Coutinho conquista el Emirates en diez minutos

El partido estrella de la jornada no lo jugaron ni el renovado Manchester United de Jose Mourinho ni el City de Guardiola. En Londres se medían la vieja escuela y la vanguardia de la Premier. Wenger contra Klopp, o la eterna promesa en Inglaterra contra el proyecto de reconstrucción de un grande. Se esperaba tanto en el Emirates que quienes asistieron al estadio se deleitaron con una oda al fútbol total que terminó con un anárquico 3-4.

No movió ficha Klopp en la portería. A pesar de haber contratado a su compatriota Loris Karius como reemplazo para Mignolet, el excancerbero del Mainz se rompió el dedo hace dos semanas y, de nuevo, el meta belga fue titular en el Liverpool. Y no lo desaprovechó, ya que su actuación resultaría determinante en el resultado final.

En un partido frenético desde el comienzo, la primera opción fue para el Arsenal a la media hora de juego. Alberto Moreno cometió penalti sobre Theo Walcott, que el inglés se encargó de lanzar. Entonces emergió la figura de Mignolet. Denostado al final de la temporada pasada, el belga le sacó la pena máxima a Walcott, que no falló un minuto después al batirle por bajo.

Metro a metro, el Liverpool fue adelantando líneas, con mucha profundidad por las bandas. Sin embargo, no logró transformar ninguna ocasión arriba, hasta que al borde del descanso Coutinho colocó una falta centrada en la escuadra del palo corto de Petr Cech. El gol del brasileño, que dejó helado al Emirates, espoleó a los de Klopp, quienes salieron extramotivados en la reanudación.

Fue el propio Coutinho quien se echó el equipo a las espaldas. El Arsenal seguía dormido y, en el 49, el mediapunta aprovechó un despiste defensivo para internarse por la izquierda en el área y centrar al palo largo, donde Lallana pinchó la bola y batió por bajo a un desconcertado Cech. Para completar su sublime actuación, el brasileño hizo el tercero siete minutos después. Una internada por la banda derecha de Clyne terminó con un centro raso y un remate de Coutinho al primer toque. 

Sadio Mané se estrenó como goleador 'red' en el 64 gracias a una brillante acción individual. Arrancando desde la derecha, el senegalés se internó en el área y dribló a cuantos rivales le salieron al paso. Finalmente, golpeó desequilibrado con la zurda en un remate inapelable al palo largo. Cech negaba con la cabeza y el Arsenal perdía por 1-4 en el Emirates.

En los últimos minutos, los de Wenger apretaron y el Liverpool, que perdió a Coutinho por lesión, se replegó en campo propio. Los goles de Chamberlain y el lateral Callum Chambers -en fuera de juego- maquillaron el marcador y le pusieron algo de pimienta a un partido que pudo terminar en goleada.