Mientras en Ucrania se sigue librando una guerra tras la invasión de las tropas de Vladímir Putin, el deporte se sigue haciendo eco de sus consecuencias. Los deportistas y los equipos que están relacionados con el máximo dirigente ruso, con las empresas estatales o que tienen alguna vinculación directa con el país han sido apartados de todas las competiciones y han quedado señalados a nivel mundial.
Una de las formaciones más importantes del estado soviético, y que más está pagando las consecuencias de la guerra, es el equipo ciclista RusVelo, tradicionalmente relacionado con Putin por su vinculación económica con la empresa Gazprom, propiedad del gobierno, aunque gestionada por una empresa privada.
Después del estallido del conflicto bélico, el RusVelo fue apartado de las competiciones internacionales en las que estaba inmerso y la UCI tomó cartas en el asunto. El pasado 1 de marzo, la Unión Internacional decidió quitarles la licencia profesional para evitar así que pudieran formar parte de cualquier competición. Un golpe muy duro del que todavía intentan recuperarse y por el que ahora han abierto una guerra contra esta institución.
La situación del Gazprom
A pesar de que han sido apartados de toda competición deportiva, los integrantes del equipo siguen trabajando de forma normal, aunque sin acudir a carreras, el motor que mueve a cualquier organización deportiva. Además, han decidido tomar cartas en el asunto para intentar relajar la situación después del conflicto ruso-ucraniano.
Sus corredores siguen entrenando de manera normal, aunque han decidido eliminar los colores habituales de sus equipaciones. No solo han cortado todo tipo de vinculación con la empresa Gazprom, si no que también están usando unos maillots blanco neutro y han decidido quitar cualquier signo relacionado con la bandera de Rusia o con cualquier simbología nacional. Todo para intentar volver a correr lo antes posible.
Otro cambio importante que han decidido introducir ha sido el cambio de su nombre hasta en dos ocasiones. Han pasado de ser el Gazprom-RusVelo a solo RusVelo para ahora modificar su red social de Twitter y figurar solo como Profesional Cycling Team. Además, emitieron un comunicado en el que no solo se mostraban con tibieza ante las decisiones tomadas por el gobierno de Putin, si no que tampoco condenaban de forma tajante el conflicto bélico y solo pedían la separación de deporte y política.
"Tenemos la certeza de que la política debería estar apartada del deporte, y que el deporte debería ser una plataforma para la unidad de las naciones. Seguimos buscando un nuevo sponsor, con el que podremos volver a competir inmediatamente con un nuevo nombre, y juntos decidiremos a qué país representará nuestro equipo internacional".
Guerra contra la UCI
Mientras los corredores y la parte deportiva siguen su curso normal, aunque sin acudir a ninguna competición, la dirección continúa su guerra contra la UCI. La Unión Internacional se mantiene inflexible y no permite competir al conjunto ruso. Las últimas reuniones que han mantenido entre las dos partes han servido para mantener ambas posturas sin llegar a ningún acuerdo.
La sanción continúa y el RusVelo ya está intentando mover sus hilos. Después de haber cambiado su nombre y de romper su vinculación con Gazprom, están buscando un nuevo patrocinador que les permita recuperar el potencial económico que necesitan. Y esperan que a través de esta vía la UCI les permita regresar al pelotón internacional para volver a la competición y poner de nuevo la maquinaria de la formación soviética en funcionamiento.
Uno de los grandes problemas que tienen en estos momentos son económicos, ya que la pérdida de su sponsor principal ha provocado unas pérdidas que no pueden afrontar y que van a arrastrar hasta el hallazgo de una gran marca. Algo casi imposible por otro lado porque nadie quiere aliarse con un equipo de nacionalidad rusa en estos momentos y que además no puede competir.
Por ello, desde el RusVelo han iniciado una guerra contra la propia UCI y contra su presidente David Lappartient, a quienes le reclaman que deben ser ellos los que abonen la enorme cantidad de dinero que han perdido este curso y que sustentaba el presupuesto de la temporada. Un total de cuatro millones de euros que ahora mismo han abierto un agujero insalvable para ellos.
Equipo en disolución
La debilitada situación económica que atraviesa la formación que dirige Renat Khamidulin ha provocado que haya importantes cambios dentro del equipo que, poco a poco, está perdiendo corredores por las dificultades económicas que padece. Una situación insostenible y que va camino del desastre debido a esa nula intención que tiene la UCI de prestar algún tipo de ayuda después de las peticiones solicitadas.
Por ello, el RusVelo ha reconocido ya que ha suspendido las actividades de todos sus corredores y de su personal técnico y deportivo con el fin de liberarles de sus contratos para que, en caso de que no puedan volver a la competición en un plazo de tiempo reducido, puedan poder recalar en otros equipos y continuar con sus trayectorias.
"Hemos suspendido toda actividad como dijimos que haríamos. Todavía estamos buscando un patrocinador, pero no hay nada concreto, por lo que no puedo pedirles a los 52 ciclistas y al personal que esperen más". Una situación realmente grave ya que desde el equipo aseguran que más de medio centenar de profesionales se encuentran ahora mismo sin opción de competir, sin poder cobrar sus salarios y con la seria amenaza de quedar en el paro lo que resta de curso.
Hay que tener en cuenta que las plantillas del resto de formaciones están más que cerradas y que será muy difícil que encuentren acomodo una vez ya se ha iniciado una temporada de la que se han consumido los dos primeros meses. Además, el portal especializado CyclingNews asegura que el problema económico es realmente grave porque escapa más allá de las fronteras de lo puramente deportivo.
El Gazprom-RusVelo era una institución perfectamente creada y que contaba con una estructura propia de un equipo de primer nivel con sus autobuses, sus coches de equipos y su contrato con la marca de bicicletas Look, la montura que tenían en este 2022 después de haber usado en años anterior la conocida marca Colnago.
Ahora, todo eso ha quedado en el aire y va camino de convertirse un grave problema para una institución que ha pagado con creces sus relaciones con Gazprom y con el estado que preside Vladímir Putin. Corredores como Mathias Vacek, Alessandro Fedeli o Ilnur Zakarin tendrán que mirar ahora hacia el exterior porque sus días en el RusVelo parecen estar contados. Pero la guerra contra la UCI y esa demanda millonaria todavía continúa.
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