El ciclismo mundial vive, en cierto modo, bajo la tiranía de un genio que parece dispuesto a romper todos los récords históricos establecidos. Nació en Eslovenia, concretamente en Klanec, Komenda, hace solo 23 años, pero ya es un auténtico fuera de serie. En apenas dos ratos en el pelotón internacional y en la élite del deporte, ya ha conseguido lo que muchas estrellas en toda su carrera deportiva.
Este curso ha sumado la segunda grande a su palmarés y su tercer podio en una vuelta de tres semanas. El esloveno no ha participado en una gran carrera sin haberse subido a alguno de los cajones de honor y sin sumar alguna victoria de etapa. Es un portento tan único que a veces humilla a sus rivales, deportivamente hablando, porque parece que gana por inercia.
En su estreno en una carrera de tres semanas en La Vuelta de 2019 consiguió subirse al tercer escalón del podio por detrás de Primoz Roglic y Alejandro Valverde. En aquella edición de la ronda española, la única que ha corrido, sumó tres etapas y llevó a cabo una remontada colosal en la clasificación general. De haber durado unos días más, quien sabe a lo que podría haber aspirado. Había nacido una estrella.
Así nació una estrella
En conversación en EL ESPAÑOL, su jefe en el UAE Team Emirates Joxean Fernández Matxin aseguraba hace un tiempo que no tenían pensado darle una gran vuelta tan pronto, en el año 2019, pero fueron sus enormes capacidades las que hicieron inevitable su gran salto. Era imposible no darle la oportunidad de sacar todo su potencial.
Lo mismo sucedió un año después con su debut en el Tour de Francia, el cual estaba pactado para más adelante. Sin embargo, llegó en 2020, dio una exhibición en la contrarreloj final de la Planche des Belles Filles y le arrebató a Roglic el sueño de vencer en la ronda gala. Era su primera victoria en la general de una gran vuelta y lo hacía en su debut en Francia.
A partir de ese momento, Pogacar dejó de ser un desconocido o una joven promesa para ser toda una realidad, alguien al que controlar y vigilar de cerca por su fortaleza contra el crono, su explosividad en finales cuesta arriba y apretados y por su superioridad aplastante en la alta montaña. Cuando está en forma, no hay quien le pare.
Un año después regresó a París, ya con el dorsal número 1 a la espalda y con todas las miradas y la presión puestas sobre él, pero le dio igual. Esta vez no ganó, arrasó. Una victoria portentosa en su segundo Tour de Francia y la sensación de que había nacido un mito de tan solo 23 años que tendrá a tiro en el futuro los registros de los más grandes de la historia. Al igual que había hecho en La Vuelta 2019 y en el Tour 2020, en el año 2021 también sumó tres victorias de etapa en su participación en una carrera de tres semanas.
En vísperas del Mundial de Flandes, otro gran experto en la materia como Óscar Pereiro hablaba con este periódico para confirmar la sensación que muchos aficionados ya tienen. Si Pogacar está en forma, ahora mismo es imbatible, está un punto por encima de cualquiera, incluso de nombres como Bernal o Roglic.
Un año para enmarcar
Esta temporada ha sido la de la confirmación suprema de un gran campeón. No solo ha destacado en el Tour, sino que ha conseguido victorias en la Tirreno-Adriático, UAE Tour o Tour de Eslovenia. En todas ellas se llevó una etapa, pero también cazó un triunfo parcial en la Vuelta al País Vasco en la que ocupó la tercera posición del podio.
Por si fuera poco, ha cerrado la temporada con una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y dos Monumentos, estrenando su palmarés en el apartado de grandes Clásicas en su carrera deportiva. El primero fue la Lieja-Bastoña-Lieja y el segundo, ganado el pasado sábado, Il Lombardia.
"Es una locura terminar de esta forma la temporada. Estoy sin palabras, la verdad. Sabía que Masnada conocía muy bien estas calles de Bérgamo y que no me iba a dar relevos Fue un buen día. Para mí cada victoria es importante, pero ésta es especial porque he soñado con competir y ganar Il Lombardia durante mucho tiempo". Así de contento se mostraba en In de Leiderstrui tras ganar la clásica de las hojas muertas.
"Simplemente me gusta andar en bicicleta, ir a carreras y darlo todo. No pienso en si hago historia o no, simplemente disfruto. No pienso en lo que va a ser. Simplemente disfruto el momento. Mi sueño es disfrutar de mi ciclismo tanto como sea posible. Cuando deje de disfrutarlo, buscaré nuevos objetivos".
El reto de Pantani
Ahora, en el horizonte de Tadej Pogacar se dibuja un nuevo objetivo, el de emular a Marco Pantani, último ciclista capaz de ganar el Giro de Italia y el Tour de Francia en una misma temporada. Otros como Alberto Contador (1º y 5º en 2015), Tom Dumoulin (2º y 2º en 2018) o Chris Froome (1º y 3º en 2018) lo intentaron recientemente, pero no lo consiguieron. El británico ha sido además el último capaz de ganar dos grandes en un mismo curso, pero fueron el Tour y La Vuelta de 2017.
"La prioridad sigue siendo el Tour de Francia, pero tal vez pueda agregar otra gran vuelta a mi programa. Me gustaría correr el Giro, pero no sé cuál será mi programa. Para ser competitivo hay que ser bueno en todo. También ayuda eso en las grandes vueltas, donde puede pasar algo todos los días. Preferiría correr las tres grandes, pero eso no es posible". Tadej ya meditó afrontar La Vuelta este año, pero lo terminó descartando, aunque todo hace indicar que en 2022 sí incorporará una segunda gran vuelta a su calendario. Pogacar, ante el reto de igualar al 'pirata' Marco Pantani para seguir rompiendo la historia.
[Más información: Pogacar revienta Il Lombardia con una gran exhibición y suma su segundo Monumento]