El Barcelona goleó sin mayor problema al Villanovense en dieciseisavos de Copa del Rey por 6-1 en un partido que dejó una nota para la posteridad. Con el partido finiquitado a falta de unos minutos para el final, el lateral francés Mathieu cayó lesionado. Luis Enrique, a pesar de tener dos cambios disponibles, decidió acabar el partido con diez jugadores.
En el banquillo blaugrana estaban Neymar, Iniesta y Luis Suárez, pero el técnico asturiano decidió no dar paso a ninguna de sus estrellas y acabar el partido con un jugador menos.
El gesto, que se puede entender como una falta de respeto al conjunto rival, era una maniobra que Luis Enrique pensaba llevar hasta donde hiciese falta, como explicó el técnico en rueda de prensa para proteger a sus estrellas en un partido que ya tenía resuelto. Sea como fuera, la polémica está servida.