Londres es una ciudad abrumadora, dominada por grúas de construcción y en constante expansión. Ese crecimiento provoca que a nivel municipal se pueda decir que el centro de la city incluye zonas al sur del Támesis, pero el fútbol sirve de verdadero mapa para la capital británica. El norte empieza en el Emirates; el oeste en Stamford Bridge; el este en Boleyn Ground; y el sur en The Den; diga lo que diga el ayuntamiento.
En una ciudad así de grande surgen auténticas rivalidades, forjadas a base de enfrentamientos, de historia, de éxitos y fracasos y de aspectos ajenos al fútbol. Ahora bien, si hay que buscar un rey en el mapa futbolístico londinense no hay discusión. Si esto fuera Juego de Tronos toda la ciudad clamaría al Arsenal, “The King in the north!”. Y al rey le toca visitar el feudo en el que más escuece ese histórico dominio gunner, White Hart Lane. Un partido con algo más que el título en juego.
La tiranía del norte resiste al Chelsea
El norte domina y lo hace holgadamente. Pese a los numerosos logros del Chelsea en los últimos años, llenando unas vitrinas que llevaban décadas sin nuevas adquisiciones, la parte septentrional de Londres apabulla en número de trofeos.
En los últimos lustros ese alzamiento del Chelsea ha facilitado que el eje Londres-Manchester haya acaparado todas las Premier League a excepción de una que encontró acomodo en Blackburn. Londres ha desplazado a Liverpool como máximo rival para los conjuntos de Manchester.
La frontera del Támesis
El río ha supuesto una barrera natural para Londres a lo largo de su historia, de hecho sólo la masificación ha conseguido que se pueda hablar jurídicamente de centro de la ciudad a municipios al sur del Támesis. Aunque legalmente sea parte del centro, los aficionados del Millwall que acuden a The Den, ubicado en Southwark, se sienten del sur, así lo demuestran cantando “Millwall FC. Pride of South London” (“Milwall FC. Orgullo del sur de Londres”).
El sur muestra una diferenciación clara en el mundo del fútbol. Las aficiones al sur del Támesis destacan por el poder de sus aficionados y la identificación con la clase humilde y trabajadora. Todos ellos hacen referencia al orgullo de ser del sur de Londres. Estas hinchadas tan pasionales -para lo bueno y para lo malo, especialmente para lo malo en The Den- no han podido disfrutar de éxitos recientes.
Una FA Cup en 1988, otra en 1947 y 6 en el siglo XIX. El Támesis supone una barrera infranqueable para los éxitos y sus clubes están lejos de la importancia reciente de otros londinenses secundarios como West Ham, Fulham o QPR.
La gran rivalidad de Londres
Hace casi 21 años de una osadía que acabó en historia. Un balón botando y 120 minutos de brega en las piernas hicieron a Nayim probar suerte. Seaman se vio sorprendido, Zaragoza entera celebró, y el Arsenal tuvo que mirar al suelo. Mientras el conjunto inglés todavía no se lo podía creer, sus vecinos del norte de Londres no cabían en sí de gozo, aquel gol de un ex jugador del Tottenham, les dio un motivo más de celebración y pronto se escuchó el cántico “Desde el medio del campo” en las gradas de White Hart Lane. Esa temporada el Tottenham había acabado por delante del Arsenal. Todo era júbilo. Aunque los años posteriores no dieron muchas alegrías en esa zona del norte de Londres.
Desde entonces los aficionados gunners disfrutan anualmente del St. Tottenringham’s Day, la fecha en la que las matemáticas muestran que el Arsenal acaba el año por delante del Tottenham.
El derbi del norte de Londres de este año es una oportunidad histórica y decisiva para poner el contador a cero, pues se cumplen ya 7.600 días desde la última vez que no hubo St. Tottenringham’s Day. Es más, este año es un enfrentamiento entre candidatos directos y el Tottenham puede descarrilar a sus enemigos y ponerse en primera línea para optar al título de liga, algo que no consiguen desde 1961.