Gerard Deulofeu, Marco Asensio, Iñaki Williams, Saúl Ñíguez, Munir, Marcos Llorente, José Luis Gayá, Denis Suárez, Óliver Torres, Jesús Vallejo, Borja Mayoral, Jorge Meré... Leer todos estos nombres es, para el aficionado medio al fútbol español, sinónimo de equipo de calidad. Todos son ya reconocidos a pesar de su corta edad. Son ya pilares de sus equipos o talentos que están explotando. Todos están convocados con la sub21 española, que este viernes se juega volver a un Europeo en Austria (18:30 horas) en el partido de ida de la eliminatoria decisiva para acceder a la cita que se celebrará el próximo verano en Polonia. El encuentro de vuelta será el martes 15 en el Carlos Belmonte de Albacete.
Resulta difícil entender que con tanto talento en sus filas, España se haya tenido que ver abocada a la repesca para buscar su pase al Europeo. Es la triste tendencia que en los últimos años está cogiendo la sub-21, que a pesar que desde hace ya años, el primer equipo de la cantera española se podría asimilar a cualquier equipo de Primera División, ya que todos sus jugadores son de la máxima categoría, no logra despegar. No se entiende pues los problemas que tiene, al límite en esta última fase de clasificación, ausente en la última edición de un Europeo (2015) y en los Juegos Olímpicos de Río. Solo sería explicable por los tumbos que ha ido dando, arrastrando problemas desde los tiempos de Luis Milla, con el que no se pasó de la primera fase en los Juegos de Londres 2012. Ahora está Albert Celades en el banquillo, que sustituyó a Lopetegui cuando el hoy seleccionador de la absoluta se fue al Oporto. Solo Julen ha sido el que ha logrado parar la caída, con la consecución del Europeo en 2013.
La actual sub-21 mezcla a todo el talento que tiene el fútbol español en su cantera. Jamas tuvo un equipo con tantos buenos jugadores y con tanta experiencia, ya que todos están ya en el primer nivel. Cuenta con jugadores de los cinco equipos que actualmente lideran la liga, Madrid (Marco Asensio), Barcelona (Denis Suárez), Villarreal (Castillejo, en esta convocatoria ausente por lesión), Sevilla (Diego González) y Atlético (Saúl Ñíguez). Pero además, al equipo se le añaden futbolistas consolidados como Williams (Athletic), Gayá y Munir (Valencia) o Marcos Llorente (Alvés). Y, si fuera poco, están los que juegan fuera de España, casos de Jesús Vallejo (cedido por el Madrid en el Eintracht de Fráncfort), Borja Mayoral (en el Wolfsburgo), Óliver Torres (Oporto), Mikel Merino (Dortmund, aunque apenas juega) o Héctor Bellerín (del Arsenal, pero que se perderá esta eliminatoria por lesión). Y, por supuesto, el ya mítico Deulofeu (Everton), capitán de 'La Rojita', y que este viernes alcanza a Muniain como jugador con más internacionalidades en la sub-21.
Con esta plantilla, muy difícil era no clasificarse en una fase de clasificación que, todo sea dicho, es exigente, ya que solo se clasifican 12 equipos de los 53 totales. Pero los nombres apenas sirvieron y España no logró clasificarse como primera, y por tanto ir directamente a la Eurocopa, en un grupo con Suecia, Croacia, Georgia, Estonia y San Marino. La bochornosa derrota en El Plantío de Burgos ante Croacia (0-3) acabaría siendo clave para que Suecia superara en un punto a España. Los de Celades quedaban así relegados a la repesca, ronda que ahora afronta en una eliminatoria a doble partido ante la débil Austria.
El reto, que no es otra cosa que una obligación, es recuperar la presencia en una Eurocopa, torneo que España ya ha ganado cuatro veces (1986, 1998, 2011 y 2013), una solo por debajo de Italia. Desde esa última victoria en 2013, la sub-21 ha ido diluyéndose a pesar de que cada vez su plantilla era mejor. No se clasificó para el Europeo 2015, algo que le quitó las opciones de participar en los Juegos de Río, en los que tampoco estuvo, y ahora se ve en una repesca. No debe haber problemas para pasar en estos dos partidos en los que hay más en juego de lo que parece.
Primero, está la supervivencia de la cantera española, que no es otra cosa que el futuro de la absoluta. Tradicionalmente siempre eran los equipos inferiores los que ganaban, cuando el primer equipo se quedaba año sí y año también en cuartos. Eso se revirtió y España disfrutó de una época dorada, con los 'grandes' ganando Eurocopas y Mundial y los 'pequeños' también triunfando. No es de extrañar que muchos de los que hoy integran las convocatorias de Lopetegui sean aquellos que ganaron en 2011 y 2013 con la sub-21: De Gea, Bartra, Iñigo Martínez, Koke, Thiago Alcántara, Morata, Isco, Nacho, Carvajal, Ander Herrera, Mata... la lista es larga. Después queda también en juego la imagen, el orgullo y la preparación de los que mañana deben ser el presente de España.
Con todas las dudas, pero con un equipo de gala, que bien podría competir en Primera División, la sub-21 se juega este viernes en el moderno NV Arena de la ciudad de Sankt Polten su imagen y orgullo. Faltar a otro Europeo sería una catástrofe. Por parte del combinado austriaco destacamos a Philipp Lienhart, defensa del Real Madrid Castilla y que Zidane sigue de cerca en tiempos de tanta lesión en la zaga blanca. Por lo demás, los austriacos apenas cuentan con grandes jugadores y los pocos que tienen se los llevó la absoluta para el importante de clasificación al Mundial ante Irlanda.
No hay más exámenes para la sub-21. Es ahora o nunca. O se gana o se fracasa. La primera será en Austria este viernes; la segunda el martes en Albacete. Dos partidos en los que está el juego del futuro del fútbol español. Y el prestigio de la que siempre fue la envidiable cantera de la selección.