Tal vez no tenga la púrpura del Barça o el efecto apisonadora del Bayern Múnich, pero el Paris Saint Germain de Laurent Blanc tiene algo. Tal vez sea el influjo de Ibrahimovic o el extra que aporta Di María. Quizás sea simplemente una cuestión de experiencia, pero sin duda este equipo ya no es el que fue. El PSG es más que los millones de su jeque, ya es un equipo aspirante a todo. La prueba: su victoria en Stamford Bridge (1-2). [Así se lo contamos en vivo]
La victoria ante el Chelsea en Londres no fue una demostración de fuerza ni de juego, pero sí de personalidad, precisamente lo que en otras ocasiones recientes le ha faltado al equipo parisino. Claro que de personalidad no se vive como quedó claro en el Santiago Bernabéu (partidazo y derrota). Sin embargo, sigue teniendo algo el conjunto francés que invita al optimismo. Tampoco desmedido, no nos engañemos.
La irrupción de Rabiot le ha dado algo nuevo al centro del campo, más control, más kilómetros, más trabajo y, quizás, hasta algo más de creativida. Aunque si se trata de hacer diabluras las miradas se vuelven hacia Ángel di María.
No triunfó el argentino en el Manchester United y quizás en la Ligue 1 francesa su talento quedé disminuido. Quizás precisamente por ese se paladea cada toque suyo en Champions como caviar iraní. Suya fue la apertura al hueco para el desmarque de Ibra en el primer gol. El sueco se dejó caer al lateral derecho del área, le pusieron la pelota en el pie y él hizo lo propio para que Rabiot sólo tuviera que adelantarse a la bota de Azpilicueta en el intento de despeje.
Un calco del segundo tanto francés, aunque esta vez Di María se inventó un hueco que no existía en el lado izquierdo del área grande. Allí se la puso Lucas Moura y el ex del Real Madrid telegrafió un pase perfecto para que Ibrahimovic sentenciara el partido y la eliminatoria.
De poco sirvió el tanto de Diego Costa entre uno y otro de los franceses. Si acaso para ver los agujeros del juego 'blue'. Con esta eliminación y después de la destitución de José Mourinho con la Premier ya perdida, a los de Guus Hiddink -Antonio Conte parece el elegido para comenzar nuevo proyecto la próxima temporada- sólo les queda la FA Cup y ahí se encontraran con el Everton de Roberto Martínez, que tampoco está para tirar cohetes pero a los de Londres les parece el mismísimo Brasil del 70.