vez más ha estado muy disputada y abierta hasta el final. Es cierto que Roglic le ha cogido el gusto, el cariño y el tacto a esta prueba que ya ha ganado en tres ocasiones seguidas. Quizás este año ha sido la vez que más ha podido dominar y que llegó más tranquilo a la parte final. Tenemos que empezar a darle el valor que merece a Roglic por todo lo que está haciendo este corredor. Me parece un referente mundial y que La Vuelta la está ganando uno de los mejores corredores del momento.
A nivel de disputa me pareció increíble incluso la penúltima etapa de montaña fue espectacular, una lucha de líder a líder, tuvimos el altercado también de Miguel Ángel López. Al final lo que quería La Vuelta es que hubiera disputa hasta el último día y eso se está consiguiendo. Hay unas expectativas enormes, las cumples y encima te gana la carrera uno de los mejores del mundo pues simplemente hay que aplaudir y soñar con que el año que viene sea igual.
¿Qué sensación tuviste al ver todo lo que se produjo en la famosa etapa de Mos? ¿Te lo esperabas? ¿Te supuso orgullo especial?
Es un poco fantasmada, pero claro que me lo esperaba, me lo esperaba desde el mes de diciembre cuando Javier Guillén me dijo que tenía todo el permiso para montar una etapa donde tú consideres que puede pasar algo diferente. Y yo en diciembre tenía en mi cabeza que a 50 kilómetros de meta iba a ser una carrera de líderes.
Evidentemente los corredores han puesto su 'granazo' de arena porque si ellos no quieren no hay ninguna etapa que sea espectacular. Había recorrido y los corredores quisieron. Y todo lo que yo tenía en la cabeza durante meses estaba pasando.
Me sentía orgulloso, me sentía feliz, contento… es una pasada ya solo que una prueba del nivel de La Vuelta te deje montar un recorrido y a partir de ahí que se pueda cumplir eso que tienes en la cabeza es lo máximo. Me pareció una etapa increíble y que estaba diseñada para que se pasara lo que pasó.
Ese día se produce la gran polémica del equipo Movistar, ¿qué pensaste cuando te enteraste de todo lo que había sucedido con ‘Superman’ López?
Yo estaba en la radio y lo estábamos narrando segundo a segundo. Fue todo un poco extraño porque RTVE tenía una moto de carrera, pero sin cámara e iba informando de alguna manera de lo que estaba pasando, pero no había imagen entonces no sabía si se encontraba mal, si estaba discutiendo de verdad, si se bajaba de la bicicleta.
Al principio entendí que Miguel Ángel López tuvo un error de decisión en el momento clave del día. A partir de ahí, la frustración que uno puede tener te puede llevar a que te puedan los nervios y comentas el error que cometió de renunciar a seguir. Pero ya en el momento en el que Imanol Erviti, Patxi Vila y todos los que allí estaban intentan convencerle y no se sube a la bicicleta de nuevo dices se va a liar. Uno puede perdonar un ataque de estrés, de impotencia, de frustración, pero ya cuando la cosa se va enfriando y aún así no respetas la marca, a tu equipo y a la carrera… sabía que se iba a liar sinceramente.
Creo que todos entendimos que se parara porque es un corredor con mucho carácter y con una manera de ser muy echada para delante, que eso también le da victorias que otros no tienen, pero se equivoca, primero en la decisión de no salir a por el cuarto y el quinto de la general y a partir de ahí su cabeza hacer 'crack' y el error más grande está cuando no se deja convencer para seguir.
Después de todo lo que había pasado y de las declaraciones que habían hecho compañeros como Imanol Erviti o Enric Mas, ¿le veías fuera del equipo por la pérdida de confianza que podía generar en el grupo?
Miguel Ángel López llega a Movistar con la condicional. Sabemos todos lo que pasó en Toledo cuando criticó al equipo y a Valverde y venía un poco como sí, pero vamos a dejarle aquí a prueba. Creo que de alguna manera consiguió convencerles, al menos así lo vi yo desde fuera, sobre todo cuando trabajó en Dauphiné para que Valverde ganara aquella etapa.
De esa forma consiguió de alguna forma que sus compañeros olvidaran aquel altercado, pero sinceramente después de lo que pasó en La Vuelta, de esta reincidencia y sobre todo cómo fue, directamente contra el patrón del equipo en carrera como era Imanol en ese momento, el propio Rojas que venía reventado y aún así cuando vio a Miguel Ángel en ese grupo por orgullo se puso a tirar sabiendo que no iba a ningún lado… Sinceramente creo que es un matrimonio que estaba roto.
Si seguían juntos era porque a nivel contractual no podían ser capaces de romperlo, pero lo que pasó es un episodio difícil de olvidar porque todos son compañeros. Tú con el líder que te responde vas a muerte con él, pero ese episodio va a dejar secuelas. Estaba convencido de que si los dos podían de alguna manera separarían sus caminos, no había armonía.
Yo no descarto que Enric Mas gane una gran vuelta incluso contra los mejores
'Superman' fue la parte negativa de Movistar y Enric Mas la positiva, ¿qué opinas de su Vuelta? ¿Es posible que gane a Roglic, o hay que buscar carreras en las que no estén él, Pogacar o Bernal?
A mí lo que me parece es que Enric está confirmando todo lo que se venía diciendo de él desde hace unos cuantos años cuando apareció en aquella Vuelta a España que acabó siendo segundo ganando la etapa de La Gallina. Va a su primer Tour con Deceuninck y se da de morros porque no le sale bien, ficha por Movistar y es verdad que hace un buen año, de crecimiento, pero yo creo que este año tanto el Tour como La Vuelta le reafirman como un corredor de los top a nivel mundial y como el referente en España.
Es verdad que en las cronos vemos que le está faltando un poco, pero en montaña está yendo con ellos. Yo no descartaría que Enric tenga en sus piernas y en su cuerpo una gran vuelta estando incluso estos. Es verdad que a veces le falta sorprender porque los rivales saben un poco cómo actúa, que es un corredor muy regular que en la tercera semana aguanta muy bien, pero le falta que los rivales le tengan el temor de que en cualquier momento pueda liarla. Quizás es demasiado previsible.
Ha dado un paso muy grande y el año que viene tendrá que ser evidentemente el momento de dar ese pequeño salto que le falta para intentar luchar de tú a tú con Roglic, porque Pogacar sinceramente estando al nivel que está yo no veo a ningún corredor que le pueda hacer sombra, si no tiene ningún problema está un punto por encima de cualquiera.
Cerrando el capítulo de Movistar está la renovación de Valverde, ¿puede ser peligroso que alargue demasiado su carrera o la opinión generalizada de que se ha ganado el derecho de hacer lo que quiera puede con todo?
Lo primero es que Alejandro sigue estando a grandísimo nivel. Evidentemente no le podemos pedir que siga ganando 20 carreras al año porque la edad está ahí, pero tiene un nivel increíble. Tiene que enfocar un poco los objetivos como ha hecho este año, ir al Tour de Francia a echar un cable a los demás e intentar cazar la etapa como casi estuvo a punto de hacer en Andorra.
Yo le tengo muchísimo cariño, hemos sido compañero durante muchos años, somos amigos y yo pienso como la gran mayoría, que se retire cuando quiera, cuando deje de disfrutar de la bicicleta. Para mí todo lo que nos pueda dar ahora, pero ya desde hace un par de años, cada victoria que pueda conseguir, es una celebración para todos. Es verdad que cumple años, pero ¿cuántos ciclistas españoles tenemos que caminen más que él? Si este año no se cae en la famosa etapa del Balcón de Alicante estaba otra vez con los mejores.
Yo creo que tiene todavía nivel para hacer lo que le dé la gana. Cuando él se vea que realmente ya no aporta nada o que no le apetece entrenar o que en cien días de competición no tiene ninguna oportunidad de luchar por la victoria, yo creo que él va a ser el primero que se aparte a un lado. Alejandro es una bendición, tenerlo ahí es una suerte para todos. Nos daremos cuenta de la importancia que tiene incluso con 41 años cuando se retire.
Mi generación empezó a montar en bici por Miguel Induráin y ahora tenemos que esperar a los que empezaron por Contador
Para una persona como Óscar Pereiro que le ha dado éxitos al ciclismo español, ¿es duro que se haya cerrado una temporada sin victorias en las grandes o la imagen dada en los Europeos de Trento?
Uno es patriota y a mí me gusta ver ganar a los míos también. Yo soy una persona que disfruta viendo a Evenepoel, a Alaphilippe, a Valverde, a Enric Mas, a Roglic… a cualquiera, me da igual la nacionalidad cuando un tío camina y te da espectáculo. Pero es cierto que cuando gana un español lo vives de otra manera, por lo menos yo así lo siento.
No me da rabia, pero es sorprendente y algo tenemos que hacer porque hay un vacío después de esa generación de 'Purito', Sastre, Samuel Sánchez, Contador, Valverde, Óscar Freire o yo mismo porque éramos hijos de Induráin. Nosotros empezamos a montar en bicicleta por Miguel y ahora tenemos que esperar a los que empezaron a montar en bicicleta por Contador. Hay una generación perdida, no sé si por calidad o cantidad, pero no ha llegado a la élite.
Es una alerta de que tenemos que trabajar la base para que haya la cantidad que había antes y que el nivel cuando lleguen a profesionales sea el que era antes. A veces envidio a los Países Bajos o a Bélgica o ahora Eslovenia porque tienen tantos corredores jóvenes saliendo y yendo hacia delante y eso es porque hay apoyo en la base. Así se transforma la cantidad en calidad y a partir de ahí poder tener a grandes campeones. Ha pasado en Francia después de Hinault, de Fignon… y España, no a tanto nivel, pero ha perdido protagonismo en las grandes carreras.
¿Está ese nuevo protagonismo en nombres como Juan Ayuso o Carlos Rodríguez?
Están teniendo una carrera prematura espectacular. Ayuso lo hemos visto ya en profesionales después de ganar el Giro Sub23 y se planta en una Clásica de San Sebastián con los mejores a falta de pocos kilómetros. Carlos Rodríguez estamos viendo que está creciendo, Javier Romo también es otro corredor como la copa de un pino. Yo creo que sí, que en tres o cuatro años vamos a tener corredores dando batalla e ilusionándonos a todos.
Nos tenemos que olvidar del favoritismo que tuvimos durante tantísimos años, ahora somos una Selección que tiene que jugar a otra cosa
¿Puede haber en el ciclismo español un problema de base para adaptar los corredores del futuro a los nuevos perfiles que están triunfando como Roglic o Pogacar y que se aleja del escalador clásico que ha habido siempre?
De momento seguimos teniendo la cultura del vueltómano y a los hechos me remito. En España tuvimos a un tío que ha conseguido ser tres veces Campeón del Mundo, que ha ganado la Milan-San Remo, la Flecha Brabanzona, que ha ganado Clásicas de mucho nivel y no veo que la gente ponga al mismo nivel a Óscar Freire que a Alberto Contador o Miguel Induráin, gente que ha ganado en las grandes vueltas.
Las comparaciones siempre son odiosas, pero el mérito de lo que hizo Óscar Freire para mí no está valorado como realmente se merece. Y es porque hay una cultura de vueltómanos más que del corredor todoterreno. España ahora mismo no tiene corredores por ejemplo que se dediquen a intentar ser Campeón del Mundo de contrarreloj como Iván Gutiérrez, Toni Tauler, Abraham Olano o el propio Castroviejo. En España hemos tenido corredores que querían ganar cronos y ahora no tenemos esa figura.
Tenemos a García Cortina un poco con la ilusión de ganar Roubaix, de ganar Flandes, las Clásicas del Norte, pero yo creo que todavía la referencia que tenemos todos desde pequeñitos son las grandes vueltas. No es un problema de fortaleza, es un problema de cultura que es distinta a la de Bélgica o Países Bajos y eso está en la cabeza de todos, de los aficionados, de las marcas, de los sponsors, de las autonomías. Todos valoran más una vuelta de tres semanas que una clásica de un día.
¿Qué se puede esperar de España en el Mundial de Flandes? ¿Se puede dar la sorpresa?
Las referencias que tenemos de las últimas competiciones a nivel de selecciones no son buenas. La última a nivel de sensación que yo sí tuve esperanza por el corredor que era fue en los Juegos Olímpicos con Valverde, pensaba que sí podía dar ese último o penúltimo gran golpe y estar disputando la carrera, creía que íbamos a ser protagonistas.
Sinceramente, creo que nos tenemos que olvidar del favoritismo que tuvimos durante tantísimos años, ahora somos una Selección que tiene que jugar a otra cosa. ¿Que Iván o Aranburu pueden sorprender en un grupo pequeño? Óscar Freire nació así en Verona como corredor a nivel mundial. Pero creo que ahora somos una selección de transición y que tiene que sorprender. No creo que haya nadie en ninguna de las selecciones que tienen corredores para ganar el Mundial que tengan con cinco estrellas a la selección española. No es una crítica, es algo que hay que asimilar porque no tenemos lo que teníamos y tenemos que construir el futuro.
¿Se atreve Óscar Pereiro con un favorito para el título?
Es un Mundial tan extraño que hay un abanico de corredores muy grande para ganarlo que es muy complicado. Pero Van Aert es el nombre, si vemos como está y lo que ha hecho en el Tour de Gran Bretaña pues debe estar en la lucha por la carrera segurísimo. A partir de ahí es muy complicado y más con el nuevo formato que entró hace años con selecciones con pocos corredores para controlar la carrera. Mi nombre es Van Aert.
¿Qué opinas de que corredores como Roglic o Pogacar accedan a ir al Mundial? ¿Le da mayo grandeza eso?
El Mundial es la carrera más complicada de predecir quien puede ganar porque hay muchos factores que pueden alterarlo todo, pero corredores como Pogacar o Roglic que son potentes también tienen opciones. Un Mundial es muy complicado.
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