Pasan los años, pero José Emilio Santamaría (Montevideo, 1929) no se cansa de repetir una y otra vez su historia, aquellos maravillosos años en los que se proclamó campeón de Europa. Leyenda del Real Madrid de las cinco Copas y seleccionador nacional (1980/82), a sus 86 años, recibe a EL ESPAÑOL para rememorar el pasado, pero también con tiempo para analizar el presente. Es decir, al equipo de Rafa Benítez.
Usted llegó al Real Madrid en el 57, pero no pudo disputar la final de la segunda Copa de Europa porque la inscripción llegó 10 días tarde. ¿Cómo se encontró a España?
Yo era descendiente de españoles y sabía todo lo que había ocurrido antes de llegar (Guerra civil). Pero vi que el país resurgía poco a poco, tratando de atraer turismo. Dicho esto, yo me dediqué a jugar a la pelota y poco más.
Ya con usted en el equipo, el Real Madrid gana la tercera Copa de Europa contra el Milan y la cuarta contra el Reims. ¿Cómo recuerda aquellos éxitos?
Respecto a la final contra el Milan, me acuerdo que llegaban con un buen equipo y con Schiaffino, que era de Peñarol y con el que yo tenía cierta rivalidad porque jugué en Nacional. Y en la cuarta Copa de Europa, contra el Reims, estuvimos bastante preocupados porque se había lesionado Kopa, pero los franceses se nos daban bien y ganamos.
Aquella época prodigiosa la redondearon con la final contra el Eintracht (7-3) en el llamado partido del Siglo. ¿El calificativo es apropiado?
En la época sí. Tantos goles no se habían dado jamás en una final de Copa de Europa. Nosotros, entonces, llegábamos entrados en la treintena y nos enfrentábamos a un equipo joven. Pero el partido se presentó espectacular, con 100.000 personas en las gradas y la posibilidad de ganar la quinta. ¡Incluso empezamos perdiendo! Y luego remontamos.
¿Estuvo la celebración a la altura de las circunstancias?
[Risas] Según quién lo mire. No pudimos salir aquel día porque teníamos que coger el avión a la mañana siguiente para volvernos a Madrid, así que lo celebramos bebiendo zumo de naranja y comiendo galletas María. ¡Eran otros tiempos!
¿Cómo se ganan cinco Copas de Europa consecutivas?
Bueno, entonces éramos los mismos y no nos lesionábamos mucho. Mantuvimos un bloque y un esquema que funcionaba. Así de simple y así de complicado.
Esta temporada se celebra la 60 edición de la Champions. ¿Cómo ve la competición comparándola con la de entonces?
Ni mejor ni peor. Simplemente es distinta. Antes jugábamos en campos de barro, el equipaje y los balones pesaban muchísimo, no había medios de comunicación y casi ni publicidad. Ahora las cantidades de dinero que se manejan son astronómicas.
En ese sentido, ¿esas sumas de dinero han perjudicado a la competición?
Ese cambio de estatus está relacionado con la evolución de la sociedad. El dinero viene de la publicidad y si los jugadores ganan mucho dinero es porque lo generan.
Pero entiende que con España en crisis choque que los grandes clubes manejen cifras tan altas.
Es que eso es un tema comercial y no depende sólo de España, sino también del dinero que llega desde fuera. Esa es la realidad.
Hablando de la actualidad. ¿Dónde vio la Décima?
Por televisión, fue una gran alegría.
¿Y qué sintió cuando se enteró de la destitución de Ancelotti?
Bueno, son entrenadores que van pasando, dejan una huella y después son intercambiados por circunstancias que desconocemos. Ancelotti dejó una buena imagen como persona, tuvo la opción de hacer cosas importantes y consiguió buenos resultados.
Ahora la pelota la tiene Benítez. ¿Qué balance hace de su llegada?
Él es de la casa y sabe convivir con el escudo. Pero no puedo evaluar la situación todavía, hay que esperar para ver la evolución del equipo. Él vino con el objetivo de corregir ciertas cosas que no iban bien y, de momento, lo está consiguiendo. Benítez es 100% del Madrid y espero que tenga la suerte de formar un equipo campeón, porque hay mucha gente nueva que tiene que adaptarse. Pero lo importante es que no estamos recibiendo goles.
Se le acusa al Madrid de no despedir bien a sus ídolos. Por ejemplo, a Casillas. ¿Está de acuerdo con dicha opinión?
Bueno, Iker fue un excelente jugador, que ha hecho grandes cosas para el club, pero se sintió incómodo y decidió marcharse. Es lamentable que los buenos jugadores tengan que marcharse, pero tarde o temprano tienen que hacerlo.
Y de uno que se fue a otro que se ha quedado: Sergio Ramos. ¿Qué significa eso para el club?
Bueno, me alegro mucho, todo el que sea bueno tiene que estar en el club. Y ese gol tan estupendo en Lisboa…
¿Dónde está obligado a llegar el Madrid esta temporada?
A todas las finales. Aquí no hay más remedio que ganar.
Antes de terminar. ¿Prefiere a Cristiano o a Messi?
R: Son diferentes, Cristiano tiene la definición y Messi una calidad enorme, con ese gambeteo tan de Latinoamérica. Pero no quiero elegir, quiero a los dos para mi equipo.
Y ya la última. ¿Quiénes son sus favoritos para ganar la Champions?
Obviamente, quiero que la gane el Real Madrid. Y en la final prefiero que llegue un extranjero, pero cualquiera, no tengo ninguna preferencia porque hay grandes equipos.