Paco Jémez, entrenador del Rayo, condenó los cánticos de "puto nazi" que sufrió el delantero ucraniano del Albacete Román Zozulya por parte de un sector de la afición del equipo madrileño, que provocaron la suspensión del partido contra el conjunto manchego, y dijo que si vuelve a pasar en otro estadio algo similar espera que "suceda lo mismo" (la suspensión).
En el último partido de Liga una parte de la afición del Rayo, la situada en el único fondo del estadio, insultó en reiteradas ocasiones durante la primera mitad al jugador ucraniano.
Los cánticos provocaron que el árbitro parara el partido en dos ocasiones, durante unos segundos en la primera mitad, para que se pidiera por megafonía el cese de los insultos. Ante la reiteración de los cánticos ofensivos, la segunda parte no se disputó y el partido quedó suspendido.
"Para empezar, espero que no ocurra. Si vuelve a ocurrir, que suceda lo mismo. Alguno tenía que ser el primero y nos ha tocado a nosotros. Ayer se dio una circunstancia que se tiene que dar para suspenderse y además el Albacete no quiso salir a jugar", dijo Jémez, en conferencia de prensa.
"Si eso se vuelve a dar en un campo, entiendo que se tiene que dar de la misma manera, porque la ley es para todos y hay que cumplirla todos de la misma manera", apuntó el técnico del Rayo, que confía en que el partido se dispute otro día con los 45 minutos que aún faltan por disputarse sin dar los tres puntos al Albacete.
"Eso es una barbaridad. Si eso pasa tenemos que irnos a nuestra casa. No pueden quitarles los puntos a un equipo por esa situación. Hemos sido los primeros a los que nos han cerrado un campo. Que nos quiten los tres puntos me parecería... Sería el primer equipo en el mundo que por una situación de una parte de la afición le quiten los puntos", confesó.
Para Jémez, en cualquier caso, la suspensión del partido es "un perjuicio" para el Rayo. "La resolución de lo que vaya a ocurrir nos va a perjudicar porque quiero mi campo lleno y a la afición animando y va a ser complicado".
"Todos tenemos un perjuicio de lo que ocurrió ayer. Esos 45 minutos entiendo que hay que jugarlos en la misma situación en la que se suspendió. Todo esto va a acarrear perjuicios deportiva e institucionalmente y vamos a tener que asumirlo, nos guste o no", señaló.
Paco Jémez reconoció que el Rayo es un club "muy difícil para trabajar por las cosas extradeportivas" que hay, una de ellas el ambiente que se vive en la grada, muy crítica desde hace mucho tiempo con la gestión del presidente Raúl Martín Presa.
"Vallecas sabéis que no huele igual. No es lo mismo. Esa crispación está. Hay un choque entre buena parte de la afición y el club. Es un tema complicado y difícil e intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible. Siempre hemos notado a nuestra afición de otra manera diferente. Hemos tenido una huelga de animación que se pudo reconvertir y por momentos lo sientes, pero no es igual", comentó.
"Era el ambiente más bonito y emocionante de todos los sitios en los que uno estaba y eso se ha perdido. No sé si vamos a ser capaces de que vuelva algún día", concluyó.
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