Lo normal es no conocer a Pako Ayestarán. Él, al fin y al cabo, nunca ha buscado los focos. Incluso, los ha evitado. Pero esta vez no puede huir. El Valencia decidió ficharle el pasado 14 de febrero para ofrecerle ser auxiliar técnico de Gary Neville. Y al club le ha salido bien la jugada. Desde que llegó a Mestalla, el conjunto ché ha ganado sus tres partidos: los dos ante el Rapid de Viena en Europa League (con un total de 10-0 en la eliminatoria) y contra el Granada en la Liga (1-2), la primera victoria fuera de casa en los últimos tres meses y medio. ¿Casualidad? No lo parece.



Ayestarán tiene tras de sí una larga y exitosa carrera a sus espaldas. Empezó a ejercer como preparador físico y auxiliar de Rafa Benítez en Osasuna y acompañó al técnico madrileño durante gran parte de su trayectoria. Llegó con él a Valencia en 2001 y se fue con él tras ganar dos Ligas y una Copa de la UEFA en 2004. Pero eso no fue nada más que el comienzo, pues también viajó con él a Liverpool, con los resultados consabidos: una Champions, una Supercopa de Europa, una FA Cup y una Community Shield. Pero ahí acabó todo.

Pako Ayestarán, en el autobús con Rafa Benítez.



Pako cortó de raíz su relación con Benítez y empezó a deambular, aunque no siempre sin rumbo. Estuvo con Quique Sánchez Flores como auxiliar en el Benfica, en el Valencia con Unai Emery y en el Al-Ahli. Después, decidió ejercer como primer entrenador. Lo hizo en Estudiantes Tecos, Maccabi de Tel Aviv -ganó tres títulos en la 2014/15- y en Santos Laguna. Casi siempre con éxito. Sin cesar, siguiendo su método, acumulando idiomas y experiencias. Eso, hasta que recibió de nuevo la llamada del Valencia para ser el auxiliar técnico de Neville. Y entonces, de vuelta al anonimato, no ha podido evitar pasar a primer plano.



El Valencia, hasta la victoria contra el Espanyol -el primero inmediatamente anterior a su llegada-, había cosechado seis derrotas, siete empates y cuatro victorias. Es decir, el equipo era un drama. No jugaba a nada, estaba aproximándose al descenso rápidamente y necesitaba de un cambio. Entonces, los jugadores se 'encerraron' en el vestuario sin Neville para marcar un nuevo rumbo. Y lo cierto es que desde aquella charla todo ha comenzado a fluir. El conjunto ché se hizo con los tres puntos contra el Espanyol y desde la llegada de Ayestarán el equipo no sabe lo que es caer.



La pregunta, contado lo anterior, es evidente: ¿Qué ha cambiado? En primera instancia, la comunicación, como dejó entrever Negredo en rueda de prensa. La plantilla tiene ahora alguien con quien puede comunicarse fluidamente. Y en segundo lugar, ha modificado el método de trabajo y el sistema. Sobre todo, de cara a los centrocampistas, a los que les pide que lleguen más al área. Ejemplos: Dani Parejo (dos goles en los tres últimos partidos) y Santi Mina (tres desde su llegada).

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