El culebrón Messi no ha hecho más que comenzar. Si hace una semana saltaba la noticia del año al confirmarse que el argentino había mandado un burofax al Barcelona para comunicar que quería salir del club ya, en el Barça se resisten a dejarle irse gratis. Mientras, como el tercero en discordia se posiciona un Manchester City que no puede pagar los 700 millones de euros en los que está fijada la cláusula del delantero.
El Barcelona y Leo Messi están condenados a entenderse. Ninguna de las dos partes quieren llevar el caso a una batalla judicial que no beneficiaría ni a uno ni a otro. ¿Por qué? El club por su imagen. El argentino ha sido el buque insignia de la institución por más de una década. Un jugador que llevó al equipo azulgrana a lo más alto y que ha liderado la etapa más dorada de la historia de la institución.
Además, el Barça tiene que negociar y es que tener al futbolista durante un año enfadado no sería bueno tampoco para sus intereses. El contrato de Messi con el club catalán finaliza en junio de 2021, entonces podría irse libre sí o sí, un escenario que tampoco quieren que llegue en el propio Camp Nou.
El '10' percibe 100 millones de sueldo, una cuantía que desde el Etihad Stadium le asegurarían. El Manchester City le ofrece cinco años de contrato divididos en tres temporadas jugando en la Premier y los últimos dos en el equipo de Nueva York que posee la franquicia en la MLS. Además, los citizens también le ponen sobre la mesa una prima de 250 'kilos' cuando llegue la tercera campaña.
Nadie quiere la batalla judicial
Si en el Barcelona no quieren llegar a juicio para manchar todavía más la imagen de la institución, el futbolista tampoco está dispuesto a terminar por esa vía su etapa en Can Barça. Principalmente porque si no le dan la razón y no confirman que puede finalizar su contrato de manera unilateral, al estar ante una situación excepcional, porque el curso acabó en agosto por la crisis del coronavirus, el City estaría obligado a abonar su cláusula.
Esos 700 millones de euros en los que se blindó al delantero cuando firmó su última renovación provoca ahora más de un dolor de cabeza a Leo. Ni el Manchester City ni ningún otro club puede pagar esa cantidad ya que incumpliría el Fair Play Financiero y se vería sentenciado a cumplir con una ejemplar sanción impuesta por la UEFA.
El conjunto inglés, al que dirige Pep Guardiola, ya ha dicho que no a esa posibilidad de declararse en rebeldía y romper su contrato con el 'ok' del Barcelona. 700 millones son muchos millones. Es por este motivo que las tres partes deberán llegar a un acuerdo y están condenados a entenderse. Ahora se está jugando una partida de ajedrez pero cada uno va con las cartas marcadas.
El pulso de Leo
El City no quiere que el futbolista se declare en rebeldía, pero por el momento Messi todavía no ha aparecido en las instalaciones de Sant Joan Despí. El domingo estaba citado, al igual que el resto de sus compañeros, para pasar las pruebas PCR, pero ni rastro del actual Balón de Oro.
Tampoco se ha presentado este lunes en el entrenamiento fijado para las 17:30 horas. Hasta la ciudad deportiva azulgrana acudieron todos los jugadores disponibles, los que no están convocados con sus respectivas selecciones, para ponerse a las órdenes de Ronald Koeman. Pero tampoco el argentino ha acudido, al igual que un Rakitic que está a punto de firmar por el Sevilla y Umtiti, cuyo futuro es una incógnita.
Leo Messi está en boca de todo el planeta, pero el continúa guardando silencio. Ya acabó sus vacaciones y se encuentra en su domicilio de la zona de Bellamar, en el municipio de Castelldefels. Allí se encuentra con sus hijos y su mujer Antonela Roccuzzo, su gran apoyo en estos momentos.
Mientras, se espera que Jorge Messi, el padre del futbolista, llegue pronto a la Ciudad Condal para comenzar a negociar el futuro de su hijo. Guardiola y el City, por su parte, esperan que se resuelva la situación y que Lionel acabe siendo presentado en el Etihad Stadium para comenzar una nueva era en el club inglés.
[Más información - De tener a Cristiano, Messi y Neymar a Simeone como mejor pagado: La Liga, desvalijada en tres año]