La disputa de la Paris-Roubaix dio para mucho. Para disfrutar de abanicos en una carrera tan imprevisible como es el 'Infierno del Norte', para vibrar con la táctica del equipo INEOS, para celebrar la victoria de un luchador como Dylan Van Baarle y para consumir el tercer Monumento del curso antes de que se dispute este domingo el cuarto, la Lieja-Bastoña-Lieja.
Sin embargo, la celebración de una de las carreras más importantes del calendario dejó también algunas consecuencias realmente desagradables y que está siendo denunciadas ahora por algunos corredores. Uno de los más perjudicados ha sido el ciclista del Quick Step Florian Sénéchal, quien por momento estuvo cerca de pelear por la victoria.
No obstante, su carrera estuvo marcada por varios momentos realmente desagradables. Una durísima caída por intentar evitar a un espectador le hizo quedarse sin opciones de triunfo. Pero antes, otro hincha le tiró encima orina, un comportamiento deleznable y asqueroso que ahora ha sido denunciado por parte del corredor. Florian todavía no se explica cómo sucedió y cómo alguien puede ir a una carrera a cometer este tipo de actos.
En declaraciones para el periódico La Voix du Nord, Sénéchal confirmó esta asquerosa y terrible situación que vivió durante la celebración de la carrera. Algo que le indignó profundamente ya que durante varios minutos se sintió profundamente asqueado. Y no es para menos, ya que tuvo que ver como la orina de esa persona recorría su cuerpo mezclándose en su piel con el sudor propio del desgaste físico y con el polvo que se levantaba en los caminos de piedras por los que transcurría la carrera.
"Estaba rodando con Alexander Kristoff a la salida del tramo de Cysoing y sentí algo que me salpicó el brazo. Pensé que era cerveza, pero olía a orina mezclada con cerveza. No sé dónde está el límite. Ahí quedé totalmente desmoralizado. No entiendo cómo puede pasar esto". Este es un comportamiento que por escatológico y extraño que parezca, es más habitual de lo que muchos podrían imaginar.
Ya le sucedió algo parecido hace unos años a todo un cuádruple ganador del Tour de Francia como Chris Froome. El británico, tras una polémica relacionado con un supuesto caso de dopaje, tuvo que aguantar como un aficionado le mostraba orina, sustancia habitual en los controles para detectar sustancia, y se la arrojaba en plena carrera.
El calvario de Sénéchal
Ahora, ha sido Sénéchal quien ha tenido que lidiar con este tipo de conductas que empezaron a arruinar su carrera. A pesar de que terminó decimotercero, un buen puesto para él, su domingo estuvo marcado por la mala suerte. Primero una avería mecánica y después una dura caída que le hizo golpear su cabeza contra el suelo y quedar conmocionado unos instantes.
"Caída en Mons-en-Pévèle mientras intentaba evitar a un espectador. La cabeza golpeó directamente en el suelo. Me quedé algo conmocionado y la carrera se acabó para mí. La suerte tampoco estuvo conmigo durante varios problemas mecánicos durante la carrera. El equipo hizo un trabajo increíble y ahora toca mirar adelante y más fuerte".
Una situación muy parecida a la que vivió también su compañero Yves Lampaert. El ciclista del Quick Step fue enganchado por un espectador y se pegó un impresionante costalazo contra los adoquines, bicicleta incluida, en el momento en el que se lanzaba la prueba. Así fue como se arruinaron las dos bazas del equipo belga en la carrera. Lampaert fue décimo a tres minutos de Van Baarle y Sénéchal decimotercero a más de cuatro minutos y medio.
[Más información: Van Baarle se consagra en una Paris-Roubaix de leyenda y amplía la racha dorada de INEOS]