Antoine Griezmann está a punto de provocar un conflicto entre el Atlético de Madrid y el FC Barcelona. Los contactos del conjunto azulgrana con el jugador franquicia de los rojiblancos en las últimas horas han motivado que su actual equipo vaya a denunciar al líder de la Liga ante la FIFA (como antes hicieron Santos y Gremio). La decisión se tomó el lunes en la Junta de Accionistas y Consejo de Administración.

El acercamiento al atacante francés y a su entorno se considera una intromisión, a la par que una adulteración del campeonato español. Tanto Barça como Atlético están inmersos en plena pelea por el torneo doméstico: unos son primeros y los otros segundos. También está en juego la Copa del Rey.

Lo que ha motivado la denuncia del club madrileño son las declaraciones que Guillermo Amor, responsable de las relaciones institucionales barcelonistas, realizó el pasado domingo tras el encuentro ante el Deportivo de La Coruña. "Puede ser que haya habido un acercamiento y que haya buena sintonía. Es el trabajo de club que se suele hacer", reconoció el dirigente en el postpartido.

Horas después, los medios catalanes informaban de que el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, había tenido contactos con el entorno de Griezmann. Ninguno de los dos gestos ha gustado nada en el Atlético de Madrid. La temporada está en marcha, Griezmann tiene contrato en vigor con los colchoneros (renovó hasta 2022) y, en todo caso, sería muchísimo más factible que su adiós al equipo en el que alcanzó definitivamente el estrellato se produjese el próximo verano.

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