Cristiano Ronaldo recibió este lunes en el Teatro Goya de Madrid su tercer Trofeo Pichichi, al que le hicieron merecedor los 48 goles anotados en los 35 encuentros de la Liga 2014-2015. El portugués, que mantuvo cifras goleadoras escandalosas pese al bajón colectivo de su equipo, iguala a Leo Messi en el palmarés del trofeo y fue el principal protagonista de una gala que congregó a los principales actores del fútbol español y autoridades.
1,37 goles por partido en la Liga pasada
El impresionante acierto de Ronaldo ante la portería se aprovechó del buen rendimiento de sus compañeros durante la primera mitad de la Liga y de su altísimo índice de participación: jugó 3.099 minutos, todos los disponibles en Liga, beneficiario de un 'status' privilegiado en la plantilla que le excluye de cualquier rotación (al igual que este año). 12 de sus 48 goles fueron desde el punto de penalti. Diez futoblistas le asistieron durante el campeonato pasado: el que más fue Karim Benzema, con siete pases de gol.
Sorprende que anotase tanto en el Bernabéu como a domicilio (se reparten prácticamente al 50%). El portugués reforzó su instinto mortífero en los goles al primer toque (más del 60% de todos ellos): este año su puntería se ha reducido notablemente - necesita el doble de ocasiones que en la campaña 2014-2015 - y no ha logrado marcar ante los equipos 'grandes'. Sin embargo, sus registros son difíciles de cuestionar: ha batido el récord goleador en una primera fase de Champions (11 goles, 6 de ellos al Malmöe) y en Liga es segundo, con 19 tantos, en una clasificación que lidera con uno más Luis Suárez.
Ronaldo le marcó todos los equipos de la Liga el año pasado, es decir,
a todos excepto a la Real Sociedad. Esta temporada empezó mucho peor que la anterior, pero la llegada de Zidane ha mejorado el ánimo del vestuario y de la afición blancos. El luso ha reconocidoestar mucho más contento con el técnico francés que con Rafa Benítez. Dentro de diez días, en Roma, empezará a verse si 2016 será o no mejor que un 2015 calificable de annus horribilis merengue, pero en el que Ronaldo siguió metiendo goles (más que nadie).