¿Goodbye Mourinho?
El técnico del Chelsea, al borde de la destitución tras caer ante el Liverpool (1-3). Coutinho, con un doblete, y Benteke marcaron los goles para el conjunto de Jürgen Klopp.
31 octubre, 2015 16:57Cualquier persona tiene días malos, momentos en los que no le salen las cosas. El problema es cuando los mismos errores se reproducen jornada tras jornada, sin cesar, como si fueran automatismos. En ese caso, hay algo que falla. Puede que sea Mourinho. O los jugadores. O ambas cosas. Quién sabe. Lo cierto es que el mismo equipo que la pasada campaña se proclamó campeón de la Premier League vive ahora la mayor crisis de la época Abramóvich. ¿Por qué? Las razones, si quieren buscarlas sobre el césped, se pueden encontrar en el partido contra el Liverpool (1-3), una derrota de esas que escuecen tanto como duelen, de las que abren heridas complicadas de cicatrizar.
El Chelsea volvió a caer derrotado. Eso no es novedad. Es más, ha comenzado a ser rutina. Lo ha hecho en seis partidos de la Premier League esta temporada. Y esta misma semana contra el Stoke City en la Capital One Cup, donde cayó eliminado. Y, de nuevo, ante el Liverpool, de la peor forma posible, casi como el que se deja llevar cuando quiere que el mar se lo trague. Los 'Blues' naufragaron en Stamford Bridge con la peor enfermedad que se puede tener inoculada: la apatía. Por momentos, como sin querer hacer daño. Tocando la pelota sin intención, evitando meter la pierna en los balones divididos, como sin ganas. Porque el equipo de Mourinho no sólo se ha olvidado de cómo jugaba en otro tiempo, sino que es incapaz de afrontar un partido con garantías esta campaña.
Ante el Liverpool, fue incapaz de mantener la renta ganada con el gol de Ramires en la primera mitad. Tras un inicio esperanzador, dejó que Coutinho remontara el partido, con dos tantos soberbios de esos que son capaces de hundir cualquier trasatlántico. Apareció el brasileño primero y sentenció Benteke en los últimos minutos, aprovechando la permisividad de la defensa para entrar solo en el área y armar la pierna para sacar el disparo cruzado.
¿Y ahora qué? Esa es la pregunta. El primer señalado es Mourinho. En Stamford Bridge le quieren. De hecho, antes del partido contra el Liverpool, una pancarta apoyaba su continuidad con un 'Simply the best' (simplemente el mejor). Sin embargo, la sensación de que su tiempo ha acabado es tan palpable como plausible. Los jugadores parecen haberle abandonado a su suerte, como ocurrió en aquel tercer año en el Real Madrid. Es la única explicación a una situación surrealista. ¿Quién se iba a imaginar que el vigente campeón de la Premier estaría esta temporada luchando casi por el descenso? Obviamente, nadie.
La puntilla se la dio un entrenador que bien sabe lo que está sufriendo el portugués. Jürgen Klopp ya vivió una situación parecida la temporada pasada en el Borussia Dortmund. ¿Y cuál fue la solución entonces? El alemán anunció que abandonaría la entidad a final de temporada y su equipo remontó el vuelo, llegando a clasificarse para la UEFA Europa League. Ahora, Mourinho vive en esa misma tesitura, pero nadie espera que presente su dimisión o su marcha. La suma que le tendría que pagar el Chelsea (entre 45 y 50 millones de euros) es bastante golosa como para dejarla escapar. Y, por otra parte, es una solución que no va con 'The Special One'. Ya lo dijo tras la derrota contra el Stoke esta misma semana: “Mi situación es fantástica”. ¿Hasta cuándo? Eso está por ver.