El declive de Guardiola en Inglaterra: un fatídico año que empeora con su activismo en Cataluña
El técnico catalán no pasa por un buen momento en la Premier League y ha empeorado los registros de la temporada pasada.
21 noviembre, 2019 23:21Noticias relacionadas
Pep Guardiola (48 años, Sampedor) se ha ganado a pulso ser uno de los técnicos con mayor prestigio del mundo del fútbol. Siempre ha estado en el foco mediático por sus actuaciones dentro y fuera del campo, para lo bueno y para lo malo. Su incidencia en el juego de sus equipos es única y traspasa fronteras, pero también tiene un patrón común: el tercer año el rendimiento baja y el cuarto suele ser la sentencia (si es que llega a darse).
Esta temporada el Manchester City está padeciendo la crisis que suele atravesar Guardiola después de más de tres temporadas en un club. La intensidad con la que el de Sampedor afronta sus proyectos puede ser una de las razones de este descenso de rendimiento. El mensaje se agota, la plantilla se desgasta... Situaciones que se han dado en sus anteriores etapas.
Esto ya sucedió en el Barcelona en la temporada 2011/2012, tras haber levantado su segunda y última 'Orejona' en Wembley. Los azulgranas cayeron de forma estrambótica en semifinales de Champions contra el Chelsea de Fernando Torres y Guardiola terminó abandonando 'Can Barça' ante la 'ingobernabilidad' del proyecto. Cuatro años y a otra cosa.
En Múnich fue uno antes, en la 2015/2016. El catalán recibió muchas críticas por no ganar ningún título internacional con el conjunto bávaro, a pesar de haber dominado con puño de hierro la Bundesliga y haber dejado una herencia imborrable de su fútbol en un equipo como el Bayern.
Guardiola solo aprueba en Europa
Este año los del Etihad han empezado la temporada dubitativos y, aunque se mantienen arriba en todas las grandes competiciones, no terminan de convencer con resultados. Es cierto que en Champions League el City está rindiendo y el equipo es líder del Grupo C con 10 puntos (a cinco del segundo), con la clasificación a octavos de final prácticamente certificada salvo debacle, pero también lo es que sabe a poco.
El grupo en el que quedó enmarcado el Manchester City era el más débil de los que se sortearon: Shakhtar, Dinamo de Zagreb y Atalanta. De hecho, es junto a PSG y Bayern el único líder que aventaja en cinco puntos al segundo en la tabla; con la salvedad, de que franceses y alemanes compiten con Real Madrid y Tottenham, respectivamente. Además, los de Guardiola tampoco han hecho pleno de victorias, ya que empataron contra los italianos, últimos de su grupo.
A contracorriente en la Premier
A pesar de ello, su situación en Champions es estable y donde realmente es preocupante es en la Premier. Los citizens son cuartos en liga y están a nueve puntos del liderato del Liverpool, situándose por detrás de equipos, a priori inferiores, como Leicester y Chelsea, segundo y tercero respectivamente.
La escena contrasta con la situación del Manchester City, a estas alturas, la temporada pasada. En la jornada 12 de la 2018/2019 los de Guardiola tenían nueve puntos más en su casillero, con 36 goles a favor y solo 5 en contra. Este curso todo ha empeorado: 25 puntos, 35 tantos anotados y 13 encajados.
El mayor problema del equipo viene siendo defensivo, concediendo más ocasiones y teniendo menor fortaleza atrás. Además, tampoco han salido bien parados en los duelos contra rivales directos como Tottenham (2-2) y Liverpool (3-1). La derrota frente a los reds justo antes del parón de selecciones supuso un auténtico jarro de agua fría. Se trataba de una oportunidad para recortar puntos en la tabla y la jornada terminó con el equipo aún más distanciado.
Además, este año el técnico se ha mostrado más susceptible y descontrolado que en otras temporadas. El culmen fue la reacción de Guardiola en el césped del Etihad durante la derrota contra el Liverpool. El catalán perdió los papeles en varias ocasiones contra el VAR reclamando un penalti por mano de Trent Alexander-Arnold. Una noche para olvidar para él.
Si la situación se alarga, Pep podría perder su único bastión estable, en forma de título, en su carrera como técnico: su dominio de los campeonatos domésticos (dos títulos de Premier en tres años). Los fracasos cosechados con los ingleses en Champions en años anteriores (Tottenham -semifinales 2019-, Liverpool -cuartos de final 2018-, Mónaco -octavos de final 2017) le complican la papeleta de mostrarse dubitativo en liga.
Resistencia alemana, antídoto de Pep
Mucho tiene que ver Jürgen Klopp en los bajones de Guardiola como técnico. El alemán es la bestia negra del catalán, erigiéndose como el único de los grandes entrenadores que maneja un balance positivo en sus enfrentamientos contra él: nueve victorias, dos empates y siete derrotas. Y es que el ex del Borussia es el entrenador que en más aprietos ha puesto a Pep.
Otros como Mourinho, Wenger, Pochettino o Pellegrini lideran la tabla de entrenadores que más veces se han enfrentado al técnico del City; sin embargo, salen perdiendo en la estadística de partidos.
Activismo político en Cataluña
Este bajón de Guardiola llega en un año en el que el técnico ha mostrado, de forma más directa, su activismo político respecto a la situación en Cataluña. 2019 siempre será recordado por la sentencia del 'procés', que condenó judicialmente a los líderes independentistas por los actos del 1 de octubre de 2017, y la posterior reacción del fallo emitido por el Tribunal Supremo.
Las muestras de compromiso, solidaridad y afecto del técnico, al portar lazos amarillos en la Premier, han pasado, en los últimos meses, a acciones políticas directas. Guardiola dejó de reivindicar la "libertad para los presos políticos" desde las salas de prensa de Inglaterra a hacerlo bajo marcas de tinte político.
Ejemplo de ello es el vídeo propagandístico en el que participó como imagen de Tsunámi Democratic, la plataforma que estaba detrás de las convocatorias de las protestas en Cataluña y que colapsó, principalmente, la ciudad de Barcelona, alternando manifestaciones pacifistas y otras de gran violencia que desataron el pánico de la ciudadanía con enfrentamientos contra Mossos D' Esquadra y Policía Nacional.
La vuelta del parón será clave para Guardiola para estabilizar su situación profesional. Los citizens juegan el derbi de Manchester el próximo 7 de diciembre, pero antes reciben en casa al Chelsea (23 de noviembre). Un duelo en el que los locales deberán intentar dar un golpe sobre la mesa para competir por la Premier, ya que una derrota les podría apartar de la lucha por el liderato que ostenta el Liverpool. Su futuro deportivo... puede estar en juego.
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