Jamie Carragher se mostró conforme con el despido de Brendan Rodgers: “El Liverpool corría el peligro de convertirse en un Tottenham”. Lo que podría entenderse como un ataque directo se asimiló fácilmente, los Spurs han sido un quiero y no puedo los últimos lustros, un estatus acentuado si vemos los éxitos de sus vecinos Chelsea y Arsenal. Aunque en la actualidad Mauricio Pochettino no permite que la frase de Carragher tenga vigencia.
Falta confirmar el buen trabajo del Tottenham en los meses finales, pero por lo visto desde que el técnico argentino se hizo cargo del club en verano de 2014, el progreso es evidente. Hablamos de un club en el que todavía no saben lo que es levantar una Premier League y que desde el curso 1994/95 no ha acabado por delante de Arsenal y Chelsea en la clasificación.
Mentalidad ganadora
En noviembre Adam, un aficionado al Tottenham que dejó de renovar su abono en White Hart Lane pese al buen momento del equipo, presagiaba un agrio desenlace: “Lo estamos haciendo bien pero da igual, como mucho acabaremos quintos, y el Arsenal, como mínimo, cuarto”. Una frase tan real como dolorosa. En los últimos años no sirvieron ni las exhibiciones de Bale y la mentalidad que resumía Adam era común a jugadores y afición.
Adam, seguramente, habrá cambiado su pensar. Los datos son claros, esa mentalidad débil se ha esfumado, el Tottenham es el equipo que más puntos ha rescatado (17) tras ir por detrás en el marcador en esta Premier. De las 10 veces que se han visto superados en el marcador, cinco acabaron en victoria spur. Mentalmente es otro equipo, afrontan los momentos de presión con confianza, por eso muchos como Ranieri ya les califican de “favoritos”.
Brad Friedel, portero en White Hart Lane de 2011 a 2015, señala ese cambio de mentalidad como el mayor progreso: “Durante muchos años fuimos vistos como un equipo suave. Mauricio (Pochettino) les ha hecho mejores, no sólo físicamente sino psicológicamente. Cada vez que les veo están más fuertes”.
El modelo Mauricio
No es raro que Mauricio Pochettino suene para los grandes. El Manchester United -como alternativa a José Mourinho o quizás incluso como primera opción- parece tener sus miras hacia el banquillo de White Hart Lane, pero qué ven en él. El técnico argentino es un gestor de proyectos, aunque ha demostrado tener un impacto inmediato (se vio en el Southampton y en el Espanyol) se le comprende mejor a largo plazo.
El debut de Pochettino como entrenador fue en el Espanyol, el escudo que más veces defendió como jugador. Allí le recibía un proyecto en descenso y sumido en una profunda crisis económica. Un verdadero reto que superó con nota, mejorando los resultados, el juego y la economía, además de potenciar la cantera.
En menos de cuatro temporadas hizo debutar a 23 jugadores del filial perico, de los cuáles muchos como Víctor Ruiz o Didac Vilá se fueron para cuadrar las cuentas y otros como Víctor Álvarez, Raúl Rodríguez, Raúl Baena o Javi López echaron raíces. Además de muchos aciertos en fichajes como Sergio García, Héctor Moreno o Víctor Sánchez permanecieron como legado en el club barcelonés. Una mejora global.
Esa gestión de los jóvenes fue la que le hizo un hueco en la Premier, dirigiendo el Southampton, una de las canteras más prolíficas de Inglaterra. Allí, aunque no hizo debutar a tantos jugadores como en Barcelona, dio consistencia al toque. Oriol Romeu explicaba el legado del argentino: “Llegué cuando él ya no estaba, pero las directrices de juego que implantó siguen presentes. Muchos de los jugadores que acababan de debutar con el técnico anterior [Nigel Adkins] se desarrollaron con Pochettino y la base es muy similar. Gustó su trabajo y se continuó con un entrenador similar como Ronald Koeman. Así se consolida un proyecto y una identidad de club”.
En el Tottenham ha conservado muchas facetas del juego y ha importado mayor control. El cuadro londinense ha mantenido en los últimos tiempos el 4-2-3-1 que sigue vigente, con mucha movilidad en los metros finales. Su juego ahora tiene las ideas claras arriba, los Spurs ya no se impacientan sino que tocan, intercambian posiciones y vuelven a intentarlo; han ganado paciencia e inteligencia en su movimientos. Además de añadir una base sólida para recuperar formada por dos centrales muy hábiles con balón -Vertonghen y Alderweireld- y un defensa reconvertido a medio -Dier- que choca, corre y es agresivo, valorando en él la seguridad atrás antes que el virtuosismo arriba.
Todo eso cuadrando balances. En el mercado Premier donde todo son millones, el Tottenham de Pochettino ha conseguido crecer apostando en lo bueno que había, sin dejarse llevar por ofertas estratosféricas. Algo trascendental para un club cuya inversión en fichajes está condicionada por la construcción de su nuevo estadio.
La apuesta por la juventud
Mauricio Pochettino: “Es muy importante hacer ver a los más jóvenes que crees en ellos”. Él cree, son el equipo más joven de la Premier League, la edad media de su última alineación es 24 años y 103 días. Un entorno idóneo para que figuras como Eric Dier, Harry Kane y Dele Alli evolucionen y consigan establecerse en la Premier.
Esta gestión se refleja de manera explícita en los últimos debutantes de la selección inglesa, ocho de los últimos 18 llegaron con Mauricio Pochettino como entrenador de su club y dos de ellos, Calum Chambers y Nathaniel Clyne, lo hicieron apenas un par de meses después de coincidir con el argentino.
¿Por qué toda Inglaterra quiere a Pochettino? Porque estilísticamente establece su sello; porque a nivel económico tiene la cabeza fría y eso en la Premier vale doble; por su apuesta ganadora por la cantera; y, sobre todo, porque además de su productiva estancia, deja un legado sobre el que construir.