David Navarro (Puerto de Sagunto, Valencia, 1980) atiende a EL ESPAÑOL como la imagen de The Singular Kitchen –“una marca para vencedores”, reza su lema– antes del partido entre Real Madrid y Levante de este sábado (16:00 horas). A sus 35 años, habla como defiende: con contundencia, pero también con la sabiduría que le atribuye la experiencia. Su opinión, tan franca como certera, no exime ningún tema. Lo suyo es robar balones, pero si puede atacar, lo hace. O lo dice. Pero siempre con prudencia.
Comenzando por lo más inmediato, su partido en el Bernabéu contra el Real Madrid. ¿Cómo está viendo a su rival?
Está más fuerte que otros años. Yo tuve la suerte de estar con Benítez jugando durante tres temporadas y sé de lo que es capaz. Es cierto que le están lloviendo algunas críticas, pero es un entrenador que trabaja muy bien el balance entre ataque y defensa y, además, consigue resultados. Quizá en otras ocasiones le faltó un poco de equilibrio, y eso lo ha conseguido ahora. Y luego con lo que tiene arriba, que es mucho y bueno, el Madrid te puede hacer un gol con facilidad.
Fueron tres temporadas (2001-2004) con Benítez de entrenador. ¿Con qué se queda de él?
Es un técnico que vive para el fútbol y está 24 horas enganchado. A mí, personalmente, me ayudó mucho. Creo que sabe sacar el 100% de cada jugador. Entonces, en el Valencia no teníamos una gran plantilla y conseguimos títulos. Eso no es nada fácil.
¿Entiende que se le haya criticado tras el empate en el Calderón?
Realmente, no entiendo esas críticas. El Atlético de Madrid viene compitiendo al máximo nivel durante un par de años, fue campeón de Liga y está jugando bien. Ya digo, lo importante es que no reciben goles y que el balance entre ataque y defensa es el adecuado. No es fácil conseguir eso en un equipo grande.
Aunque la vida no es justa, ¿habría echado a Ancelotti después de ganar la Décima?
Conseguir la Champions es muy complicado, pero, a veces, a la hora de mantener a un entrenador, hay más criterios, no sólo los títulos. El club puso en una balanza todo lo bueno y lo malo, y eligió. No hay más.
"En el fútbol se mira el presente y se busca el futuro, pero hay muy poca memoria"
¿Se tiene poca memoria en el fútbol?
No existe. En el fútbol no hay pasado. Se mira el presente y se busca el futuro, pero memoria hay muy poca.
A lo largo de su carrera le han llamado villano por algunas acciones cometidas dentro del campo. ¿Cómo le explica usted a la gente que es una persona normal?
Es cierto que se me ha valorado por alguna que otra jugada. Quizás, simplemente, porque he sido contundente en algunas acciones. O duro. Pero nunca me he sentido un villano. Yo soy defensor y no conozco ningún central que no sea duro. Ramos, Puyol, Ayala –que para mí ha sido uno de los mejores del mundo–. Todos ellos han sido así. Al final, intento hacer mi trabajo lo mejor posible y ser noble.
¿Por qué en Italia gustan esos defensas duros y en España se les hace la cruz?
Es que lo normal es que un defensa entre duro, cometa faltas y tenga encontronazos. Ese es el día a día. Puede que en Italia se les trate mejor y, quizás aquí, en España, se nos mire con lupa. Personalmente, yo no me siento mal. De hecho, jamás he lesionado a nadie. ¿Duro? Por supuesto. Aunque no me gusta esa palabra, prefiero decir que somos contundentes.
“A los defensas duros se nos mira con lupa en España”
¿Le ha podido perjudicar esa imagen, quizás, para ir a la selección o fichar por algún que otro gran club?
Puede que se me haya señalado demasiado en algunas jugadas y quizás sí que me ha perjudicado, pero al final he estado donde quería estar. A la selección fui, y me habría gustado tener otra oportunidad, pero estoy contento. Al final no es una decisión que dependa de mí. Yo trabajo y luego es el seleccionador el que tiene que elegir.
Quizás por ese trato no del todo bueno de la prensa, no ha concedido demasiadas entrevistas.
No, no es por eso. Me gusta salir poco y hablar claro. No tengo nada en contra de los medios porque al final ellos también contribuyen a que el fútbol tenga una gran dimensión, pero soy una persona reservada.
¿Ha cambiado su visión del fútbol desde que comenzó?
Sí, claro. Cuando eres joven se vive de otra manera. Trabajas mucho para llegar a Primera División y cometes más errores que ahora. Con 35 años, todo lo miras de otra forma: ya no tienes la misma presión y aprendes a disfrutar de cada entrenamiento y cada partido.
Usted viene de una familia humilde. ¿Se ve un extraño entre la opulencia del fútbol?
En realidad, la mayoría de los futbolistas no venimos de familias de alto standing y cuando llegas a la cima te tienes que acostumbrar a ese lujo, porque va aparejado al fútbol. Pero sé de donde vengo y he tenido siempre los pies en el suelo. Mi padre trabajaba en el montaje y mi madre cuidaba de nosotros de pequeños, y eso no lo olvido.
A pesar de vivir en esa burbuja, ¿son conscientes del poder que tienen sus gestos y sus acciones en la sociedad?
Sí, claro. Somos un ejemplo para los niños. Yo, que soy padre de dos niñas de 7 y 5 años, sé la repercusión que tiene cualquier cosa que hacemos y de todo lo que les podemos enseñar.
Como padre de familia, también sufrirá los avatares de la crisis o, al menos, los percibirá. ¿Cómo ve el país?
Estamos en un momento difícil, pero esperemos que la crisis se solucione lo antes posible. Personalmente, estoy muy atento a todo lo que pasa, y más ahora, con mi novia (es periodista), que me informa de muchas cosas. Al final, como cualquier persona, me preocupo por el bienestar de todos los que están a mi alrededor. Soy una persona generosa e intento ayudar a todo el que puedo para que sea feliz.
¿Por qué les cuesta a los futbolistas tanto mojarse políticamente?
Al final no somos expertos. Podría mojarme más, pero como no es un tema que domine, prefiero que hablen los que saben de ello. Yo puedo opinar de fútbol, que es de lo que sé, pero no de otra cosa. Prefiero ser prudente.
A sus 35 años, ¿qué le queda por hacer?
Disfrutar cada día. Me gusta mucho mi profesión e intento pasármelo bien haciendo lo que me gusta.
¿Y dónde se ve dentro de unos años?
En el fútbol. Pasas por malos momentos como futbolista, teniendo que sacrificar los fines de semana o el tiempo libre por ir a jugar. Pero no me veo haciendo otra cosa.
Ya por último, hablando de lo realmente importante. ¿Con qué jugador del Madrid se iría de cañas?
Con Isco. Sí, creo que sí. Con Isco estaría bien [Sonríe].