Si faltaba una prueba documental para confirmar que las barras bravas son un tumor maligno en el fútbol de Argentina y lo infectan todo, eso ya se ha consumado. Unas fotos han desvelado que hasta Carlos Tévez, uno de los jugadores considerados intocables por su popularidad y el respeto personal que concita, tiene vínculos con la mafia violenta del balompié.
“Carlitos del pueblo” o “El Apache”, así le apodan por su infancia en el barrio pobre de “Fuerte Apache”, ha aparecido en las fotografías de una cena con los capos de “La Doce”, la barra brava del club de fútbol profesional Boca Juniors, el equipo que él ahora lidera tras haber brillado en el Corinthians, Manchester United, Manchester City y Juventus durante una década, de 2005 a 2015.
Ahí está el goleador, copas en alto, brindis y sonrisas, celebrando no se sabe qué junto a los jefes de “La Doce”, los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo y Mauro Martín, más otros miembros de la banda. Para explicar quiénes son, baste decir que Rafael Di Zeo y Martín estuvieron imputados por intento de asesinato a cuchilladas y trompis, respectivamente.
Di Zeo, hombre influyente, casado con una ex secretaria del senador y ex gobernador peronista Felipe Solá, purgó condena por tentativa de homicidio. Y Martín estuvo acusado de golpear hasta la muerte con varios cómplices a un vecino de su hermana, en medio de una riña por un perro que ladraba de más, pero finalmente resultó absuelto.
Además de la foto de la cena, publicada en la portada de la revista “Veintitrés” con el título “La barra de Tévez”, el periodista Rolando Graña ha informado de que “El Apache” le habría obsequiado con un coche Mercedes Benz de su propiedad a Di Zeo en agradecimiento por el respaldo a su repatriación desde la Juventus italiana, en junio, para que regresara con todos los honores a Boca.
Y también se han filtrado a la prensa otras fotos del crack abrazado a Rafael Di Zeo y a Facundo Caccia en una comida en la casa de éste. Caccia, supuestamente, actuaría de testaferro y lavaría el dinero negro de “La Doce” a través de la empresa de sus padres, Transportes Caccia.
Las economías de las barras bravas marchan viento en popa. Una de las principales fuentes de ingreso es la venta de jugadores a los clubes de Europa. Por ejemplo, “Los borrachos del tablón”, barra brava de River Plate, recibieron en su momento una tajada por el traspaso de los jugadores Gonzalo Higuaín y Fernando Gago al Real Madrid, según la prensa porteña.
RELACIÓN CON ULTRASUR Y FUERZA ATLÉTICO
Los dirigentes de los clubes de fútbol, además, le entregan a los violentos los negocios montados adentro y alrededor de los estadios a cambio de la lealtad y usarlos como grupo de choque. En “La Bombonera” la reventa de entradas, los chiringuitos de bebida y comida, el control del aparcamiento, el ingreso de drogas y alcohol a las gradas están en manos de “La Doce”, que contaría con un patrimonio de 5 millones de dólares, según calculó el portal “Infobae”.
A Rafael Di Zeo le adjudican la idea de haber organizado los “adrenalina tours”, es decir las visitas de turistas europeos a un partido en “La Bombonera” de manos de algunos miembros de “La Doce” previo pago de unos 400 euros. Las agencias de viajes ya promocionaban excursiones al estadio, pero el destino era la zona de plateas, en cambio con los muchachos de la barra brava uno pisa el territorio caliente de la tribuna popular.
Desde España se han interesado en el asunto y miembros de los “Ultrasur” del Real Madrid y “Fuerza Atlético” del Atlético de Madrid han venido a tomar clases de los barras bravas. En el informe puede verse cómo Rafa Di Zeo recibe a sujetos del equipo merengue y va con ellos al superclásico Boca-River en el estadio de éste, “El Monumental”, o “el gallinero” para los boquenses.
“En el autobús te mostré al que maneja la barra del Real Madrid. Ellos vienen acá a aprender. Argentina es como (la universidad de) Harvard para las barras del fútbol”, se jacta Di Zeo ante el periodista Daniel Tognetti en el vídeo, rodado durante el viaje de 1.600 hinchas de “La Doce” a bordo de 16 autobuses hasta la sede los ‘millonarios’. “La Doce es única en el mundo, en ningún otro país ocurre esto”, se pavonea Di Zeo.
Por un ‘master’ para graduarse de barra brava en Buenos Aires hay que desembolsar alrededor de 5.000 euros en total, con billete de avión incluido. También sujetos del “Frente Atlético” visitaron la capital argentina a entrenar con la “Guardia Imperial”, la barra brava del club Racing, cuando Diego Simeone dirigía al equipo de primera división de “La Academia” en el barrio bonaerense de Avellaneda.
Desde que irrumpieron en los años ‘70 del siglo pasado, las barras bravas acumulan 310 muertes en actos violentos, según contabilizó la ONG Salvemos al Fútbol. La mayoría han sido asesinatos entre hinchas de un mismo club que se pelean por los negocios sucios y el liderazgo. Todos los políticos hacen la vista gorda y sólo se les ha ocurrido como ‘solución’ prohibir a la afición visitante concurrir a los estadios.