La cuenta atrás del Barça en el mercado: 48 horas para fichar a un delantero y no defraudar a Koeman
El club catalán ha cerrado la puerta al atacante francés mientras se les acaba el tiempo para incorporar un goleador.
3 octubre, 2020 00:30Noticias relacionadas
El mercado de fichajes apura sus últimas horas y el FC Barcelona, que pretendía ser uno de los grandes protagonistas de estas semanas, también agota sus opciones para reforzar la plantilla. La ventana de traspasos cierra el día 5 de octubre y Koeman aún no cuenta con el delantero estrella que se planteó como objetivo a su llegada al club.
La actualidad de la entidad no ha sido nada tranquila. Primero fue Leo Messi con su petición de abandonar el equipo. Y, después, las desavenencias con las ventas de Arturo Vidal o Luis Suárez. Las salidas protagonizaban los movimientos del equipo blaugrana mientras las negociaciones por un atacante caían en dique seco.
La falta de tiempo y, sobre todo, de espacio y de colchón económico, dificultan la llegada de un atacante de referencia. Las opciones son escasas y la situación del Barça no es la mejor para afrontar una situación así. Por el momento, la única evidencia es que se cuenta con Messi y Ansu Fati y que Dembélé, tentado desde Inglaterra, no se va a mover del Camp Nou.
"Contamos con él, esperamos disfrutar de sus argumentos futbolísticos, estoy convencido que hará un gran año con nosotros". Una frase del Barça para sentenciar todos los rumores en el tramo final del mercado.
El Barça pide un delantero
El conjunto catalán no suele pronunciarse de forma tajante y en público sobre las operaciones que pretenden realizar en el mercado de fichajes. Una estrategia que ha cambiado durante las últimas semanas. Y es que Bartomeu y los suyos no han dudado lo más mínimo en señalar qué posiciones había que reforzar y cuáles no. La defensa era una de ellas, pero sobre todo preocupaba la delantera.
Leo Messi no se iba a marchar y Griezmann sería su acompañante de lujo. Tras el inicio liguero se ha sumado Ansu Fati y Coutinho, que regresó cedido del Bayern, también está formando parte habitual de las rotaciones de Koeman. El holandés, por lo tanto, tenía variables suficientes para mejorar el aspecto ofensivo de su equipo.
Pese a ello, la dirección deportiva era clara: era necesario un delantero. "Trabajamos desde hace meses en la mejora del equipo y en buscar jugadores para abrir nueva etapa. Necesitamos una mezcla de experiencia y calidad, en esos perfiles nos movemos. La búsqueda del delantero, es público que viene de lejos y no tiene que estar supeditada a las salidas". Palabras muy claras de Ramón Planes a mediados de septiembre.
Y algo más de 15 días después, esa pieza en ataque sigue sin llegar. Y el objetivo de incorporarla no se ha modificado lo más mínimo. El Barça sigue queriendo un delantero aunque el tiempo juegue en su contra.
La falta de ventas
La situación económica de los grandes clubes del continente no es la más boyante de los últimos años. La pandemia del coronavirus ha reducido notablemente los ingresos de las diferentes entidades deportivas y a la hora de acudir al mercado se han reducido notablemente las cifras. El Barça, que además ha realizado notables incorporaciones en las últimas campañas, no cuenta con un colchón económico para arriesgarse este verano.
Por ello, desde un primer momento se marcó una premisa determinante para cerrar los fichajes. Antes de llegar, tenían que salir. Y en el club se señaló a las conocidas como 'vacas sagradas'. Los jugadores veteranos iban a salir, en forma de traspaso, con todos los honores merecidos. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido. Jugadores como Busquets o Piqué, que quedaron señalados, siguen formando parte de la plantilla culé.
Y, además, las estrellas que han abandonado el vestuario como Suárez, Rakitic o Arturo Vidal lo han hecho en forma de regalo, sin apenas generar un fondo económico para plantarse en el mercado. El panorama en el que se ha desembocado no es el más favorable y ha retrasado notablemente las diferentes operaciones del Barça que, a 48 horas de que se cierre el mercado, sigue sin fichar su delantero.
Por si fuera poco, en el club también han reflejado la necesidad de hacerse con un defensa. Eric García es uno de los nombres más seguidos en las últimas semanas. Su salida del City parece evidente, pero el Barcelona no ha terminado de cerrar su llegada al Camp Nou y, pese al fichaje de Dest, no se cierra todavía la línea defensiva.
Los fichajes pretendidos
Lautaro Martínez fue el número uno en la lista del Barcelona. En la entidad blaugrana llevan meses tras su fichaje. Sin embargo, con el reinicio de la Champions y la Europa League, ambos clubes decidieron pausar las negociaciones. Se iban a centrar en el aspecto deportivo y, una vez finiquitadas sus respectivas temporadas, sería hora de sentarse a negociar nuevamente.
Tras la eliminación del Barcelona en Champions, y con la derrota del Inter de Milán en la final de la Europa League, parecía el momento oportuno para abordar el fichaje de Lautaro. Un encuentro que no llegó a producirse y que se fue esfumando poco a poco. Toda la atención la concentró Messi y su amenaza de abandonar el Barcelona.
El foco, entonces, empezó a centrarse en Depay. El delantero del Lyon se llegó a pronunciar sobre su posible incorporación al equipo de Koeman. Soñaba con jugar en un grande, pero no quería desconcentrarse. Estaba en el club francés y, de momento, solo iba a pensar en eso. Cuando parecía que todo estaba cerrado y que era cuestión de horas, el fichaje ha quedado en el olvido.
El Lyon no quiere regalar a uno de sus jugadores franquicia y el Barcelona, sin el potencial económico de otras temporadas, tampoco se ha visto en una buena situación para acometer el fichaje. Ni con la salida de Luis Suárez se aceleró la incorporación del delantero.
La noche del día 4 de octubre será el límite para fichar nuevos jugadores. El proyecto Koeman, por lo tanto, vive sus últimos días antes de cerrar la plantilla para una temporada clave. El holandés iba a vivir una revolución que finalmente no se ha producido. Y, con estos jugadores, debe realizar una campaña que haga olvidar el desastre de Setién. La parte positiva es que lo hará con Messi en el equipo y con el argentino firmando la paz con los aficionados.
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