El Barça denunciará al PSG ante la UEFA si paga la cláusula de Neymar

El Barça no se quiere quedar de brazos cruzados en el tema Neymar y ha amenazado al PSG con denunciarle ante la UEFA si finalmente paga la cláusula de rescisión de Neymar, cifrada este año en 222 millones de euros (su precio varía en función del paso del tiempo).

El conjunto catalán llevaría al francés ante el máximo organismo del fútbol europeo no por el fichaje como tal, sino porque entenderían que el PSG se saltaría los parámetros del Fair Play Financiero que la UEFA aprobó en septiembre de 2009 y se puso en marcha en 2011.

El Barça pediría incluso la exclusión del PSG de la próxima edición de la Champions League argumentando que el equipo parisino sería reincidente. El club que actualmente entrena Unai Emery ya fue sancionado, junto al Manchester City, por el Fair Play financiero en 2014 por gastar más de lo que ganaban. Aquella sanción, sin embargo, no tuvo efectos deportivos en lo que a exclusiones de competicones se refieren, sino algunas restricciones en fichajes así como multas económicas.

Desde el Barcelona se piensa también que si finalmente el PSG paga la cláusula de Neymar (tendría que ser el propio jugador el que la abonara) no sería el club francés quien pondría el dinero (para evitar esas sanciones) y si algunos fondos de inversión u otras entidades, temas a investigar por la UEFA.

En la misma idea se refirió este viernes Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, que aseguró que desde la LFP "denunciaremos al PSG por no cumplir el Fair Play” y que ya "avisé hace dos meses al presidente del PSG que lo haríamos”.

El Fair Play Financiero se creó para igualar las capacidades económicas de todos los clubes de fútbol con el objetivo de "introducir una mayor disciplina y racionalidad en las finanzas de los clubes" y "alentar a los clubes para competir con (en) sus ingresos". Es, en resumen, una obligación al juego limpio económico. 

Los equipos que participan en competiciones UEFA no pueden tener deudas pendientes con otros clubes, con sus jugadores o con las autoridades tributarias. Además, los clubes pueden gastar hasta cinco millones de euros más de lo que ingresan por un periodo de tres años.