No es fácil encontrar una primera parte más dura para un equipo que visita el Santiago Bernabéu: dos penaltis injustos en contra, uno claro no pitado a favor y dos futbolistas que caen lesionados. Pese a tan numerosos y graves contratiempos, la nueva Real Sociedad de Eusebio Sacristán ofreció una notable impresión en el Santiago Bernabéu y cerca estuvo de dar la puntilla final a Rafa Benítez. El técnico blanco (que mantuvo el once titular con la única salvedad de Nacho) fue pitado durante toda la tarde por una afición hastiada que hostigó también a su estrella, Cristiano Ronaldo, autor a la postre de dos goles pese a mandar un penalti a las nubes con 0-0 en el marcador. [Así se lo hemos contado: 3-1]
Empezó el Madrid frío, como la propia tarde, algo pasivo ante los destellos de Agirretxe y Canales, pero en el minuto 7 había tenido ya tres oportunidades claras (desbaratadas por el portero argentino Gerónimo Rulli) y el público, implacable con Benítez, aplaudía cada signo de creatividad o esfuerzo en sus jugadores: un ingrediente frecuente de los partidos a las cuatro de la tarde.
El espejismo, sin embargo, duraría poco: en el minuto 23, cuando Ronaldo malogró el inexistente penalti pitado a Yuri, el Bernabéu volvió a superar cualquier límite municipal establecido de decibelios. Rulli había salvado a su equipo varias veces, pero Pepe no sujetaba a Jonathas, Illarramendi firmaba su mejor partido en el Bernabéu y la sensación, como el día del Rayo, era de inferioridad y peligro.
Aparecieron los pitos y la Real, pasado el temporal, interpretó el regalo de Cristiano como una señal de buen tiempo. Sólo Yuri, competente lateral izquierdo, parecía sufrir ante un rápido y voluntarioso Bale, que ha enmendado un pésimo inicio de temporada hasta convertirse en uno de los más entonados. Jonathas pudo marcar en el 35. La Real llegaba con 4 ó 5 hombres al área blanca y volvía a aprovechar su superioridad numérica permanente en el círculo central, donde Kroos y James volvieron a defruadar, más desubicados que cansados. Existe un cráter entre el centro del campo del Real Madrid y la BBC, cuando defiende y cuando ataca. El gol de penalti de Ronaldo en el 42 alivió ligeramente a la afición y le evitó el desagrado de ver otra vez a Sergio Canales (antes había sido Agirretetxe, el mejor en los instantes iniciales) caer lesionado en un terreno de juego.
La segunda parte madrugó con el golazo de Bruma (su primero en la Liga) y el encuentro enloqueció, tan partido y dividido como el Madrid: un combate entretenido entre dos equipos con talento, con más velocidad el anfitrión y más pausados y coordinados los visitantes. Rubén Pardo e Illarra se turnaban para no dejar pensar a Modric, el fontanero del equipo, y el público en la grada comparaba la situación con la visita del Rayo: a pesar del árbitro, a pesar de la diferencia de presupuesto, el Madrid era bailado en casa. Cuando Benítez sustituyó a James por Kovacic (minuto 58), fue despedido por una ensalada de pitos y palmas. No se oyó un solo comentario favorable al técnico en toda la tarde.
La Real se estaba gustando, liderada por un mayúsculo Illarra y por Xabi Prieto, sus líneas adelantadas para llevarse los tres puntos. Navas evitó otro golazo de Bruma en el 53 e incluso el aplicado Kroos hacía gestos de desconcierto en el círculo central. Bale pudo adelantar a los suyos minutos después, pero se topó con Rulli.
El partido era una ruleta hasta que el silbado Ronaldo recogió una volea aparentemente intrascendente a la salida de un córner (minuto 68) y justificó su estrellato con un disparo a la cepa del poste. El Madrid ganaba 2-1, pero seguía inseguro, impreciso. Había ocasiones en ambas áreas y además Eusebio, ambicioso, había sacado al campo a Carlos Vela. En el intercambio de golpes venció el más certero y Lucas Vázquez sentenció el partido en las postrimerías, otorgando cinco días más de empleo a Benítez. No se ven muchas pañoladas con un resultado de 3-1.
Es evidente que las críticas a Benítez son en muchas ocasiones exageradas, y también que empezaron incluso cuando el equipo iba líder. Pero nadie en el Bernabéu sabe bien a qué juega su equipo. Junto a la posible campaña informativa que denuncia el entrenador blanco en contra del club, habría que empezar a comentar la posible campaña de los árbitros españoles para que no sea despedido. El colegiado falló en tres jugadas decisivas y quizá debió expulsar a Nacho por una entrada a Prieto. Su pitido final, como es ya habitual, fue seguido de una música atronadora para que no se oyeran los silbidos al equipo. Quizá 2016 sea diferente.
Ficha técnica
3 - Real Madrid: Keylor Navas, Danilo, Pepe, Varane, Marcelo, Kroos, Modric (Casemiro, m.87), James (Kovacic, m.59), Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.76).
1 - Real Sociedad: Rulli, Elustondo, Carlos Martínez, Íñigo Martínez, Yuri, Illarramendi, Bergara, Xabi Prieto, Canales (Rubén Pardo, m.45), Jonathas (Vela, m.69) y Agirretxe (Bruma, m.18)
Goles: 1-0, m.42: Cristiano Ronaldo, de penalti. 1-1, m.49: Bruma; 2-1, m.69: Cristiano Ronaldo. 3-1, m.87: Lucas Vázquez.
Árbitro: González González, del Comité Castellano Leonés. Mostró tarjeta amarilla a Yuri, Carlos Martínez e Illarramendi, de la Real Sociedad y a Pepe y Nacho, del Real Madrid.
Incidencias: encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 69.896 espectadores.