El Getafe se pone en modo Champions para golear al Valencia en un partido de alto voltaje
Los de Bordalás dieron un golpe sobre la mesa ante un rival directo, en un partido que terminó con tanganas y polémicas.
8 febrero, 2020 17:53
El Getafe dio un puñetazo encima de la mesa para postularse como un candidato definitivo a terminar la Liga entre los cuatro primeros después de ganar 3-0 al Valencia, incapaz de hacer frente a un grupo excelso dirigido por el incombustible Jorge Molina, autor de dos de los tantos de su equipo.
El equipo de José Bordalás parece no tener límites. Es una realidad. Nadie puede dudar de por qué es tercero en la clasificación. Está intratable y el Valencia, otro candidato a jugar la Liga de Campeones, fue literalmente arrollado por el cuadro azulón.
El duelo era muy esperado en el Coliseum. Desde la temporada pasada nació una rivalidad inédita gracias a la aparición repentina en la elite del Getafe, que, de repente, y desde hace ya dos cursos, se codea con los grandes y pelea por un puesto de Liga de Campeones.
El año pasado se lo arrebató el Valencia en la última jornada. En los cuartos de final de la Copa del Rey, también eliminó al Getafe en dos duelos calientes que acabaron a porrazos tras el choque de vuelta. Y, este año en Liga, el 3-3 final en Mestalla culminó con una posible mano de Marc Cucurella que no pitó ni el árbitro Munuera Montero ni el VAR.
Con esos antecedentes, se esperaba un sexto duelo entre ambos equipos con cuentas pendientes separados por sólo dos puntos en la clasificación. Antes del pitido inicial, el Getafe era tercero y el Valencia quinto. No se podía pedir más igualdad para un duelo con un moderno aroma europeo.
Para llevarse los tres puntos, el técnico José Bordalás apostó por diez de los once gladiadores que asaltaron San Mamés la pasada jornada. Sólo la presencia de Jorge Molina en el lugar del brasileño Deyverson arrojaba aire nuevo en su alineación.
Esa decisión pudo ser clave, porque el veterano delantero, casi siempre infalible, desperdició varias ocasiones clarísimas en la primera parte. Después, arreglaría sus errores.
El Valencia, perdido por el césped del Coliseum con la resaca de la eliminación copera ante el Granada, recibió un baño de dimensiones colosales en el acto inicial. Perdido por el terreno de juego, sus jugadores, con Rodrigo Moreno recuperado de unas molestias físicas, fueron superados constantemente por el conjunto azulón.
Los hombres de Bordalás sacaron el rodillo y con una presión consistente y con mucha más voluntad cimentada en la efectividad incansable del uruguayo Mauro Arambarri y del serbio Nemanja Maksimovic en el centro del campo, lograron acorralar a un equipo que pedía clemencia.
Sin embargo, fallaron en el arte del gol, el más importante. Jorge Molina, tuvo hasta tres ocasiones muy claras. La primera, con un remate desde fuera del área que salvó Jaume Domenech, sin duda el mejor del cuadro valencianista; y la segunda y la tercera, con dos remates clarísimos de cabeza que envió fuera de la portería ché cuando tenía todo a favor para inaugurar el marcador.
A ese carrusel de oportunidades se unieron Maksimovic y Cucurella con un doble remate que también acertó a despejar Domenech, desesperado en la portería ante la inactividad de sus compañeros, que no remataron ni una vez a la portería de David Soria.
El descanso llegó como un balón de oxígeno para el equipo de Celades, necesitado de un parón para reflexionar sobre su horrible primera parte. No sirvió. Tras la reanudación, el Getafe continuó con el asedio, y, después de una ocasión clarísima que falló Jaime Mata, se hizo justicia en el Coliseum.
Fue Jorge Molina quien se encargó de acabar con la resistencia del Valencia y, ya de paso, de enmendar sus errores de la primera parte para erigirse como el héroe del duelo. Por fin, a los 58 minutos, apareció para rematar a la red un balón suelto dentro del área que acabó en la red de la portería de Domenech. La resistencia del Valencia, se acabó y su desesperación aumentó poco después.
El capitán del Getafe se inventó una jugada increíble dentro del área, con quiebros sobre Diakhaby y Gabriel Paulista que sólo pudieron ser testigos directos del golazo de Jorge Molina. En un par de baldosas, mostró a Bordalás que tiene cuerda para rato.
Entre medias, no faltó la bronca ya clásica entre ambos equipos por una entrada de Robert Kenedy sobre Gaya dentro del área. Cucurella recriminó al lateral valencianista que se había tirado y se montó una buena tangana. Después, ya con el 2-0, el italiano Alessandro Florenzi fue expulsado por una fea entrada sobre el mismo Cucurella.
Fue la imagen de la desesperación del Valencia, humillado con el tercero de Jaime Mata al borde del final. El equipo de Celades no generó nada. Más bien, no se lo permitió el Getafe, un equipo muy criticado por muchos que aseguran que practica el anti fútbol. Los hombres de Bordalás demostraron que eso es una mentira muy gorda. Juegan muy bien. Y ganan. Y sueñan con la Liga de Campeones.
Noticia en actualización
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