"En muchas carreras soy el único corredor negro en el pelotón. Si es difícil para un corredor europeo derribar la puerta del profesionalismo, es más difícil para nosotros", explicaba Biniam Girmay Hailu (Asmara, Eritrea; 2000) tras ser medalla de plata en el Mundial Sub23 de ciclismo. Tan solo unos meses después le ha dado la patada al muro en la Gante-Wevelgem. Este domingo ha ganado una de las clásicas históricas de Flandes al imponerse al esprint a Christophe Laporte.
El eritreo completó los 248,8 kilómetros antes que nadie para convertirse en el primer ciclista de su país que gana una prueba del World Tour. Ya había avisado ganando el Trofeo Alcúdia en la Challenge de Mallorca de este año y entrar con los mejores en la Milán-Sanremo, el primer monumento de su vida. Este domingo se ha impuesto a ciclistas de la talla de Wout van Aert, Matej Mohoric, Mads Pedersen, Kasper Asgreen o Tom Pidcock.
Sería una equivocación pensar que África no tiene cultura y aficionados ciclistas. Eritrea y Ruanda se han volcado en la promoción de sus talentos. Las carreras están a rebosar de aficionados y tendrán el Mundial de Ciclismo en 2025, por primera vez para el continente. Girmay es el mejor proyecto de ciclista proveniente del continente y entre los de raza negra. El resultado de este domingo es producto de todo este trabajo, pero también de un talento generacional.
Un valor añadido a la gesta de un Girmay que mostró una lectura de carrera impecable. Guardándose en todo momento, pero entrando siempre en los cortes de los gallos. Él y su equipo dejaron el control de la prueba a otros. A 34 kilómetros del final hizo su apuesta Van Aert, con un ataque desde muy atrás con el que pilló por sorpresa a todos los gallos. Abrió hueco, pero fue neutralizado poco después. Laporte lanzó un ataque que, ante las dudas en el grupo, tuvo éxito, también gracias a la colaboración de Biniam, Stuyven y Van Gestel. Los cuatro llegaron al final con el triunfo final para el eritreo.
Un referente
No podía creérselo. Mientras su equipo lo celebraba por todo lo grande, Biniam no podía casi ni hablar. Girmay, sin apenas notoriedad en Europa, es uno de los deportistas más relevantes de su país. "Es increíble, asombroso. No podía esperar esto. Acabamos de cambiar el plan hace unos días, el viernes. Sólo hemos venido a por un buen resultado. Esta carrera es increíble", dijo Biniam Girmay nada más ganar la prueba en los micrófonos de Eurosport.
A pesar de este gran estado de forma por el que pasa y que todo el mundo pide que siga corriendo pruebas de un día por Bélgica, se irá a su Eritrea natal a preparar el Giro de Italia. "He estado aquí mucho tiempo, tres meses. Echo de menos a mi mujer y a mi hija, así que vuelvo a casa", comentó.
[Más información: El ciclismo y su 'caso Lia Thomas': la batalla legal de la transgénero que lleva más de un año abierto]