Di María resquebraja al campeón
Argentina, sin Messi, arranca la Copa América Centenario superando a Chile (2-1) en un segundo tiempo práctico pero sin alardes.
7 junio, 2016 07:19Noticias relacionadas
No había estirado todavía los músculos y los huesos el partido cuando un cabezazo de Nico Gaitán terminó en el larguero tras pase de Di María. La desfachatez la respondió al instante Marcelo Díaz con un balón en profundidad para Vargas que desconectó Romero, completando cinco minutos electrizantes de inicio que hicieron superar la depresión de no ver (tampoco) a Messi –no le quiso forzar el Tata Martino– en acción en esta Copa América.
Se reeditaba, casi un año después, la final de la edición de 2015, y un tiro cruzado Di María en el minuto 8, marca registrada, rozaba el palo, mantenía la tensión del estreno y auguraba una buena noche para la albiceleste. Siguió haciendo sus pinitos el Fideo, cuyo físico parece anclado en el tiempo, a la vez que la rocosidad del choque iba, sin que nadie lo notara, apagando notables protagonistas por ambos bandos –poco aparecía Vidal, nada Augusto, se desvanecía Vargas–.
En un latigazo a la contra, mediado el primer periodo, el omnipresente Di María galopó y abrió para que Banega se la colocara en bandeja a Higuaín, que no pudo espantar los fantasmas de las últimas finales con su selección.
Por aquel entonces, Chile se había armado y estaba empeñada en recordarle a Argentina, y a toda América, su tamaño, sus enormes dimensiones que justo ahora cumplen once meses. Avanzaba con Díaz y Aránguiz en la sala de máquinas, y Alexis siendo la referencia como en los mejores días. La presión alta y viva chilena quedó definida por completo cuando Alexis se topó con la mano derecha salvadora de Romero, la primera gran ocasión de la Roja, bordeando la media hora de juego.
El Tata Martino y Juan Antonio Pizzi se desgañitaban en la banda, conscientes de que la batalla táctica del partido que marcará el devenir del grupo D empezaba a ser crucial. Nada, por el momento, conseguía inmutar con seriedad al orden chileno; no había buenas vibraciones en la delantera argentina. Nadie, y eso que Mascherano lo intentaba, lograba difrenciarse desde atrás.
El segundo tiempo arrancó con un latigazo de Marcelo Díaz desde fuera del área que acabó en corner. Alexis, por su parte, seguía siendo un problema recibiendo entre Otamendi y Funes Mori, que sufrían sin referencias claras.
Sin embargo, aprovechando un error del rival, fue Argentina la que desniveló el marcador y dinamitó el equilibrio que parecía inevitable. Banega le robó la pelota a Aránguiz, muy lento esta vez, cediéndosela en ventaja a Di María que rasgaba su banda izquierda –una foto típica de la última década– ratificando su buen partido con un certero golpeo que sorprendió a Claudio Bravo, atónito.
Siete minutos después, con Chile aturdida todavía y Argentina creciendo, Di María y Banega se intercambiaron los papeles, tras nueva pérdida de Aránguiz, para firmar el 2-0. El remate de Banega, por el mismo sector izquierdo por el que antes entró Di María, fue ligeramente desviado por Isla para despistar a Bravo.
Sumida ya en la tranquilidad y el relax, Argentina, que ya se había vengado de Chile en las Eliminatorias Conmebol (1-2 en marzo; aquel día también marcó Di María) comenzó a divagar y a encontrar huecos entre la desesperación chilena. En todos esos huecos, por cierto, estaba el Fideo, encarándose incluso con Gary Medel, pecho con pecho, en un reto de barrio pero con cientos de cámaras filmando para todo el planeta. Los agujeros los pudo aprovechar Higuaín, primero, y el Kun Agüero y Lamela en los últimos minutos, de refresco.
Chile llegó al último cuarto de hora herida de muerte, cansada y sin ideas. Solo su sangre le mantenía en pie, luchando y pataleando. De su último coletazo, en un golpe franco con una mala salida de Romero, llegó el gol de Fuenzalida, una pequeña y sorda liberación.
Le reedición de la final no defraudó, Messi volverá y Argentina será más favorita aún, y esta derrota pone en problemas al campeón. Pero respeten al campeón.
FICHA TÉCNICA:
ARGENTINA: Romero, Mercado, Otamendi, Funes Mori, Rojo, Mascherano, Banega, Augusto, Di María (Lamela, Min.79), Gaitán (Kranevitter, Min.86), Higuaín (Agüero, Min.73).
CHILE: Bravo, Isla, Medel, Jara, Mena (Orellana, Min.53), Díaz, Aránguiz (Fuenzalida, Min.81), Vidal, Vargas (Pinilla, Min.67), Alexis, Beausejour.
GOLES: 1-0, Min.51, Di María. 2-0, Min.58, Banega. 2-1, Min.93, Fuenzalida.
INCIDENCIAS: Levi´s Stadium (Santa Clara, California, USA). 69.450 espectadores. Primera jornada del Grupo D de la Copa América Centenario. Árbitro: Daniel Fedorczuk (Uruguay). Amonestó a Vidal (CHI, Min.18), Isla (CHI, Min.43), Medel (CHI, Min.64), Di María (ARG, Min.64), Rojo (Min.69) y Beausejour (CHI, Min.86).