El Real Madrid se enfrenta en casa al Paris Saint Germain donde hay algo más que un gran partido en juego: liderar en solitario el grupo A de la Champions League. Más allá de la reaparición del ex madridista Ángel di María en el Santiago Bernabéu brilla la figura de Zlatan Ibrahimovic, el punta titular del conjunto francés. En su autobiografía, Soy Zlatan Ibrahimovic, el delantero sueco del PSG relata su deseo desde la infancia de ser protagonista en este tipo de noches europeas, soñando con el gol. El ariete de origen bosnio-croata nunca ha anotado un gol en el Bernabéu: un reto para un jugador que llega a la casa blanca en un dulce estado de forma pasados los 34 años de edad.
Esta temporada Ibrahimovic ha sido partícipe en 10 de los 26 goles del conjunto parisino, anotando siete tantos y repartiendo tres asistencias. El equipo francés tiene un estilo de juego muy definido: atacan por el medio y crean oportunidades de gol a partir de la técnica individual de sus estrellas. Con un uso consistente del pase entre líneas por parte de los Di María, Pastore, Cavani y compañía, el grueso de la creación de ocasiones ocurre al galope y por el centro, donde brilla Ibrahimovic arriba. Con más de un gol por cada 90 minutos que disputa (casi 0.8 si excluimos penaltis), el ariete sueco es la gran amenaza para la defensa blanca.
Como se puede apreciar en el gráfico anterior, Ibrahimovic remata más de cinco veces por partido, poniendo en aprietos al portero rival gracias a su precisión en el disparo –más de la mitad de ellos van entre palos-. Debido a su exquisito control de balón y excelsa visión de juego para un nueve, el delantero ha sido capaz de añadir un componente de creación a su repertorio en las últimas temporadas. Con más de dos ocasiones creadas por encuentro, la defensa madridista tendrá que usar el fuero de juego a su favor: el estilo de creación del PSG origina espacios en ataque que pueden ser frenados con una defensa adelantada. El método de acoso y derribo por el centro del equipo de París es tan constante que lidera, tanto en su liga como en la Champions, la estadística de fueras de juego (siete por partido). Este ataque está centrado en la figura del propio Ibrahimovic, letal en el último pase apoyándose en sus compañeros de arriba.
CRISTIANO RONALDO
Al otro lado del ring se encuentra la estrella madridista Cristiano Ronaldo, que a pesar de anotar un gol contra Las Palmas no pasa por un buen inicio de temporada para el estándar que marca el propio Cristiano. Víctima de sus propios números sobrehumanos, cualquier tipo de bajón se hace notar.
A diferencia del sueco, el delantero portugués se encuentra con un galimatías respecto a su posición en el campo. Rafa Benítez le ha probado en varias posiciones del campo en los pocos partidos que llevamos de temporada. De los 13 goles que ha marcado este curso, 10 han sido con él jugando retrasado en la izquierda, tres como delantero centro y ninguno como extremo izquierdo, según OPTA Sports.
Mientras en el club blanco, al igual que en prensa y afición, discuten sobre un posible cambio de posición de Cristiano en los partidos venideros, Ibrahimovic se planta en el Bernabéu con el fusil cargado. Solo habrá que ver quién desenfunda primero.