Ángel María Villar es presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desde 1988. Durante los años en los que ha desempeñado esta función ha habido tiempo para que surjan las suspicacias sobre la gestión del vizcaíno. No ha sido hasta estos últimos años cuando esas sospechas se han convertido en líos judiciales. Junto a los problemas que está viviendo por haber ayudado económicamente al Recreativo de Huelva, Villar intenta regatear el juicio por ignorar una oferta para la promoción del fútbol femenino.
El juicio previsto para este jueves, en el que se estudiaba la demanda de Seyer Gestión a la Federación por incumplimiento de contrato (solicitando cerca de dos millones de euros) ha sido retrasado de nuevo por petición de Villar, que alegaba que no podría asistir. La jueza del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Majadahonda Inmaculada González le advierte de que en caso de "no comparecer a este tercer llamamiento se le podrán tener por reconocidos los hechos en los que hubiere participado", y le advierte de multa.
La jueza le ha negado además a la Federación las medidas cautelares solicitadas el pasado 21 de enero, en las que pedía que el juicio fuese a puerta cerrada. Considera la magistrada que el caso no entra en ninguna de las situaciones en las que son adoptadas estas medidas. Además, la RFEF es condenada a pagar los costes de la vista.
Esta petición la llevó a cabo la Federación tratando de evitar que el juicio se convirtiese en un "juicio mediático" tras publicarse un vídeo de la audiencia previa en la que ambas partes no llegaron a un acuerdo. El vídeo, en el que se escucha como el abogado de la Federación parece olvidarse del sentido de la audiencia momentáneamente, fue subido a YouTube. El organismo dirigido por Villar acusaba a Seyer Gestión de haberlo filtrado.
Se trata del segundo retraso del juicio. El primero se produjo tras justificar Villar su ausencia el 3 de diciembre por encontrarse en el Comité Ejecutivo de la FIFA en Zúrich. En esta ocasión, el presidente de la RFEF se excusa por su presencia en el Europeo de fútbol sala que está teniendo lugar en Serbia.
Ahora la fecha se ha fijado para el próximo 22 de abril, día en el que en principio tendrán lugar las elecciones para la reelección de Villar como máximo mandatario del organismo federativo. No podría, por tanto, alegar que se encuentra fuera del país para no acudir al juicio.
La demanda de Seyer Gestión está basada en un presunto incumplimiento de contrato tras conseguir la consultora de marketing deportivo una oferta de 6.600.000 euros por los derechos comerciales de las competiciones de fútbol femenino. La Federación, que había contratado a Seyer para la promoción del fútbol femenino, no respondió a la propuesta de la empresa CGP Sport para explotar los derechos comerciales de sus competiciones.
No es el único quebradero de cabeza legal que está padeciendo Villar. La semana pasada Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), envió a dos funcionarios a recoger los papeles del 'caso Recre', tras no cumplir la Federación los requerimientos legales. El CSD estudia si la RFEF tramitó la temporada pasada las fichas del Recreativo de Huelva, que no había cumplido con una deuda de 140.000 euros. Algo que incumple el Reglamento General federativo. Ya en esta campaña la federación concedió un préstamo a un club que estaba embargado por Hacienda para pagar al entrenador, no obligándole presuntamente a depositar el aval que garantizara el pago a los futbolistas.
Se tratan estos juicios de unos problemas que Villar ha tratado de evitar, ya que en el caso de los derechos del fútbol femenino no sólo ha pedido el aplazamiento, sino que no se le vuelva a citar, por considerar irrelevante lo que tenga que decir. Es un asunto del que el presidente de la Federación prefiere no hablar. El fútbol femenino ha sido un tema tabú para Villar y y para la Federación. Como sus otros frentes judiciales.