Reza siempre antes de salir al campo, bendice la comida de su novia, prefiere ir a un caserío antes que a un Mcdonald's, sueña con echarse una foto con Carmelo Anthony y acostumbra a escuchar flamenco o reggeaton. Así es Borja Bastón (Madrid, 1992). Un tipo normal al que le gustaría haber nacido como un híbrido de Fernando Torres y Ronaldo –el gordito, que nadie piense en el otro–. Eso sí, no acostumbra a pensar en ello. Porque está temporada le va de lujo en el Eibar. Lleva seis tantos y una asistencia. Y este domingo será titular contra el Real Madrid (16:00 horas), pero antes pasa el cuestionario de EL ESPAÑOL. Sin titubear, certero y prudente. Como acostumbra a marcar los goles.
Su padre fue portero y usted delantero. ¿De verdad son de la misma familia?
[Risas] Sí, así es. Yo al principio también fui portero, en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, pero duré bastante poco. Mi padre me dio un par de consejos y me recomendó jugar de delantero. Y acertó. Tengo que agradecérselo.
Ya desde pequeño lo llamaban el nuevo Fernando Torres. ¿No es eso un marrón?
Para nada. Torres, por lo que ha conseguido con el Atlético y a nivel internacional, es un gran jugador. Es un orgullo que en su momento me comparasen con él. Siempre lo tuve como uno de mis referentes y también es amigo de la familia, así que he podido convivir con él. Mi padre fue mi ídolo, pero de pequeño me fijé mucho en Fernando.
De lo que no será ídolo es del falso 9.
[Risas] No me gustan demasiado y no me favorecen. Prefiero al delantero centro puro.
En las categorías inferiores del Atleti coincidió con Morata. ¿Cómo era?
Era un buen jugador, pero tuvo problemas con las lesiones. Ya entonces marcaba las diferencias. No tengo mucho contacto con él, pero cuando nos vemos tenemos una buena relación.
Tanto él como usted tuvieron que salir de sus respectivos clubes para crecer.
Sí, es verdad, a todos nos gustaría triunfar en nuestro club, pero es complicado, sobre todo, cuando es en equipos como el Madrid o el Atlético. Al final, hay que intentar estar a gusto en cualquier parte.
Con 14 años, en un partido contra el Pozuelo, cuentan que les marcaron un gol y usted se volvió a sus compañeros y les dijo: ‘Tranquilos, que esto lo remontamos’. Y en 10 minutos marcó dos goles. ¿Lo hace todo igual de rápido en la vida?
[Risas] Bueno, es una anécdota de Armando, un antiguo entrenador mío, pero nada más. Es verdad que íbamos perdiendo y nos jugábamos mucho. Así que hablé con un compañero y luego marqué rápido.
Cuentan que en el vestuario le llamaban Borja van Bastón (por Van Basten)
Sí, es que la rima y la broma es fácil por mi apellido. La verdad, es un honor que me hayan comparado con él, aunque no lo haya visto jugar.
Todo le fue bien en las categorías inferiores. Incluso, todavía conserva el récord de goles del cadete (50). Sin embargo, una lesión en su debut con el Atlético le cambió la vida. ¿Cómo afrontó la situación?
La verdad es que todo era de color de rosa hasta el debut, pero ahí todo se torció: el día más feliz de mi vida se convirtió en el más triste. Fue una situación difícil de afrontar porque estaba acostumbrado a estar jugando, pasar el rato con mis compañeros y formar parte del equipo. Y de repente me pasé seis meses sin competir -se rompió el ligamento cruzado anterior en la rodilla izquierda-. Pero tuve la suerte de estar muy bien arropado por mi familia y la gente me hizo seguir adelante. Al final, he vuelto a jugar y soy feliz.
¿Tiene miedo a algo desde entonces?
No, con miedo no se puede jugar: no estaría a gusto y no sería feliz.
Desde aquella lesión ha pasado por el Real Murcia, el Huesca, el Deportivo de La Coruña, el Real Zaragoza (marcó 23 goles) y finalmente por el Eibar. Es decir, ha tenido que jugar en Segunda para volver a Primera. ¿Le recomendaría a cualquier jugador pasar una temporadita por la categoría de plata?
Sí, porque en Segunda todo es más difícil. Hay muchos partidos y yo creo que te sirve para valorar lo que es la máxima categoría y aprender. También es más complicado marcar goles, así que te ayuda a madurar y estar más preparado para Primera División, donde todo es más bonito y se disfruta más.
Ya hablando del encuentro de este domingo. ¿Qué significa para un atlético jugar contra el Madrid?
Es el típico partido que queremos jugar todos porque es contra un gran equipo. Es especial tanto para los Atléticos como para cualquier otro jugador.
El Madrid llega tras perder contra el Barcelona. Sabe que le pueden hacer mucho daño, ¿verdad?
Ojalá podamos ganarles. Nos vendría bastante bien. Pero son un gran equipo, con muy buenos jugadores y que pueden resolver el partido en cualquier momento. Lo afrontamos con ganas e ilusión. Espero que podamos dar la sorpresa.
Benítez, aunque lleva poco tiempo, está recibiendo muchas críticas. ¿Es justo?
Yo creo que no. Él quiere implantar sus ideas y una forma de jugar, y eso requiere un tiempo de adaptación. De momento, están clasificados para octavos en la Champions y queda mucha Liga.
Usted ha dicho que no es un marrón que lo comparen con Torres. ¿Y ser entrenador del Madrid?
Creo que no debe ser fácil porque siempre vas a estar supeditado a muchas opiniones. Y, por otra parte, es verdad que cuentas con grandes jugadores, pero tienes que saber manejarlos.
Entre ellos, Benzema, Bale y Crisitiano. ¿Qué cogería de cada uno de ellos?
De Ronaldo, el gol, porque es una máquina. De Karim, la clase. Es un jugador que siempre querría tener en mi equipo porque además de marcar da muchas asistencias. Y de Bale, la potencia. Es un portento físico.
Ya por último. Si ganan, ¿con quién se iría de cañas?
Con Isco y Carvajal.