A la patada más famosa del fútbol español le faltaba todavía una explicación: cómo diablos la salvajada del holandés De Jong en el tórax de Xabi Alonso (minuto 27 de la primera parte del Mundial de Sudáfrica 2010) no mereció una tarjeta roja. Mientras Alonso se retorcía de dolor en el suelo, el árbitro inglés Howard Webb mostró una de las cartulinas amarillas más deleznables de la historia del balompié.
España recibió muchas más patadas, pero ganó esa final 90 minutos después con el gol de Iniesta. Seis años después, el colegiado (ya retirado) ha desvelado el misterio sobre su incomprensible torpeza en su autobiografía The man in the middle (El hombre en el medio), que está siendo publicada por entregas en el diario británico ‘The Times’.
“Xabi Alonso cabeceó un balón hacia David Villa y en ese momento De Jong chocó contra él. En ese momento, yo estaba justo detrás de Alonso, a diez yardas, por lo que no vi el punto exacto de impacto”, explica Webb en un pasaje de la obra. “Yo sabía que había sido una entrada a destiempo, contundente y merecedora de sanción. Ninguno de mis ayudantes me dijo nada, por lo que mostré una amarilla por aquello que vi con mis ojos. Con la mano en el corazón, nunca se me pasó por la cabeza que era roja. Estaba convencido de que era tarjeta amarilla”.
"No había eludido la decisión fuerte. No me había sentido intimidado por la ocasión, y desde luego no sentí presión alguna de la FIFA para evitar expulsiones. Sencillamente apliqué el castigo apropiado para lo que había visto con mis propios ojos, desde mi lugar. Ésa es la verdad".
"¡Qué puta pesadilla!"
"Cuando mostré la tarjeta, sin embargo, hubo una reacción furiosa por parte de los españoles, dentro y fuera del campo. Realmente pensé que estaban cabreados con el juego físico de los holandeses, no por esta ofensa en particular. También pensé que estaban irritados porque no concedí la ventaja cuando el balón había caído en los pies de David Villa tras el cabezazo de Alonso".
El error, una vez visto en la televisión, persiguió a Webb durante un tiempo: “No fue hasta el descanso cuando me di cuenta de que la entrada de De Jong podía haber sido roja. Me sentí muy fastidiado. Creí que había fallado en una final de un Mundial. ¡Qué puta pesadilla! Volví al campo con la cabeza latiendo y el corazón acelerado".
Webb se retiró del fútbol en agosto de 2014. Hoy dirige la asociación de árbitros inglesa Professional Game Match Officials Board.