La caída bajando el muro de Sormano en Il Lombardía podía haberse quedado para siempre con toda la clase y la calidad de Remco Evenepoel. Pero, como tampoco pudo hacer las desilusiones que le trajo en su niñez el fútbol, el gran campeón belga de ciclismo volvió a levantar los puños en una meta. Con solo 22 años ganaba este domingo su primer Monumento, la Lieja - Bastoña - Lieja. Además, lo hizo sin olvidar esa relación tan cercana que tiene con el deporte rey.
Evenepoel se caracteriza por un ciclismo valiente y atrevido; así lo demostró en la cita que recorría la región de Las Ardenas. El talento del Quick Step atacó en la subida de La Redoute, dejó a todo el mundo en el sitio y cruzaría la meta de Lieja en solitario. La decana del mundo del ciclismo escribía el nombre de este joven belga que ha venido a revolucionar este deporte. Lo hacía con un escudo del Anderlecht, el equipo de toda su vida, en uno de sus tubulares.
Remco fue capitán de Bélgica en las categorías inferiores. En 2017 estaba ya en la selección Sub17, había sido un habitual en otras secciones y su nombre sonaba con lustre en la cantera del Anderlecht. Como lateral izquierdo, tuvo una mala experiencia en el PSV Eindhoven, club en el que pasó tres años hasta que en 2014 una enfermedad de su madre le hizo querer volver. Cuando estaba a las puertas del profesionalismo en el fútbol, dio un giro radical en su vida para montarse en la bici.
En el Acrog-Pauwels Sauzen empezó a ganar campeonatos a nivel nacional y un año después, en 2018, se consagró cuando ganó el Campeonato Europeo de Ciclismo de Ruta en la categoría júnior. Unos meses después repetiría su exhibición en el Mundial de Innsbruck. Desde entonces, su nombre se ha colocado siempre con el apelativo de "nuevo Eddy Merckx". Aunque 'El Caníbal' le ha criticado en varias ocasiones, él sigue convencido de que puede convertirse en el mejor ciclista de todos los tiempos.
Evenepoel se mostró interesado en competir en la élite del deporte internacional desde los cinco años. Ahí es cuando comenzó a jugar en el Anderlecht. Durante seis años creció pegado a una pelota en el equipo que más veces ha ganado la Jupiler League, la primera división del fútbol belga. Su proyección hizo que el PSV llamara a su puerta. Junto a Patrick, su padre, se desplazaría a la ciudad de la fábrica de Philips.
Evenepoel y el fútbol
Durante tres años jugó en la cantera del equipo de Países Bajos con una larga cabellera rubia como se puede apreciar en fotografías de esa época. El futbolista Evenepoel fue centrocampista defensivo e incluso capitán. En 2014 le dio la espalda al PSV y regresó a Anderlecht. Quería volver a vivir más cerca de casa porque su madre estaba enferma. Agna Van Eeckhout es igual de importante para Remco que su padre en el desarrollo de su carrera.
A partir de excelentes demostraciones de buen juego, empezó a ser tenido en cuenta por la selección de fútbol de su país en la categoría Sub15, donde tuvo cuatro apariciones. En 2016 volvió a ser llamado, pero en esta ocasión por la Sub16 donde jugó en cinco ocasiones. En 2017 es cuando, tras dudar sobre su futuro profesional, sus ganas de triunfar en el deporte rey se habían empezado a esfumar por las pocas oportunidades que tenía dentro del terreno de juego.
"Mis padres ya no me conocían. Normalmente, yo era un chico social, extrovertido y abierto, pero, de repente, dejé de sonreír. Me dieron una oportunidad de seguir con mi carrera de futbolista en Malinas, pero algo se había roto. Pese a todo, no me fue mal. Incluso llegue a hacer parte de la pretemporada con el primer equipo, pero sabía que todo había terminado y quería dejarlo. Fue entonces cuando lo vi claro: iba a correr en bicicleta", explicó en 2017.
Su padre Patrick había sido ciclista profesional activo durante tres años a principios de la década de 1990. Eso hacía que Remco viera ciclismo con más frecuencia que fútbol en la televisión. Antes de comenzar a rodar en el equipo Acrog-Pauwels Sauzen, Evenepoel no había ido más allá de ir al campo de entrenamiento en bicicleta. Pero desde el momento en que comenzó a andar en serio, su talento demostró no tener precedentes.
Un año después de su debut en la bicicleta de carreras, se proclamó campeón del mundo en júnior, en ruta y en contrarreloj. De las 30 carreras que corrió en su año de debut como júnior, ganó 18. En Bélgica, los seguidores del ciclismo rápidamente se pusieron eufóricos. Más aún cuando tuvo esos éxitos continentales y mundiales. En su paso a la élite no defraudó y comenzó a dar exhibiciones en 2019 con solo 19 años: ganó la Clásica de San Sebastián con una exhibición.
Algunos le acusan de que, con su forma tan atrevida de correr, nunca va a poder aspirar a ganar una gran vuelta. Lo que está claro es que el belga va a dar espectáculo allá donde corra. Remco Evenepoel demostró este fin de semana que su mejor versión está de vuelta tras el año que prácticamente tuvo que estar en blanco por sus graves lesiones de Il Lombardía de 2020. Nunca se sabrá si el fútbol flamenco podía haber tenido una estrella en este ciclista que sigue consagrándose en la élite.
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