Jerome Boateng tendrá que declarar ante un tribunal de Múnich por la presunta agresión a Sherin Senler, su exnovia. Será el 10 de diciembre cuando el central, quien dejó la imagen más triste de la final de la pasada edición de la Champions League, se vea las caras con su expareja. El futbolista se enfrenta a cinco años de prisión si le declaran culpable de todos los cargos.
Sherin Senler presentó en su día un informe con la prueba de las lesiones físicas que presuntamente le había provocado el jugador del Bayern Múnich. Los hechos de los que se le acusan tuvieron lugar, según ella, durante unas vacaciones que pasaron juntos cuando eran pareja.
Hay que remontarse al mes de febrero del año 2019 para encontrar la primera denuncia por agresión de Senler. El caso debería haberse resuelto antes, pero se demoró su admisión a trámite por la irrupción de la pandemia de la Covid-19. El coronavirus ha impedido que se celebrase el juicio durante todo este 2020.
Boateng sí ha hablado sobre el complicado tema durante este tiempo y es que el futbolista del conjunto bávaro se ha defendido de las acusaciones. "Es un asunto privado basado en acusaciones no probadas de terceros", ha mantenido el defensa. Sin embargo, desde la corte se afirma que sí existe un vídeo que prueba la presunta agresión del jugador a su exnovia.
Dos hijas en común
No se habla de un noviazgo puntual, sino que Jerome Boateng y Sherin Senler tuvieron en 2011 gemelas: Soley y Lamia. Después de esto, comenzó a especularse sobre posibles infidelidades y esto llevó a que la pareja se separase durante alrededor de dos años.
Es ahora, tiempo después de la reconciliación y de una nueva ruptura cuando se vuelvan a ver las caras. Será en un juzgado y rodeados de magistrados. Desde Alemania, los medios de comunicación mantienen que Boateng no acabará en prisión, pero previo pago de una importante multa para indemnizar a la que es la madre de sus dos hijas.
Entre los focos
No solo ha sido, y es, toda una figura del Bayern Múnich que manda desde hace años en la Bundesliga, sino que también ha sido todo un símbolo en el país germano. Un símbolo de integración. De madre alemana y padre ghanés, Boateng tuvo el honor de conocer en persona a Angela Merkel tras ser víctima del ataque de un líder de la ultraderecha de Alternativa por Alemania. Ahora es él el que es acusado de un presunto delito de agresión y será antes de final de año cuando se conozca su destino.
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