La última vez que al Barcelona le pitaron un penalti en contra, el Real Madrid tenía dos Copas de Europa menos. España no tenía gobierno, estaba en funciones, y Pedro Sánchez, al que todavía no habían quitado de secretario general para después resurgir y volver, buscaba la presidencia del Gobierno ante la negativa de Podemos. En Estados Unidos, Donald Trump era un 'simple' empresario, lejos aún de la Casa Blanca. Río de Janeiro se preparaba para los Juegos Olímpicos, después deficitarios. Reino Unido no había votado por el brexit.
14 de febrero de 2016 es una fecha importante en el fútbol español. Ese día, en un Barcelona - Celta de Vigo de Liga, Guidetti entró en el área del Barcelona y Jordi Alba le arrolló. El partido iba 1-0 (acabó 6-1) y el árbitro, Hernández Hernández, pitó penalti en contra del conjunto catalán. Era un penalti histórico, aunque entonces no se supiera que así lo era. Fue el último que le señalarían al Barcelona en contra en Liga.
Han pasado dos años de aquello (exactamente un año, 11 meses y 15 días) y ningún árbitro ha visto un penalti que haya cometido el Barça. Eso, en términos futbolísticos, son 74 jornadas consecutivas de Liga y dos Ligas enteras sin penaltis en contra. Además, y para ampliar los datos, sólo sufrieron una pena máxima en 103 encuentros. El balance de penaltis a favor y en contra desde ese 14 de febrero de hace dos años es todavía más arrollador: 32 a favor, 0 en contra.
La mano que Umtiti hizo en el minuto 89 del partido de este domingo ante el Deportivo Alavés (hubiera supuesto el 2-2 del conjunto vasco) tampoco se pitó. Ibai Gómez disparó y el central francés se disfrazó de Ter Stegen para que el balón no acabara en la portería. Iglesias Villanueva, el mismo colegiado que no vio el gol de Messi en Mestalla, estaba al lado, pero no interpretó que eso fuera pena máxima. Otro penalti al limbo.
Mientras Abelardo, técnico del equipo vitoriano, explicaba que "los árbitros son humanos y se pueden equivocar" (es el mismo Abelardo que protagonizó una de las mayores 'rajadas' en contra de los árbitros, cuando al Sporting le perjudicaron en Granada en marzo de 2016), Laguardia, uno de sus jugadores, no se callaba. "El árbitro es el mismo de Mestalla, ya está en paz con el Barça", aseguró el defensor zaragozano.
De los últimos 219 penaltis pitados en Primera División, ninguno ha sido en contra del Barcelona. Mientras a equipos como el Valencia le señalaron 19 penas máximas, al Real Madrid ocho o al Atlético siete en ese periodo, los culés han tenido la suerte de no sufrir estos castigos. Es de tal envergadura el dato que André Ter Stegen, portero ya asentado en la portería culé, jamás se ha enfrentado a un penalti como portero del Barcelona.
Sirva Javier Mascherano como representante de esa bula arbitral que ha tenido el Barcelona en lo que a los penaltis se refiere. El 'jefecito' acaba de irse del club catalán y lo hizo sin penaltis en contra a pesar de cometer muchos. Fue la imagen de la permisividad arbitral, tal y como se comprueba en un vídeo que se hizo viral en las redes sociales.
Desde el entorno barcelonista se defiende que al Barça le pitan menos penaltis (en realidad, ninguno) porque su estilo de fútbol deja pocas opciones a cometer penaltis. Explican que tienen mucha más posesión, que normalmente su defensa juega más en el centro del campo que en su portería, que juega más en el área contraria que en el suyo... Y eso es real. Es lógico que el Barcelona sea el equipo que menos penaltis tenga en contra de España, pero que no tenga ninguno sobrepasa todos los análisis.
Porque en este periodo de dos años, el Barça ha cometido varios penaltis que, por errores arbitrales, no fueron pitados. Los más mediáticos, por ejemplo, los tres que no le pitaron ante el Real Madrid en la temporada 2016/17: a Cristiano le hizo un penalti Umtiti en el minuto 1 en el Bernabéu y Mascherano hizo otros dos, a Lucas Vázquez y Cristiano, en el encuentro del Camp Nou. También hay empujones de Mascherano, manos del argentino o de Piqué en El Madrigal, otros en Mestalla... A criterio del lector quedará juzgar, pero ejemplos de penaltis hay varios. No es verdad que el Barça no cometa ninguno y menos en dos años.
Esta misma temporada, ante el Valencia en Mestalla (el mismo partido del gol válido de Messi no concedido) en una falta de Umtiti a Guedes (este más discutible) o una mano de Piqué en Getafe que hubiera supuesto el 2-0 del equipo madrileño además de la expulsión del central catalán.
Los datos son sólo de Liga, aunque en Champions y en Copa también ha visto el Barcelona cómo se libraba de penaltis en contra pese a su claridad. El ejemplo más claro, el duelo ante el PSG en el que Mascherano hizo dos penaltis (reconocidos por él) sin que ninguno se pitara. Al mismo tiempo, al Barça le señalaron dos a favor.
Que al Barcelona no le piten penaltis en contra no significa que no le tengan que pitar, lógicamente, penaltis a favor cuando son o que sea siempre ayudado por los colegiados. Es una realidad que es más posible que le piten penas máximas a su favor por el fútbol que juega. Pero eso no justifica que al Barça no le piten penaltis. Hizo varios, no le señalaron ninguno.
Dos años. 74 jornadas consecutivas de Liga. 6.660 minutos. La vida pasa, pero el penalti del Barcelona no llega. Tampoco cuando, como este domingo ante el Alavés, lo comete de forma tan clara.
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