Manacor

“Después de ver las instalaciones le diré a mis niños que vengan aquí si quieren jugar al tenis”. En mitad de una mañana de celebración, la frase de Roger Federer resumió perfectamente cómo de profundo es el legado que Rafael Nadal desveló el miércoles en el corazón de su casa. En Manacor, donde nació y creció como jugador, el mallorquín inauguró oficialmente la Rafa Nadal Academy by Movistar y empezó a enseñar un boceto bastante cercano de lo que será el Nadal del mañana, cuando la competición deje de ser el motor principal de su vida.

“Personalmente, es un día muy especial porque ha sido la inauguración de la Rafa Nadal Academy by Movistar”, se arrancó el mallorquín en la pista central de la academia, acompañado de Federer y ante la presencia de distintas personalidades y pesos pesados del mundo del deporte, como los presidentes de la ATP (Chris Kermode), ITF (David Haggerty) o el CEO de Wimbledon (Philip Brook). “Es el día donde se inaugura algo que ha costado muchos años de trabajo y de lucha por conseguirlo. Es inolvidable para mí y para todos los que estamos trabajando a diario”, prosiguió Nadal, acordándose de las más de 100 personas que han encontrado trabajo con la puesta en marcha del centro.

“Me quedan años de tenis, pero hay un futuro y esta academia es parte de ese futuro. Es un sueño hecho realidad. Esperemos que los chicos disfruten al máximo, queremos que esta instalación sea un éxito a nivel profesional para ellos, pero también a nivel humano”, subrayó el número seis del mundo. “Que aprendan a jugar al tenis, pero también educación y que salgan con la formación necesaria para afrontar la vida con garantías, ya sea en el deporte o en cualquier otro ámbito. Estamos haciendo algo que es especial y lo estamos haciendo aquí en Mallorca, en Manacor, en casa. Por eso, es doblemente emocionante”.

La academia, con 26 pistas y una residencia con capacidad para 140 estudiantes (que salen formados en la American International School of Mallorca), ofrece a jóvenes de entre 11 y 18 años la oportunidad de estudiar y convertirse en tenistas profesionales siguiendo el método que ha llevado al mallorquín a ser número uno del mundo, tutelados por los mejores entrenadores y acompañados por un excepcional equipo técnico en unas instalaciones dotadas con la tecnología más avanzada.

Federer: "Su ética de trabajo en pista también se ve aquí"

“No sé cuánta gente del calibre de Rafa tiene una academia como esta, en su casa, en el lugar donde creció”, valoró Federer, que aceptó la invitación para estar junto a su némesis deportiva en un día marcado en rojo en el calendario del balear. “Veo su ADN en todos los rincones y eso es un plus extraordinario. Si ves esta academia, sabiendo que ha habido muchas y muy buenas durante mucho tiempo, sabes que esta va a ser una especial”, avanzó el campeón de 17 grandes. “Su ética de trabajo en pista también se ve reflejada aquí y le puede dar un valor incalculable. Es el principio de algo muy emocionante”, dijo el suizo.

“Como es mi academia, tengo que pensar que es un buen lugar”, le siguió el mallorquín entre risas. “Fuera de bromas: no he estado en todas las academias para poder comparar. No sería justo decir que esta es mejor que otra”, añadió. “No lo diré porque no lo sé. Lo único que sé es que hicimos un gran esfuerzo para tener un centro en el que creemos que las necesidades de los niños están cubiertas a nivel educativo, formativo y deportivo”, continuó. “Tenemos una escuela internacional y es importante que sigan mejorando la parte académica y al mismo tiempo un gran equipo de entrenadores que les ayudan en la faceta deportiva. Hemos escogido a aquellos entrenadores que creemos que tienen una gran experiencia en nuestro deporte, que saben el proceso de cómo convertirse en profesional, respetando sus edades y sus etapas. Hay que trabajar muy duro pero el objetivo es que el centro sea un referente de nuestro deporte en todo el mundo”.

Nadal, claro, ha apuntalado bien los cimientos del proyecto. Si los niños no se marchan con el futuro despejado para ser profesionales, que al menos lo hagan con las bases que han marcado la vida del mallorquín, ayudándole a digerir los éxitos deportivos con normalidad. Bajo esos principios se ha levantado la academia, un ciclópeo centro que también alberga el museo con todas las conquistas del español, gimnasios, una clínica de medicina deportiva y hasta un hotel.

“Las instalaciones son muy bonitas, muy modernas y muy grandes”, resumió Federer tras visitar todo el recinto en un paseo de media hora. “Tiene las dimensiones de las instalaciones de un gran torneo lo que lo hace muy impresionante”, elogió el número ocho del mundo, que sin embargó descartó hacer algo similar. “En Suiza sería muy diferente, no lo podría hacer. Por eso, prefiero ayudar que construir mi propia academia. En mi caso, yo me formé gracias a la federación suiza y si construyese una academia, me convertiría en rival de la federación y en un país tan pequeño como el nuestro no sería una buena idea”, argumentó. “Si fuese fuera de Suiza tendría que estar con el avión de arriba para abajo. No lo veo muy claro. Para Rafa tiene mucho más sentido porque aquí hay mucha más tradición de academias que tienen gran impacto. Es diferente”, se despidió Federer, que en estas semanas apura su plan de entrenamientos para volver a competir en 2017.

“Yo no me imagino en otro lugar que no sea Mallorca”, confesó Nadal. “No me veo lejos de aquí. Voy a estar aquí cada día porque es parte de mi futuro y el deporte es mi pasión. Crear un centro así en el que el tenis es lo más importante, pero que al mismo tiempo puedes practicar otros deportes, lo hace aún más especial”, apuntó. “Es un lugar en el que estaré muy involucrado seguro. No sé si seré entrenador o no, pero sé que estaré cerca de los niños, pelotearé con ellos y aunque ahora no me veo entrenando, estaré de alguna manera involucrado”.

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