No se sabe bien quién ha tenido que ceder más, si el Consejo Superior de Deportes (CSD) o la Federación Española de Fútbol (RFEF), pero el conflicto que mantenían desde hace un año se cerró este martes con la aprobación final del dichoso reglamento electoral que ha prolongado un año la presidencia de Villar (hace ya cinco años de las últimas elecciones), cabeza del fútbol español desde 1988.
La debilidad relativa de Villar (por los cambios ocurridos en los últimos tiempos en la FIFA) ha pesado sin duda en su disposición a resolver un conflicto absolutamente enquistado, que marcó el último año de Miguel Cardenal como secretario de Estado para el Deporte. La Federación difunde el mensaje de que no hay ni vencedores ni vencidos, pero según fuentes próximas al CSD la RFEF ha aceptado finalmente el 90% de las pretensiones gubernamentales, emitiéndose una excepción a la orden ministerial que regula los procesos electorales en el mismo sentidop que otras habilitadas a federaciones diversas en el pasado.
Elecciones en abril o mayo
Una vez que Ángel María Villar envió el pasado viernes el nuevo texto con las correciones exigidas, incluyendo la excepción solicitada y las modificaciones en cuanto a la proporcionalidad de los asambleístas y las circunscripciones, el presidente del CSD, José Ramón Lete, ha dado el paso definitivo para poder convocar, por fin, las elecciones a la presidencia tras casi un año de demora. El conciliador político gallego resuelve así, además, el principal problema que heredó de la gestión de su antecesor.
No se sabe aún con seguridad la fecha concreta de las elecciones, aunque en ambos organismos se da por seguro que se celebrarán en la segunda mitad de abril o primera semana de mayo. Concurrirán, además de Villar, el que fuese su exsecretario general, Jorge Pérez, y el director de la escuela de entrenadores CENAFE, Miguel Ángel Galán (si mantiene su candidatura).
Ceuta y Melilla
El texto definitivo del reglamento electoral contempla, pues, la excepción otorgada por el CSD sobre la circunscripción de los futbolistas no profesionales (una obsesión de la RFEF), pero cambia la representación de Ceuta y Melilla: las ciudades autónomas pasarán a tener un representante por los clubes y otro por los deportistas; no dos para cada una (cuatro representantes en total), como pretendía hasta ayer Villar en medio de una lucha a muerte por cada voto.
Tras la reducción de miembros que ha hecho Villar, en total serán 140 representantes de nuestro fútbol los que decidan. Hay 20 miembros natos (Villar y los 19 presidentes de Territoriales) y los otros 120 miembros representan a ocho estamentos. El fútbol sala tiene un 10%, doce votos (4 jugadores, 5 clubes, 2 entrenadores y 1 árbitro). Votan 20 clubes (11 de Primera y 9 de Segunda, y 29 no profesionales). Los jugadores son 32: 13 y 19. Los árbitros, 11: 4 de Primera y Segunda y 7 de Segunda B y Tercera. Y 16 entrenadores: 6 profesionales y 10 de equipos de ámbito no profesional.
Procesos judiciales abiertos
El mismo martes se supo que Ángel María Villar y Jorge Pérez, dos de los tres candidatos a la presidencia federativa, siguen implicados en procesos judiciales. La denuncia contra Villar y la Federación por el mal uso del dinero público en el 'caso Haití' ha sido admitida por un juez de Majadahonda, a pesar de que Villar devolviese recientemente al CSD la subvención de 1,2 millones de euros por no haber podido justificar debidamente su empleo. Por este caso, Villar se enfrenta a los posibles delitos de malversación de fondos públicos, administración desleal y prevaricación.
Mientras tanto, la declaración de Villar el pasado 23 enero en los juzgados de Majadahonda por los presuntos tratos de favor a los clubes Recreativo de Huelva y Marino han ocasionado que su principal rival en las elecciones a la federación, su exsecretario general en la entidad Jorge Pérez, haya sido también llamado a declarar el 15 de febrero.