El escándalo racista del PSG - Basaksehir va a tener que ser estudiado con sumo cuidado. Y es que lo que al principio apuntaba a Sebastian Coltescu como el único culpable, ahora implicaría a otro de los asistentes e, incluso, al banquillo del equipo de Estambul. El medio Fanatik, rumano como el cuerpo arbitral, ha desvelado nuevas claves de la polémica que da a la escena otros tintes.
Para empezar, no habría sido solo Coltescu el que habló de forma despectiva sobre un miembro del banquillo del Basaksehir. Las imágenes demuestran como Octavian Sovre, otro de los árbitros, habla antes: "El de allí, el negro de allí. ¡Eso es inaceptable! ¡Ve y comprueba! ¡Eso es inaceptable!", reclama Sovre. Luego es cuando Coltescu llama la atención de Ovidiu Hategan, el colegiado de la contienda, con un "ese negro", refiriéndose a Pierre Webo.
En ese punto, en el minuto 16 de partido, todo se paraliza. Los jugadores del Basaksehir y del PSG se plantan ante los términos utilizados por los colegiados y la escena acaba con los equipos abandonando el campo. Los insultos de Coltescu y Sovre acabaron con un momento histórico en el fútbol, un plantón que será recordado en la pelea para erradicar el racismo.
Sin embargo, la historia podría tener otra vuelta de tuerca. Como revela Fanatik y resalta algún periodista rumano más, los árbitros también fueron víctimas de racismo por parte del banquillo del Basaksehir. Antes de los insultos de los colegiados, desde el equipo turco tuvieron acciones igualmente denunciables contra los rumanos, habiéndoles llamado "gitanos".
Familiares y allegados de los colegiados habrían sido los encargados de relatar lo que sucedió según las confesiones de los propios árbitros. Cuentan que sobre el minuto 14, los turcos empezaron a gritar desde el banquillo: "¡Gitanos!". De ser así, lo visto en directo y que acabó con la suspensión del partido sería solo la continuación de lo que ocurrió minutos antes.
La revelación del medio rumano señala directamente a Pierre Webo, a quien llamaron "negro" los árbitros. Y es que el principal culpable de los insultos ("gitano, gitano") sería él, segundo de Okan Buruk, provocando la indignación de los árbitros rumanos y su actitud lamentable. Fanatik también apunta que los insultos a los colegiados se escucharon varias veces y Webo fue cazado, de ahí que pidieran la intervención de Hategan, que acabó con la expulsión del miembro del cuerpo técnico del Basaksehir.
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