La carrera por alcanzar la presidencia del FC Barcelona ya ha comenzado tras la dimisión de Josep Martia Bartomeu. Los candidatos deberán presentar algo más de 2.000 firmas para poder entrar en la batalla por el máximo cargo del club y, en tres meses como máximo, se celebrarán las esperadas elecciones para tomar un nuevo rumbo.
Entre los nombres que se esperan están los de Joan Laporta o Victor Font. Sin embargo, hay otros rostros menos conocidos y que defenderán el continuismo en la entidad azulgrana. Es el caso de Xavier Vilajoana, cuya candidatura no es oficial, pero que en cuestión de días se convertirá en un hecho. Este directivo del Barcelona, y que ha trabajado durante el mandato de Bartomeu, se convirtió en protagonista la semana pasada por sus críticas a Martínez Munuera.
El enfado en el barcelonismo por las decisiones del colegiado fueron notables. Pese a ello, no es habitual que directivos de un club se pronuncien en determinados términos en redes sociales y para cargar contra un arbitro. Vilajoana, máximo responsable de secciones como el fútbol femenino o Barça B, entre otros, calificó como un "puto escándalo" la actuación de Martínez Munuera, al que mandó a "cagar".
Sus palabras, al representar al Barcelona como directivo y parte del organigrama culé, no pasaron desapercibidas y fueron uno de los temas de conversación. Poco después su postura se extendería al propio Bartomeu o a Ronald Koeman. A diferencia de Vilajoana, ninguno empleó los mismos términos y exabruptos para criticar el arbitraje.
La decisión de Vilajoana no es oficial. Sin embargo, en las últimas semanas ya se venía comentando la posibilidad de que diera el salto para obtener la presidencia. A priori no apunta a ser uno de los fuertes candidatos a ganar el puesto. Además de no ser muy conocido entre los aficionados, su presencia durante la etapa de Bartomeu no termina de convencer a los hinchas azulgranas.
El adiós de Bartomeu
El ya expresidente hizo oficial su salida del Barcelona el pasado martes. Una decisión que sorprendía dado que el mismo lunes había negado que fuera abandonar el cargo. De hecho, Bartomeu subrayó que nunca se le había pasado por la cabeza la posibilidad de dimitir. Palabras que quedaron en el olvido 24 horas después, cuando tanto él como su Junta Directiva se apartaron al ver que el referéndum seguía adelante para el 1 y 2 de noviembre.
Bartomeu se marchó defendiendo su labor, critricando a la Generalitat y manteniendo que su decisión de no dejar a Leo Messi tras su petición del verano fue la más acertada. El adiós del expresidente abre muchos nuevos frentes con incógnitas que resolver y, entre otras, está la de la renovación de Messi. El argentino será una de las armas electorales de todos los candidatos.
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