No fue el hombre de la final ni mucho menos, incluso se podría decir que estuvo desaparecido durante los 57 minutos que estuvo sobre el verde del Lilleküla Stadium de Tallin. Antoine Griezmann no tuvo su mejor noche en la Supercopa de Europa frente el Real Madrid, pero poco importaba eso cuando había logrado su primer título europeo ante el máximo rival.

Un 2-4 que supo a gloria para el francés y que, según él, justifica su renovación con el Atlético de Madrid este verano y su frustrada salida rumbo al Barcelona: "Me quedé porque había un buen proyecto, tengo confianza en este club, en el Cholo... Hoy he visto que no me he equivocado", reconoció el delantero ante los micrófonos de Movistar Liga de Campeones.

Griezmann aplaudió el buen trabajo de sus compañeros durante los 120 minutos de partido, destacando el trabajo realizado durante la pretemporada: "Sería el quinto partido, el primero oficial, hicimos mucho trabajo, mucho esfuerzo... Los que entraron hicieron la diferencia, hay que seguir así porque somos un gran grupo", aseguró. Aun así, Griezmann quiso hacer autocrítica y confesó que el de la Supercopa ante el Madrid no fue su mejor partido: "Estaba un poco ahogado porque era mi segundo partido".

Primera final europea que gana al Madrid

Desde que se puso la camiseta del Atlético de Madrid por primera vez en el año 2014 Griezmann se ha enfrentado al máximo rival en cuatro ocasiones cuando había un título en juego. La primera, y su primer golpe, fue en el año 2014 en la final de la Champions de Lisboa que acabó con La Décima del Real Madrid. En agosto el Atleti se cobraría su venganza en la Supercopa de España con un 2-1 global para los colchoneros. Ya en 2016 Griezmann volvió a revivir su pesadilla en Europa con una nueva Champions frustrada en Milán, un 1-1 que se resolvió en la tanda de penaltis (5-3) y que escoció todavía más a los rojiblancos. Este miércoles, y por primera vez, Griezmann pudo celebrar un título ante al Madrid con Europa de fondo.

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